jueves, 22 de marzo de 2012

Capitulo 15: Una decisión

Capitulo anterior:
-¡Peter, ¿qué haces aquí?! ¡Lárgate!
-No veo, no veo nada, tranquila. Quiero hablar contigo.
-¿De que?

-Bueno… eh… Euge ¿puedo mirar?
-¡NO! Estoy en toalla.
-¿Y que tiene? No veré gran cosa-miro de reojo.-Aparte esta el muro, no veo nada.
-Me da igual, tápate los ojos.
En ese momento los dos se dieron cuenta de que el pomo de la puerta empezaba a girar. Ambos tragaron saliva mirándose el uno al otro.

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Al abrirse la puerta, la monitora que era la que llegaba vio a Eugenia y se apresuró a preguntar:
-¿Qué haces aquí?
-Eh… duchándome, ¿que si no?
-No puedes estar aquí deberías estar en tu cabaña.
-Ya… pero le pedí permiso a mi monitora porque me sentía mal-dijo Eugenia.
-En ese caso esta bien. Termina de ducharte y directo a tu cabaña ¿entendido?
-Si…
La mujer cerró la puerta tras la contestación de Eugenia.
-¿En serio le pediste permiso a tu monitora?-preguntó Peter que estaba escondido detrás del muro al lado de las piernas de Eugenia.
-Si.
-¿Y por que te sentías mal?
-Por nada, adiós Peter- le dijo haciéndole saber que quería que se fuese.
-No, de aquí no me voy hasta que no hable contigo-se levantó.
-¿Y de que quieres hablar?
-Euge, ¿estas loca o te faltan tres tornillos? ¿Cómo vas a quedar con Nicolás para acostaros?
-¡¿Qué?!-preguntó Eugenia sorprendida.
-No te hagas la tonta.
-No me hago nada, ¿de qué me hablas? Yo quede con Nicolás porque me dijo que quería conocerme y demás.
-¿En serio?-ella asintió.-Bueno en todo caso, no vayas.
-¿Y por qué?
-Porque Nicolás solo quiere una cosa, y ya sabes perfectamente a lo que me refiero.
-¿Y tú que sabes? Quizás quiera conocerme en serio. Aparte ¿quién te crees metiéndote en esto? Tú tienes a tu novia ocúpate de ella.
-Tranquila, que lo hago. Pero también puedo ocuparme de ti, como hermano tuyo postizo que soy ¿o no?
-¡No! Peter, sí, soy tu hermana pero no debes comportarte conmigo como si fuera tu novia. Te pones celoso cada vez que un chico se acerca a mí e intentas alejarlo a toda costa-hizo una pausa.-Si te soy sincera; me equivoque-él la miro extrañado.-Si, me equivoque al decir que solo te quería como una hermana, porque te amo aunque no deba-Eugenia mientras hablaba le daba con el dedo índice en el pecho.-Es que te juro que no sabía que quería en aquel momento en que te dije eso, y creo que tú ahora tampoco sabes lo que quieres.
Peter agarro la mano de Eugenia y paso la suya por su cintura y la acerco a él.
-Eugenia… quiero estar contigo-soltó la mano de Eugenia y llevo la suya a la suave cara de su “hermana”. Sentía unas ganas enormes de besarla. Eugenia se aparto.
-Peter… no. Me arrepentiré mucho por lo que voy a decir pero… esta Melodi.
-Si… tienes razón.
Peter dio un paso atrás para irse y piso un jabón. Se resbaló y agarró a Eugenia llevándosela al suelo con él. Ella para no caerse intento sujetarse y puso la mano en el grifo, que solo sirvió para que se abriese el agua fría. Los dos se quedaron callados mirándose el uno al otro mientras el agua caía sobre ellos. Eugenia se intento levantar sujetando la toalla para que no se le viese nada, y se quedó sentada encima de Peter con las rodillas apoyadas en el suelo mirando al muchacho, que se había incorporado quedando sentado con las manos apoyadas en el suelo de la ducha. Eugenia se mordió el labio y se acerco más a Peter. Iba a besarle pero cuando falto centímetros, descendió la cabeza haciendo que su frente quedase apoyada en el hombro de Peter. En esa posición permanecieron un buen rato mientras se empapaba la ropa del muchacho y la toalla de Eugenia por culpa del agua.
-Euge…-y ella al cabo de un rato hizo un sonido raro para que él notase que lo estaba escuchando.-Creo que será mejor que te levantes y te vistas antes de que te resfríes, y también creo que vas a llegar tarde a tu cita con Nico.
Eugenia se quedo callada, no quería levantarse; estaba muy bien así. Pero tenía que hacerlo. Se levanto con cuidado, sujetándose la toalla con la cabeza baja. Peter se levanto tras ella y cerro el grifo.
-Bueno….-mientras intentaba buscar las palabras adecuada no la miraba a la cara.-Hasta mañana-prefirió no decirle nada mas sobre el tema de Nicolás. Le dio un beso en la mejilla y se fue hacia la puerta, sin ni siquiera mirarla. Eugenia lo veía irse y antes de que él abriese la puerta dijo:
-¡Peter!-él hizo un movimiento con la cabeza, que eso le hizo saber a Eugenia que la escuchaba.-Si tú no quieres que vaya, yo no iré.
Peter se quedó callado.
“¡Dios, que dije!”-pensó Eugenia.
-Haz lo que quieras-dijo Peter por fin.-Es tu vida…-esas fueron sus últimas palabras antes de irse y cerrar la puerta de mala manera tras de sí. En su voz se podía notar un poco de odio y a la vez tristeza. Eugenia estaba triste, dolorida, con odio, decepcionada… todo a la vez. No sabia que hacer, si ir a ver a Nicolás o hacer caso a Peter. Hiciese lo que hiciese a Nico lo tenía que ver, no podía dejarlo allí esperando. Así que se vistió y fue para allá. Antes quería pasar por su cabaña para dejar las cosas. Pasó por delante de la cabaña de Melodi, y al hacerlo la vio sentada junto a su novio, que la abrazaba. Él se percato de que Eugenia estaba allí. Melodi le estaba hablando al muchacho pero él no la escuchaba, tenía todos los sentidos puestos en Eugenia, que caminaba despacio mirándolo con tristeza en los ojos. Cuando la perdió de vista a la rubia, le presto atención a Melodi.

Eugenia al llegar delante de la puerta de la despensa, se quedó allí quieta, contemplando el pomo. No sabía que hacer, estaba nerviosa. Sabía que si daba ese paso, posiblemente no podría retroceder. Respiro hondo y…

Continuará...

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