-¿Qué para qué preocuparse?-repitió él con
tono sarcástico.-Eugenia te ha pasado una vez y te puede volver a pasar. De
verdad, mi amor, vamos al hospital, que te vean y si es cierto que solo
necesitas descansar, estaré más tranquilo.
-Peter, por favor, no-le rogó con tristeza.-No
quiero ir-se negó una vez más mientras una lágrima se le escapaba.
-Pero, ¿por qué?-cuestionó él limpiándole esa
lágrima.
-Porque no, porque odio los hospitales, porque
n…no quiero estar allí ¡No!
-Pero…Euge.
-No quiero-trataba de no llorar.-Peter ¡No
quiero que me digan que tengo un tumor en el cerebro!-gritó y tras eso rompió a
llorar con las manos en el rostro.
-¿Qué?-dijo Peter a penas sin voz y con los
ojos lleno de lágrimas.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Eran a penas las siete y media de la mañana
cuando Eugenia se despertó. La muchacha adormilada miró el reloj y vio que eran
las once de la mañana e inmediatamente notó la ausencia de Peter en la cama.
Lentamente se levantó con somnolencia y bajó a la cocina para desayunar y ver
si su novio estaba allí. Entró y comprobó que allí no había nadie. Seguramente
estaría en el salón. Muriéndose de hambre cogió una magdalena y se la llevó a
la boca. Después fue a por un poco de leche al frigorífico y divisó una nota
pegada en la puerta del frigorífico. La agarró y empezó a leer:
“Euge me
he ido a trabajar más temprano porque ha surgido un pequeño problema en el bar.
Dile a Peter que te deje allí cuando vaya de camino a su trabajo. ¡Ah! Coge
este dinero que te he dejado y compra café para el bar. Gracias, Gastón”.
Ella, tras terminar de leer la nota, se sentó
en un taburete con comida delante y desayunó en la soledad de la cocina
mientras recordaba lo que había pasado la noche anterior.
Flashback.
-Pero, ¿por qué?-cuestionó él.
-Porque no, porque odio los hospitales, porque
n…no quiero estar allí ¡No!
-Pero…Euge.
-No quiero-trataba de no llorar.-Peter ¡No
quiero que me digan que tengo un tumor en el cerebro!-gritó y tras eso rompió a
llorar con las manos en el rostro.
-¿Qué?-dijo Peter a penas sin voz y con los
ojos lleno de lágrimas.
El bello de todo el cuerpo del muchacho se
había puesto de punta, un escalofrío había recorrido todo su cuerpo, de pies a
cabeza. Las palabras de Eugenia lo había dejado frío, sin saber qué hacer, en
shock. Había sido muy duro oír aquello. Se sentó al lado de la muchacha a causa
de que sus piernas empezaban a fallar. ¿Cómo era posible aquello? ¿Cómo podría
pasarle a ella? No, tenía que ser mentira. Tenía que ser un sueño, algo, algo
que arreglase aquella situación y prohibiese esa posibilidad.
Tras estar largos y eternos minutos en silencio
pensando en la situación, por fin, el muchacho se decidió a hablar:
- Eh… Euge no pasa nada-dijo tratando de
permanecer relajado.-Eso se cura, o sea que no tienes porque preocuparte.
Mañana vamos al médico y… desde ya empezamos el tratamiento que tengas que
hacer o la operación, lo que sea. Pero no te preocupes...ahora hay cura para
todo así que…
-Pero yo no sé si quiero…-tragó saliva, la
costaba hablar.-Peter, verás…-vocalizó pasándose la mano por la frente.-Yo,
cuando tenía diez años tuve un tumor en el cerebro que me hizo vivir a base de
medicamentos hasta que mis padres decidieron que había llegado el momento de
operarme. La operación salió bien y me pudieron quitar el tumor pero el médico
nos advirtió de que existía la posibilidad de que el tumor volviese a
regenerarse, que no había forma de evitarlo y cuando hace unos días he empezado
a sentirme mal, que todo se me nublaba, me mareaba y…ahora este desmayo me
recordaron a la perfección todo lo que sentí a los diez años antes de que me
llevaran al médico y me dijeran que era un tumor-hizo una pausa.-Así que fui al
médico y me confirmaron mis sospechas. Era, bueno, es un tumor y tienen que
tratármelo de inmediato. Pero no podría soportar volver a pasar por todo lo que
pase a los diez años. Alimentarme a pastillas, operarme… ¿para luego qué? Que
me digan que cabe una posibilidad de que reaparezca y dentro de unos años que
así sea y tener que volver a pasar por todo eso. No, me niego.
-¿Qué insinúas? ¿Qué prefieres…
morir?-preguntó él muy seriamente.
-No, no sé, insinúo que desearía estar sana,
sin problemas.
-Y puede que ser así. Solo tienes que tratarte
y estar un tiempo con unas pastillas y enfrentarte a una operación que te
solucionaría tu problema-tomó aire.-Mira Euge, hagamos algo. Mañana nos
levantamos temprano, vamos al médico que te hagan lo que tengan que hacer y yo
estaré allí. A tu lado agarrándote fuerte de la mano y dándote todo mi apoyo y
si me lo permites afrontaré esto contigo, a tu lado.
Eugenia lo miraba fijamente a los ojos
mientras lo escuchaba decir aquellas palabras.
-Eres increíble-le acarició la
mejilla.-Gracias por todo Peter, en serio-le dedicó una sonrisa que desprendía
más tristeza que alegría y agachó la cabeza.-Y por favor, perdóname por haberte
dicho lo del tumor de esa manera pero…
-No pasa nada
Peter le sonrió y le dio un tierno beso en la
frente.
-Pero contéstame a una cosa. ¿Desde cuándo lo
sabes?
-Desde…
En ese momento, Eugenia abrió los ojos
asustada y comprobó que estaba siendo dejada sobre su cama por unos brazos
fuertes que la llevaba bien agarrada.
-¿Qué…qué me ha pasado?-preguntó llevándose la
mano a la cabeza.
-Te has quedado dormida en el sofá viendo la
película.
-¿En serio?
Él asintió sonriendo.
-Creo que ni llegaste a ver el
comienzo-comentó él agarrando la manta y poniéndosela encima de la muchacha.
-Pe…pero nosotros estábamos hablando.
-¿Hablando? ¿De qué?
-De mis mareos y…
-¿Qué mareos?-preguntó Peter sin entender
nada.
Eugenia se quedó callada mirándole fijamente
mientras pensaba. Peter parecía no saber nada del asunto, estaba sorprendido.
-Nada-contestó la muchacha.-Unos pequeños
mareos que he tenido hoy por falta de sueño.
-¿Falta de sueño?
Ella asintió con la cabeza.
-Así que será mejor que duerma un rato, a ver
si se me pasan.
-Está bien, buenas noches-se despidió dándole
un beso en los labios.
-Buenas noches.
Eugenia se recostó sobre la cama y se quedó
sumida en sus pensamientos mientras miraba el techo fijamente hasta que
finalmente se quedó dormida. Antes de conciliar el sueño por su cabeza rondaron
diversas cosas…Todo había sido un simple sueño, extraño pero sueño. Se sentía
aturdida, su cabeza le había jugado una mala pasada. En su sueño decía que ella
de pequeña había tenido tumor en el cerebro, una idea que desde siempre había
intentado olvidar, omitir, obligarse a ella misma no recordarlo. Era cierto, de
pequeña había vivido a base de medicamentos pero… ¿por qué recordarlo ahora? Habían
sido simples mareos, tampoco era para tanto. Fuera lo que fuese los motivos de
que volviesen a su cabeza esos malos momentos que había pasado en su infancia
daba igual porque tan solo había sido un sueño, un mal sueño y no tenía por qué
hacerse realidad…
Findelflashback.
Eugenia seguía en la cocina desayunando con la
mirada perdida. Lo vivido la noche anterior para ella había sido extraño, raro.
Desde siempre había evitado recordar esa etapa de su vida y ahora volvía a
resurgir. Nunca le había contado nada a nadie, ni siquiera a Peter. Así que
fueran lo que fueran esos mareos, iba a ir al médico sola. Si llegasen a
confirmarle que podía ser un tumor delante de Peter, no podría soportarlo.
Tendría que hacerse frente a ello, ella sola.
-Buenos días-saludó Peter entrando en la
cocina e interrumpiendo los pensamientos de la muchacha.
-Buenos días-dijo ella con una sonrisa.
-Vaya, vaya, hoy te has levantado con hambre
¿no?-preguntó Peter mientras se servía una taza de café.
Eugenia se sonrojó y miró hacia el montón de
envoltorios de magdalenas, bollos y diversas cosas que había sobre la mesa.
-Si, es que pensar me da hambre.
-¿Pensar?-preguntó él sentándose a su lado.-
¿En qué pensabas? Si se puede saber.
-Nada, cosas sin importancia-le sonrió y le
dio un beso sobre los labios.-Por cierto, ¿dónde has comprado estas
magdalenas?-preguntó enseñándole el paquete.-Están muy buenas.
-No, yo no las he comprado-contestó agarrando
una.
-¿Cómo que no? Pero, ¿tú no has hecho la
compra esta semana?
-Si, pero yo no las he comprado. Habrá sido
Gastón.
-Oh, lo veo complicado. Hace mucho que Gas no
hace la compra. Se lo prohibí porque el cuarenta por ciento de la compra eran
cervezas porque estaba influenciado por alguien-comentó mirando mal a Peter.
-Bueno, yo le comenté una vez que comprase
cervezas, él fue quien se sobrepasó comprando tantas.
-Ya, claro-dijo mirándole con poca
credibilidad.
-Pero, en serio, yo no las he comprado-comentó
el muchacho mirando el paquete y percatándose de unos pequeños números negros
que había en la bolsa.-Oye, Euge, ¿a qué estamos hoy?
-A…-pensó durante unos segundos.-A dos de mayo
¿por?
-Porque según la bolsa estas magdalenas
caducaron el nueve de abril.
-¿Qué?-preguntó mirando la fecha que había
inscrita en la bolsa.-Oh, no-vocalizó observando todos los envoltorios de las
que se había comido.
me asuste mucho ojala que euge no tenga ese tumor en el cerebro... pobre se comio magdalenas vencidas jaja ME GUSTO MUCHO ESPERO QUE SUBAS PRONTO cuidate!!!
ResponderEliminarEstoy aturdida :/ estaba a punto de llorar imaginando todo ese proceso de terapia y ahora resulta que fue un sueño,cosa que me alegro :) ....POR FAVOR QUE NO TENGA TUMOR ,seria mas lindo un bebe ;) ...siguela que esta genial
ResponderEliminarsii pienso lo mismo que ANALUZMARIA que este embarazada quiero un bebito c:
ResponderEliminarHermoso, masssss :D .. y yo también pienso lo mismo que ANALUZMARIA u.u un baby eugeter *.*
ResponderEliminarSUBE MAS NOVE!!! te extraño :(
ResponderEliminarhey!! vuelve porfa :(
ResponderEliminarHeyy q pasooo?? Porque no dejas mas nove?? Es hermosaa, dalee vuelveee <3
ResponderEliminarhey que pasa? ya no vas a seguir con la nove? te estoy esperando porfa no nos dejes
ResponderEliminar