JF3. Capitulo 20.

Capitulo anterior:

-Porque le quiero-dijo finalmente con los ojos cerrados; no podía mirarle a la cara.

Peter apretó la mandíbula enfadado.

-Eugenia, abre los ojos y dímelo a la cara. Dime que lo quieres a él y que lo sentías por mi ya no existe y que ya no me amas.

-Peter no me lo pongas más difícil, por favor.

-Hazlo.

Eugenia abrió lentamente los ojos y lo miró. Esa sonrisa que tenía antes ya no estaba, se había esfumado. Ahora lo que reinaba en su rostro era rabia, la misma que hacia un tiempo había deslumbrado tras su charla en el bar de Gastón. Odiaba verlo así.

-Peter, yo…

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“Ha pasado. Ya estoy casada con Nicolás”-pensaba Eugenia mientras miraba el anillo que tenía en el dedo anular de su mano derecha.

Todos estaban en el banquete. Nicolás se había encargado de buscar un lugar bonito y amplio donde hacer el banquete. Todos los familiares habían intentado olvidar el incidente de la boda y disfrutar de ese hermoso día, al igual que el novio pero siempre había alguien murmurando sobre lo ocurrido. Eugenia estaba sentada sola en la mesa mientras todos los demás se habían animado a bailar. Su cara era el mero espejo de su alma. Estaba triste y destrozada. Había tenido que tener el valor de decirle a Peter que no le amaba más para así evitar que Nicolás hiciese una locura y le hiciera daño a Peter.

“Juro que he hecho todo esto para protegerte, Peter”-pensó Eugenia para sí.

Rocío vio a su prima sola y aprovechó para hablar con ella.

-Hola, ¿cómo estas?-preguntó Rocío sentándose a su lado.

-¿Tú que crees?-dijo Eugenia mirándola.

-Supongo que mal…

-Muy…-admitió muchacha agachando la cabeza.-No sabes lo que me dolió cuando le dije a Peter que no le amaba. Su cara, sus ojos… me mataron por dentro.

-Te entiendo…pero Eugenia ¿por qué? ¿Por qué lo has hecho? ¿Por qué has dejado escapar tu oportunidad?

-Porque vi a Nicolás con una pistola-Rocío se sorprendió.-y tenía la intención de… de matar a Peter. ¿Qué querías que hiciera? No podía permitirlo y lo primero que se me ocurrió fue eso. Darle a Nicolás lo que quería.

-Pero, ¿en serio crees que hubiese sido capaz de matarlo?

-No lo sé, ni quiero saberlo. Te juro que como le pase algo a Peter me muero.

-Dios pero ¿cómo puede existir alguien así?

-Lo que más temo es el momento en que nos vayamos de aquí… Sé que Nicolás olvidará su promesa de esperar…

-Euge-dijo Rocío asustada.-No puedes permitir que Nicolás te toque.

-Lo sé, pero ¿qué puedo hacer? Tienes que ayudarme-le rogó Eugenia.

-Si, por supuesto, yo….-Rocío se quedó callada pensando.- Mmm… ¡tengo una idea! Verás…

Rocío estaba apunto de contárselo cuando apareció Nicolás.

-Hola, chicas. ¿Qué tal os lo estáis pasando?

Las dos primas se pusieron tensas y lo miraron serias.

-Espero que tú genial-dijo sentándose al lado de Eugenia y dándole un beso en la mano.

Ella se apartó de él y miró hacia otro lado.

-Bueno, creo que… me voy. Os dejo solos-comentó Rocío mirando a su prima fijamente.-Luego hablamos.

Eugenia asintió con la cabeza. Nicolás le agarró por la barbilla y le giró el rostro a la muchacha para que lo mirase.

 -Por favor, cambia esa cara-le pidió mirándola con dulzura.

-¿Cómo quieres que cambie mi cara si este es el peor día de mi vida?

-Vamos, cariño, no es para tanto-dijo cogiéndole la mano y besándosela nuevamente.-Es el día de tu boda y estas con todos tus seres queridos.

-Tú lo has dicho, es el día de mi boda y no puedo ni ir al baño tranquila sin que ninguno de esos idiotas que has contratado me siga.

-Los he contratado por precaución.

-¿Precaución de qué? ¿De qué me escape o de qué Peter aparezca?

-Digamos que de las dos cosas. Pero por lo visto en la segunda no me he equivocado-dijo recordando lo ocurrido en la iglesia.-Así que espero que no acierte en el cien por cien y no intentes escaparte.

-Oh, por favor, ¿cómo crees que me voy a querer escapar de mi boda y arruinar el mejor día de mi vida?-preguntó irónicamente revoloteando los ojos.

-Me encantas cuando eres así de borde conmigo-dijo Nicolás dándole un beso en la mejilla.-Y no dejo de imaginarme cómo serás en la cama.-Eugenia resopló.-Pero ¿sabes? Prefiero dejar de imaginarlo y ponerlo en practica. ¿No vamos?-preguntó levantándose y extendiéndole la mano.

-Ni de broma. Tú lo has dicho, es mi boda y pienso disfrutarla-comentó levantándose.-Ahora si me disculpas me voy a buscar a mi prima-dijo dándose la vuelta y dejando a Nicolás allí sonriendo.

-Eugenia, Eugenia…como me gustas-comentó él mientras la veía irse.

La muchacha encontró a su prima bailando animadamente, esperó a que terminase la canción para acercarse a ella y alejarla de la multitud.

-Necesito que me digas cual es tu idea-dijo Eugenia.

-Oh, si, claro. Toma-dijo sacando de su bolso un botecito con líquido dentro.

-¿Y esto?

-Es un somnífero. Pero tienes que tener cuidado con la dosis. Solo puedes echar la cantidad que quepa en el tapón; no más.

-Muchas gracias, Ro. Pero ¿de dónde has sacado esto?

-Hace tiempo mi madre no podía dormir por los ronquidos de papá y cuando fue al médico le recomendaron unos somníferos pero ella detesta tragar pastillas por lo que le dijeron que comprase ese. Se lo he robado del bolso pero no creo que le importe, tiene muchos más.

-¿Y cuánto tarda en tener efecto?

-Como mucho cinco minutos, así que tendrás que esperar hasta que estéis los dos solos. Ten mucho cuidado.

-Lo tendré. Gracias, Rochi, en serio muchas gracias.

-Gracias a los desconocidos, tonta-la abrazó con fuerza.

Se había hecho de noche y Nicolás y Eugenia junto a Julio se habían ido de la boda. Iban en el coche rumbo al sitio donde los recién casados pasarían su luna de miel. No se iban de viaje porque Eugenia al día siguiente tenía una cita con el médico para la primera ecografía del bebé. Gracias a eso Eugenia había evitado un viaje incómodo junto a él. La muchacha mantenía el puño de la mano izquierda cerrado alrededor del botecito de somnífero. Desde que su prima se lo había dado no lo había soltado. Eso sería su salvación para esa noche y no pensaba separarse de él. Nicolás estaba sentado a su lado jugueteando con el anillo de bodas que llevaba puesto Eugenia mientras Julio conducía.

-¿En qué piensas?-le susurró Nicolás al verla muy pensativa.

-En nada-contestó mirando por la ventana.- ¿A dónde vamos?-preguntó al no conocer el lugar por dónde iban.

-Como no nos podemos ir de viaje, al menos quiero que pasemos una luna de miel en un gran hotel del centro y a lo grande.

Nicolás le dio un beso en la cabeza y sonrió ampliamente. Era, sin duda, el mejor día de su vida.

Continuará....

[Bueh, buehh >.< hoy subiré otro capitulo para que no mateis a Eugenia jajajajajajaj xD Pero comprendedla, le da miedo jajajajaaja & eso, espero que os gusteeee a pesar de que euge sea pasiva >.< y nada, que se viene cap Eugeter (¿cuándo? nosabenocontesta) pero se viene así que relax!]