sábado, 12 de enero de 2013

JF2. Capitulo 68: Recordar el pasado

Capitulo anterior:

-¿Qué para qué preocuparse?-repitió él con tono sarcástico.-Eugenia te ha pasado una vez y te puede volver a pasar. De verdad, mi amor, vamos al hospital, que te vean y si es cierto que solo necesitas descansar, estaré más tranquilo.
-Peter, por favor, no-le rogó con tristeza.-No quiero ir-se negó una vez más mientras una lágrima se le escapaba.
-Pero, ¿por qué?-cuestionó él limpiándole esa lágrima.
-Porque no, porque odio los hospitales, porque n…no quiero estar allí ¡No!
-Pero…Euge.
-No quiero-trataba de no llorar.-Peter ¡No quiero que me digan que tengo un tumor en el cerebro!-gritó y tras eso rompió a llorar con las manos en el rostro.
-¿Qué?-dijo Peter a penas sin voz y con los ojos lleno de lágrimas.
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Eran a penas las siete y media de la mañana cuando Eugenia se despertó. La muchacha adormilada miró el reloj y vio que eran las once de la mañana e inmediatamente notó la ausencia de Peter en la cama. Lentamente se levantó con somnolencia y bajó a la cocina para desayunar y ver si su novio estaba allí. Entró y comprobó que allí no había nadie. Seguramente estaría en el salón. Muriéndose de hambre cogió una magdalena y se la llevó a la boca. Después fue a por un poco de leche al frigorífico y divisó una nota pegada en la puerta del frigorífico. La agarró y empezó a leer:
Euge me he ido a trabajar más temprano porque ha surgido un pequeño problema en el bar. Dile a Peter que te deje allí cuando vaya de camino a su trabajo. ¡Ah! Coge este dinero que te he dejado y compra café para el bar. Gracias, Gastón”.
Ella, tras terminar de leer la nota, se sentó en un taburete con comida delante y desayunó en la soledad de la cocina mientras recordaba lo que había pasado la noche anterior.
Flashback.
-Pero, ¿por qué?-cuestionó él.
-Porque no, porque odio los hospitales, porque n…no quiero estar allí ¡No!
-Pero…Euge.
-No quiero-trataba de no llorar.-Peter ¡No quiero que me digan que tengo un tumor en el cerebro!-gritó y tras eso rompió a llorar con las manos en el rostro.
-¿Qué?-dijo Peter a penas sin voz y con los ojos lleno de lágrimas.
El bello de todo el cuerpo del muchacho se había puesto de punta, un escalofrío había recorrido todo su cuerpo, de pies a cabeza. Las palabras de Eugenia lo había dejado frío, sin saber qué hacer, en shock. Había sido muy duro oír aquello. Se sentó al lado de la muchacha a causa de que sus piernas empezaban a fallar. ¿Cómo era posible aquello? ¿Cómo podría pasarle a ella? No, tenía que ser mentira. Tenía que ser un sueño, algo, algo que arreglase aquella situación y prohibiese esa posibilidad.
Tras estar largos y eternos minutos en silencio pensando en la situación, por fin, el muchacho se decidió a hablar:
- Eh… Euge no pasa nada-dijo tratando de permanecer relajado.-Eso se cura, o sea que no tienes porque preocuparte. Mañana vamos al médico y… desde ya empezamos el tratamiento que tengas que hacer o la operación, lo que sea. Pero no te preocupes...ahora hay cura para todo así que…
-Pero yo no sé si quiero…-tragó saliva, la costaba hablar.-Peter, verás…-vocalizó pasándose la mano por la frente.-Yo, cuando tenía diez años tuve un tumor en el cerebro que me hizo vivir a base de medicamentos hasta que mis padres decidieron que había llegado el momento de operarme. La operación salió bien y me pudieron quitar el tumor pero el médico nos advirtió de que existía la posibilidad de que el tumor volviese a regenerarse, que no había forma de evitarlo y cuando hace unos días he empezado a sentirme mal, que todo se me nublaba, me mareaba y…ahora este desmayo me recordaron a la perfección todo lo que sentí a los diez años antes de que me llevaran al médico y me dijeran que era un tumor-hizo una pausa.-Así que fui al médico y me confirmaron mis sospechas. Era, bueno, es un tumor y tienen que tratármelo de inmediato. Pero no podría soportar volver a pasar por todo lo que pase a los diez años. Alimentarme a pastillas, operarme… ¿para luego qué? Que me digan que cabe una posibilidad de que reaparezca y dentro de unos años que así sea y tener que volver a pasar por todo eso. No, me niego.
-¿Qué insinúas? ¿Qué prefieres… morir?-preguntó él muy seriamente.
-No, no sé, insinúo que desearía estar sana, sin problemas.
-Y puede que ser así. Solo tienes que tratarte y estar un tiempo con unas pastillas y enfrentarte a una operación que te solucionaría tu problema-tomó aire.-Mira Euge, hagamos algo. Mañana nos levantamos temprano, vamos al médico que te hagan lo que tengan que hacer y yo estaré allí. A tu lado agarrándote fuerte de la mano y dándote todo mi apoyo y si me lo permites afrontaré esto contigo, a tu lado.
Eugenia lo miraba fijamente a los ojos mientras lo escuchaba decir aquellas palabras.
-Eres increíble-le acarició la mejilla.-Gracias por todo Peter, en serio-le dedicó una sonrisa que desprendía más tristeza que alegría y agachó la cabeza.-Y por favor, perdóname por haberte dicho lo del tumor de esa manera pero…
-No pasa nada
Peter le sonrió y le dio un tierno beso en la frente.
-Pero contéstame a una cosa. ¿Desde cuándo lo sabes?
-Desde…
En ese momento, Eugenia abrió los ojos asustada y comprobó que estaba siendo dejada sobre su cama por unos brazos fuertes que la llevaba bien agarrada.
-¿Qué…qué me ha pasado?-preguntó llevándose la mano a la cabeza.
-Te has quedado dormida en el sofá viendo la película.
-¿En serio?
Él asintió sonriendo.
-Creo que ni llegaste a ver el comienzo-comentó él agarrando la manta y poniéndosela encima de la muchacha.
-Pe…pero nosotros estábamos hablando.
-¿Hablando? ¿De qué?
-De mis mareos y…
-¿Qué mareos?-preguntó Peter sin entender nada.
Eugenia se quedó callada mirándole fijamente mientras pensaba. Peter parecía no saber nada del asunto, estaba sorprendido.
-Nada-contestó la muchacha.-Unos pequeños mareos que he tenido hoy por falta de sueño.
-¿Falta de sueño?
Ella asintió con la cabeza.
-Así que será mejor que duerma un rato, a ver si se me pasan.
-Está bien, buenas noches-se despidió dándole un beso en los labios.
-Buenas noches.
Eugenia se recostó sobre la cama y se quedó sumida en sus pensamientos mientras miraba el techo fijamente hasta que finalmente se quedó dormida. Antes de conciliar el sueño por su cabeza rondaron diversas cosas…Todo había sido un simple sueño, extraño pero sueño. Se sentía aturdida, su cabeza le había jugado una mala pasada. En su sueño decía que ella de pequeña había tenido tumor en el cerebro, una idea que desde siempre había intentado olvidar, omitir, obligarse a ella misma no recordarlo. Era cierto, de pequeña había vivido a base de medicamentos pero… ¿por qué recordarlo ahora? Habían sido simples mareos, tampoco era para tanto. Fuera lo que fuese los motivos de que volviesen a su cabeza esos malos momentos que había pasado en su infancia daba igual porque tan solo había sido un sueño, un mal sueño y no tenía por qué hacerse realidad…
Findelflashback.

Eugenia seguía en la cocina desayunando con la mirada perdida. Lo vivido la noche anterior para ella había sido extraño, raro. Desde siempre había evitado recordar esa etapa de su vida y ahora volvía a resurgir. Nunca le había contado nada a nadie, ni siquiera a Peter. Así que fueran lo que fueran esos mareos, iba a ir al médico sola. Si llegasen a confirmarle que podía ser un tumor delante de Peter, no podría soportarlo. Tendría que hacerse frente a ello, ella sola.
-Buenos días-saludó Peter entrando en la cocina e interrumpiendo los pensamientos de la muchacha.
-Buenos días-dijo ella con una sonrisa.
-Vaya, vaya, hoy te has levantado con hambre ¿no?-preguntó Peter mientras se servía una taza de café.
Eugenia se sonrojó y miró hacia el montón de envoltorios de magdalenas, bollos y diversas cosas que había sobre la mesa.
-Si, es que pensar me da hambre.
-¿Pensar?-preguntó él sentándose a su lado.- ¿En qué pensabas? Si se puede saber.
-Nada, cosas sin importancia-le sonrió y le dio un beso sobre los labios.-Por cierto, ¿dónde has comprado estas magdalenas?-preguntó enseñándole el paquete.-Están muy buenas.
-No, yo no las he comprado-contestó agarrando una.
-¿Cómo que no? Pero, ¿tú no has hecho la compra esta semana?
-Si, pero yo no las he comprado. Habrá sido Gastón.
-Oh, lo veo complicado. Hace mucho que Gas no hace la compra. Se lo prohibí porque el cuarenta por ciento de la compra eran cervezas porque estaba influenciado por alguien-comentó mirando mal a Peter.
-Bueno, yo le comenté una vez que comprase cervezas, él fue quien se sobrepasó comprando tantas.
-Ya, claro-dijo mirándole con poca credibilidad.
-Pero, en serio, yo no las he comprado-comentó el muchacho mirando el paquete y percatándose de unos pequeños números negros que había en la bolsa.-Oye, Euge, ¿a qué estamos hoy?
-A…-pensó durante unos segundos.-A dos de mayo ¿por?
-Porque según la bolsa estas magdalenas caducaron el nueve de abril.
-¿Qué?-preguntó mirando la fecha que había inscrita en la bolsa.-Oh, no-vocalizó observando todos los envoltorios de las que se había comido.

 Continuará...

8 comentarios:

  1. me asuste mucho ojala que euge no tenga ese tumor en el cerebro... pobre se comio magdalenas vencidas jaja ME GUSTO MUCHO ESPERO QUE SUBAS PRONTO cuidate!!!

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  2. Estoy aturdida :/ estaba a punto de llorar imaginando todo ese proceso de terapia y ahora resulta que fue un sueño,cosa que me alegro :) ....POR FAVOR QUE NO TENGA TUMOR ,seria mas lindo un bebe ;) ...siguela que esta genial

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  3. sii pienso lo mismo que ANALUZMARIA que este embarazada quiero un bebito c:

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  4. Hermoso, masssss :D .. y yo también pienso lo mismo que ANALUZMARIA u.u un baby eugeter *.*

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  5. Heyy q pasooo?? Porque no dejas mas nove?? Es hermosaa, dalee vuelveee <3

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  6. hey que pasa? ya no vas a seguir con la nove? te estoy esperando porfa no nos dejes

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