miércoles, 1 de mayo de 2013

JF3. Capitulo 19.

Capitulo anterior:

-Cariño, ¿qué te ocurre?-preguntó Nicolás y ella lo miró apunto de llorar.
-Nicolás, yo…
Él dándose cuenta de que se estaba echando atrás e iba a hacer alguna locura, deslizó el dedo índice de su mano izquierda por su cuello disimuladamente mientras la miraba desafiante. Eugenia entendió lo que había hecho con su dedo. Era su amenaza de siempre… ‘Te casas o adiós Peter’. Le estaba apretando la mano con tanta fuerza que se estaba poniendo roja pero no le dolía lo más mínimo. Más le dolía esa situación.
-Pregúnteselo otra vez. Estaba distraída, ¿verdad, cariño?-preguntó Nicolás mirándola.
Ella asintió en silencio. El cura volvió a repetir la pregunta. Eugenia tomó aire y…
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-Eugenia Alsina Olario, ¿quieres recibir a Nicolás Renaldi, como esposo, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?-volvió a preguntar el cura.
Los nervios estaban a flor de piel. Eugenia tomó aire y…
-¡¡Eugenia!!
Un gran grito interrumpió ese gran silencio. Todos, incluida Eugenia, miraron hacia las puertas de la iglesia que se habían abierto. Entre toda la claridad que desprendía aquel hermoso día se dibujó poco a poco una silueta que lentamente se hacia visible. Se generó un gran murmullo entre los invitados. La muchacha al ver quien era, se llevó la mano a la boca sorprendida.
-Peter-dijo en voz baja.
Una amplia sonrisa se dibujó en su rostro. No lo podía creer. Él, estaba allí. Era Peter. Sí, era él. Caminaba hacia ellos con dificultad, llevaba una mano en el costado. Los dos hombres de la puerta se habían encargado de pegarle. Peter se detuvo y se apoyó en los asientos.
Eugenia sintió la necesidad y el impulso de correr hacia él y abrazarle con todas sus fuerzas cuando Nicolás la agarró de la muñeca y se lo impidió.
-¿A dónde crees que vas?-preguntó Nicolás apretándole la muñeca.
-Nicolás me estas haciendo daño-se quejó la muchacha mirándole.
-Me da exactamente igual, ni se te ocurra moverte-le susurro Nicolás a Eugenia acercándola a él.
-¡Será mejor que te alejes de ella!-le amenazó Peter.
-Mira, Peter, no sé si te has dado cuenta pero esta es mi boda, nuestra boda-dijo agarrando a Eugenia por la cintura.-… y la estas interrumpiendo y eso no me gusta. Así que te invito a que salgas de aquí para que los demás hagamos como si no hubiese pasado nada y le permitas al cura continuar con lo que estaba haciendo.
-Debes estar de broma si crees que voy a dejarla contigo.
Nicolás sonrió sarcásticamente y llamó a Julio que permanecía sentado como un invitado más. Este se levantó y se aproximó a su jefe.
-Creo que voy a tener que encargar de algo de lo que me tuve que encargar hacia tiempo-comentó agarrando la pistola que tenía Julio escondido disimuladamente bajo la ropa.
La única que alcanzó ver la semejante arma fue Eugenia que abrió los ojos de par en par cuando Nicolás se la escondió debajo de los pantalones.
-Nicolás, ¿qu…qué vas a hacer?-preguntó la muchacha asustada en voz baja.
-Julio, encárgate de ella-dijo Nicolás ignorando a Eugenia y mirando a su empleado.
-Por favor…-empezó a hablar el cura.-Estamos en la casa del señor. Evitad estas disputas aquí.
-No se preocupe-dijo Nicolás mirando al sacerdote.-Voy a mantener una breve conversación con él-apuntó a Peter.-…y en cinco minutos vuelvo para continuar con la boda. Por favor, tengan todos paciencia-comentó el rubio caminando hacia Peter.
-Nicolás, no-gritó Eugenia agarrando a su futuro esposo.-No, no lo hagas. Por favor, por favor…De…déjame a mí-se interpuso en su camino y lo miró con los ojos llorosos.-Déjame hablar con él. Te lo ruego…
-Tranquila, cariño-dijo Nicolás acariciándole la mejilla y acercando sus labios a su oído.-No le haré sufrir-aspiró fuerte para inundarse del olor que desprendía la muchacha.-Al menos no mucho-concluyó y le dio un beso en la mejilla.
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Eugenia. Nicolás pensaba matar a Peter y ella no podía permitir eso. El rubio hizo una señal a Julio para que agarrase a Eugenia pero ella antes de que ocurriese abrazó a Nicolás con fuerza y le habló al oído para que nadie la escuchase.
-Por favor,-Nicolás sonrió al ver la cara de asombro de Peter.-Déjame hablar con él. Haré que se aleje y que no vuelva-el rubio llevo su mano a la espalda de la rubia, atrayéndola más a él mientras le sonreía ampliamente a Peter que mantenía la mandíbula apretada por la rabia.
-¿Y qué gano yo con eso?-preguntó Nicolás.
Eugenia se alejó de él y le miró con el ceño fruncido.
-Oh, ya me entiendes-explicó el rubio.
La muchacha lo entendía, claro que lo entendía. Cerró los ojos y asintió cabizbaja.
-Hablo con él y…-empezó a hablar ella.-Y… me caso contigo.
Nicolás sonrió ampliamente. Agarró un mechón de pelo de Eugenia y mientras se le colocaba en su sitio dijo alegremente:
-No sabes cuanto estoy deseando que llegue nuestra luna de miel…
Otro gran escalofrío recorrió el cuerpo de Eugenia. Tomó aire y miró entristecida a Peter que contemplaba todo aquello sin entender absolutamente nada.

Peter y Eugenia estaban fuera de la iglesia hablando; no tenían otro sitio que la calle. Desde la puerta de la iglesia Nicolás junto a sus tres guardaespaldas tenía los ojos puestos en ellos dos.
-Pero mira qué te han hecho-dijo Eugenia mordiéndose el labio y tocándole cuidadosamente la mejilla a Peter.
-Creo que los que han salido peor parado han sido Darío y Gastón-comentó Peter mirando a su primo y a su hermano que también tenían las miradas puestas en ellos desde el coche de Darío.-No debí de llamarlos-dijo él metiendo las manos en sus bolsillos y apoyándose en la puerta de su coche.
-¿Llamarlos?-preguntó Eugenia tratando de hablar de otro tema para suavizar la situación.
-Iba a venir yo solo para impedir este paripé y tu prima me llamó para avisarme sobre esos dos guardaespaldas que había contratado ese imbécil-dijo mirando a Nicolás.-Y decidí llamar a Darío y a Gastón para que viniesen a ayudarme.
-Lo siento, de verdad-dijo ella agachando la cabeza.-Todo es culpa mía. No debí intentar hablar contigo hace unos días, ni intentar llamarte…Debí dejar las cosas como estaban…
-Te tiene amenazada, ¿verdad?-preguntó Peter mirándola fijamente.
Ella lo miró sorprendida. No sabía que decir. Si decía que si no conseguiría que Peter se fuera sin ser dañado pero si decía que no… ¿cómo le explicaría todo lo que estaba pasando sin hacerle daño sentimentalmente? Fuera cual fuera la contestación; Peter saldría dañado.
-Eugenia, contéstame-le pidió Peter al no obtener respuesta.-Dime la verdad… ¿te tiene o no amenazada?
-No-contestó bajando la cabeza.
-¿Me estas diciendo que te vas a casar con él porque tú quieres?
-No-contestó sin mirarle, sabía que las lágrimas empezarían a salir y no iba a poder impedirlas.-Me caso con él porque el hijo que espero es suyo.
Peter sonrió.
-Mientes-dijo él agarrándola por la barbilla y levantándole la cabeza.-Sé que no te has acostado con Nicolás, así que no me mientas.
-¿Cómo?-preguntó ella sin dejar de mirar aquella sonrisa que le iluminaba la cara a Peter.
-Darío y Javiera descubrieron que las fotos estaban trucadas. Bueno, en realidad no sé si las fotos en sí están trucadas pero si las fechas. Y el hecho de que me hicieras creer que las fotos si eran ciertas solo tiene una explicación…y es que te tiene amenazada.
-O… como bien me dijo Gastón una vez… yo me cansé de nuestra relación y veía que no daba para más y decidí aferrarme al hecho de hacerte creer que había estado con Nicolás y que el hijo era suyo y así conseguiría alejarte definitivamente de mi.
-¿Sabes? No creo que eso fuera así…
-Pues siento decirte que si fue así.
-No te entiendo, te juro que no te entiendo.
-Es muy sencillo Peter. Necesito que te vayas. Te agradezco que hayas venido, pero no quería que interrumpieras la boda. Es más voy a casarme con él porque…
-¿Por qué?-preguntó él cuando Eugenia dejó de hablar.
La muchacha respiró hondo.
-Porque le quiero-dijo finalmente con los ojos cerrados; no podía mirarle a la cara.
Peter apretó la mandíbula enfadado.
-Eugenia, abre los ojos y dímelo a la cara. Dime que lo quieres a él y que lo sentías por mi ya no existe y que ya no me amas.
-Peter no me lo pongas más difícil, por favor.
-Hazlo.
Eugenia abrió lentamente los ojos y lo miró. Esa sonrisa que tenía antes ya no estaba, se había esfumado. Ahora lo que reinaba en su rostro era rabia, la misma que hacia un tiempo había deslumbrado tras su charla en el bar de Gastón. Odiaba verlo así.
-Peter, yo…

Continuará...

3 comentarios:

  1. Parecia todo perfecto pero, carajo, Eugenia no se anima a decirle la verdad!!!
    Falta solo que le dice a Peter que no lo ama, eso si que seria el maximo.
    No me gusta para nada eso que esta pasando, ah!!!!
    Quiero que se arregle todo ya, te juro que no aguanto mas leer toda la maldad que tiene Nicolas, quiero mas, y mas y que de una vez Peter y Euge esten juntos y con ese hermoso bebe que va a nacer u.u

    Quierooo masss geniaaa :D

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  2. ESPERO QUE LE DIGA LA VERDA !!!!! POR FAVOR NO PERMITAS QUE SE CASE CON NICOLAS !!! Tengo ganas de cachetearla por ser tan pasiva y sumisa,en tiendo que se procupe por Peter,pero nadie le asegura que no le haga nada despues de la boda ...POR FAVOR QUE SE ARREGEN ,SON VARIOS CAPITULOS QUE ME TIENES CON EL CORAZON EN LA GARGANTA :(

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  3. no puede ser euge reacciona confia en pitt los dos podran salir de esto juntos!!! no se pueden casar
    quiero eugeter ya!!!! me encanta la nove y que subas todos los dias genia! espero mas =)

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