domingo, 5 de mayo de 2013

JF3. Capitulo 24.

Capitulo anterior:

-Porque cuando Julio-Peter puso cara de no saber de quién hablaba.-El guardaespaldas-explicó.-Se acercó a Nicolás y a mí, vi a Nicolás cogerle la pistola que tenía guardada y metérsela en los pantalones. Sabía que si estaba dos segundos a solas contigo haría una locura y para impedirlo cuando le abracé frente a todos en la iglesia le rogué que me dejara hablar contigo que te haría entrar en razón y a cambio él recibía mi ‘si, quiero’ en la boda. Por eso, esto-dijo levantando el anillo que sostenía entre sus manos.-Por eso, el casamiento.
-Te juro que no se como puede existir gente como ese imbécil. ¿Cómo puede hacerte esto?-se preguntaba Peter incrédulo.-Pero no te preocupes porque me pienso encargar de ese idiota.
-¿Qué? No, no, no, no, no, no-Eugenia negó varias veces.-Tú no te vas a meter en esto. Peter te lo prohíbo.
Peter sonrió irónicamente, que poco le conocía Eugenia en ese aspecto.
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-Como sabía que si te lo contaba ibas a querer hacer algo al respecto-comentaba Eugenia deambulando por la habitación, aun a la luz de las velas.
-Eugenia, estaba mas que claro que no iba a permitir que Nicolás te siguiese amenazando.
-Ves. Por eso mismo tendría que haberme callado y haber hecho las cosas por mi sola.
-Creo que si lo hubieses seguido haciendo tú sola lo único que harías sería dar vueltas en círculo sin conseguir nada como llevas haciendo todo este tiempo.
Eugenia se detuvo y lo miró con los ojos abiertos de par en par.
-Peter eso ha sido un golpe bajo.
-Perdón-se disculpó Peter levantándose de la cama y yendo hacia ella para abrazarla.
-No me toques-puso su mano sobre el pecho desnudo de Peter para mantenerlo alejado.
-Oh, vamos Euge, no te enfades ha sido un comentario sin importancia.
-Peter solo espero que me hagas caso y no hagas absolutamente nada porque te prometo que te odiaré incluso si estas muerto ¿me oyes?
-Oh, no, tendré que soportar tu odio hacia mí en la ultratumba-bromeó Peter consiguiendo rodearla con sus brazos.
-Te lo tomas a broma pero esto es muy serio-dijo ella golpeándole en el pecho con el puño cerrado y cruzándose de brazos.
-¡Au!-se quejó el muchacho.- ¿Pretendes hacerle el trabajo fácil a Nicolás matándome tu primero?-preguntó él empezando a darle besos en el cuello a Eugenia con una sonrisa en el rostro.
-Peter, para-le dijo la muchacha intentando alejarlo de ella.-No estoy de broma, hablo en serio.
-Vamos, Euge. ¿No decías que querías que te hiciera olvidar todo?-preguntó Peter mirándola con una ceja levantada recordando lo que Eugenia había dicho antes con un tono sardónico.
-Bedoya, vete a la…-dijo con odio.
Peter le tapó la boca en el momento justo.
-¡Oye! Cuida tu vocablo, hay menores delante que pueden oírte-dijo consiguiendo sacarle una sonrisa a la muchacha que disimuló al momento.-Lo he visto. No trates de ocultarlo porque lo he visto.
-¿De qué hablas? ¿Qué has visto?
-A ti, sonriendo.
-Mientes-dijo haciéndose la desentendida.
Peter sonrió y le dio un beso en la mejilla a Eugenia, que lo miró malhumorada.
-Oye-dijo Peter cambiando de tema.-Tú te has casado… ¿no tendrías que estar ahora mismo de luna de miel?
-Tendría, tú lo has dicho.
-¿Y tu marido no opina nada malo sobre que estés aquí conmigo?
-Mi marido, como tú le llamas, no sabe dónde estoy.
-Uh, seguramente te estará buscando como un loco.
-Te equivocas, ahora mismo duerme plácidamente sobre la cama donde pensaba hacerme el amor.
Esas palabras hicieron que Peter endureciese el gesto pero decidió continuar con bromas y quitarle importancia a ese asunto, al menos por esa noche.
-Que mal te debes sentir ¿no? Tu luna de miel arruinada porque tu marido se ha quedado dormido…
-No se quedó dormido, más bien lo dormí con un somnífero que me dio mi prima-le corrigió.
Peter echó a reír.
-¿En serio?
Eugenia asintió dibujando una media sonrisa en su rostro.
-Vaya, vaya. Menuda esposa…en la noche de bodas duerme al marido y va en busca del amante para serle infiel al marido en la primera noche como casados. Una trama perfecta para una telenovela. 
-Peter, eres odioso-dijo Eugenia volviendo a golpearle en el pecho.
Él echó a reír mientras le pedía perdón.
-De acuerdo, ya paro, ya paro. Bandera blanca-le acarició la cara.-Ahora sí, permíteme hacer lo que me has pedido-Peter se acercó a ella y rozó sus labios con los suyos.- ¿Qué me dices?
-Que eres tonto-dijo Eugenia antes de llevar sus manos a la nuca de Peter y hacer que sus labios se fundiesen el uno en los del otro.
Peter llevó sus manos por debajo de la camisa de pijama que llevaba Eugenia y la fue subiendo lentamente hacia arriba mientras acariciaba el cuerpo de la muchacha. Ella separó sus labios de los de él y le ayudó a que le quitara la camisa. Tras eso la tiró al suelo y con un pequeño impulso, Peter la levantó del suelo y Eugenia rodeó con sus piernas la cintura de Peter. Ella al momento volvió a besarlo. Él fue hacia la cama y lentamente la depositó sobre el colchón. Peter decidido a terminar lo que no había podido hacer antes, llevo sus labios hasta el cuello de Eugenia y lo torturó. Lo hizo de tal forma que provocó que Eugenia doblase la espalda del placer. Peter aprovechó y metió la mano entre el colchón y el cuerpo de Eugenia para desabrocharle el sujetador. Una vez que lo hizo, lanzó la tela de prenda al suelo. La muchacha disfrutaba de los besos y de las acaricias de Peter mientras ella también le acariciaba. Sin duda iba a ser una noche larga para ambos.

Peter se desplomó en la cama al lado de Eugenia. Ambos tenían la respiración agitada y las pulsaciones a mil por hora. Sin duda habían pasado una gran noche. Hacía tiempo que no disfrutaban de esa manera el uno del otro y habían sabido aprovechar bien esa ocasión. Peter agarró la manta y cubrió a Eugenia con ella. Le dio un tierno beso en los labios y ella aprovechó para morderle el labio inferior con dulzura. Peter sonriendo volvió a tumbarse a su lado mirando al techo. La rubia se quedó mirándole y analizando su perfil. Era tan guapo. Él se sintió observado y la miró.
-¿Qué ocurre?
-Nada, solo admiraba a mi Romeo-contestó Eugenia tumbándose de lado.
-Mmm… ¿soy tu Romeo?-ella asintió sonriendo.- ¿Estas segura? Te recuerdo que la historia de Romeo y Julieta no acaban bien. Ambos mueren al final.
-Uh, pero ¿qué te ocurre?-preguntó la muchacha acariciando el pecho de Peter.
-Nada, ¿por?
-Te noto serio.
-No… solo pensaba-le sonrió.
-¿En…?
-En nada, Euge no quiero discutir.
Eugenia frunció el ceño sabía en que estaba pensando.
-Peter te he dicho que no. No quiero que te involucres en esto.
-Eugenia siento decirte que tus problemas son mis problemas y no voy a quedarme quieto mientras…
Eugenia cansada de oírle decidió cambiar de tema a su manera. Se sentó encima de Peter y le colocó el dedo índice encima de los labios del muchacho verticalmente mientras siseaba:
-Ssshh. Hoy no quiero discutir. Dejémoslo para mañana-dijo agarrando las manos de Peter contra la cama.
-¿Qué piensas hacer?-preguntó él curioso.
-Bueno…tú has hecho que me olvide de todo durante un tiempo ahora creo que te lo debo-dijo acercando sus labios a los de él.- ¿Qué me dices?-preguntó imitándole con una sonrisa.
Peter sonrió dejando relucir su blanca dentadura.

Continuará...

5 comentarios:

  1. Por Diosssssssss *-----*
    mori de amor, de ternura, pura pasion *.*
    me matan, te juro!

    Quierooo masssss

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  2. Owwww yo tambien mori son tan lindos me encantan!!! Espero que arreglen todo y esten juntos para siempre!! Me encanta espero mas genia!!

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  3. Heyyyyy, queremos la nove! u.u

    CHISTE! Postea cuando puedas :D

    Chauu genia c:

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  4. sigo esperandote!!! te extraño mucho =(
    VUELVEEEEE

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  5. VOLVEEEE TE EXTRAÑOOO!

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