viernes, 25 de enero de 2013

JF2: Capitulo 69: Una prueba

Capitulo anterior:

-Bueno, yo le comenté una vez que comprase cervezas, él fue quien se sobrepasó comprando tantas.
-Ya, claro-dijo mirándole con poca credibilidad.
-Pero, en serio, yo no las he comprado-comentó el muchacho mirando el paquete y percatándose de unos pequeños números negros que había en la bolsa.-Oye, Euge, ¿a qué estamos hoy?
-A…-pensó durante unos segundos.-A dos de mayo ¿por?
-Porque según la bolsa estas magdalenas caducaron el nueve de abril.
-¿Qué?-preguntó mirando la fecha que había inscrita en la bolsa.-Oh, no-vocalizó observando todos los envoltorios de las que se había comido.
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Era de tarde. Eugenia estaba en el baño del bar de Gastón sentada en el suelo con los ojos cerrados tratando de evitar que le volvieran las náuseas. Llevaba allí por lo menos media hora. Según ella, había echado todo lo que tenía en su estómago y había jurado que incluso más. No tenía explicación su malestar, aunque en realidad si, las magdalenas caducadas de aquella mañana. Todo por no mirar los numeritos inscritos en los envoltorios, todo por haber comido mucho sin darse cuenta; o eso creía ella. Lo estaba pasando realmente mal. Su estómago estaba revuelto, el sabor que tenía en su boca en aquel momento era detestable, estaba mareada y lo peor era que no podía seguir mucho tiempo allí porque tenía que seguir trabajando. Estaba desapareciendo su malestar cuando alguien llamó a la puerta del cubículo donde estaba.
-Ocupado-dijo ella.
-Euge, ¿estás bien?-dijo una voz masculina.-Soy Gas.
Ella al escuchar el nombre de quién era, se levantó, bajó la tapa del retrete, tiró de la cadena y abrió la puerta.
-¿Qué te ocurre?-preguntó él viendo que estaba pálida.
-Esta mañana he comido unas magdalenas que estaban caducadas y se están volviendo a hacer paso por donde han entrado porque mi estómago no las quiere-explicó saliendo del cubículo y dirigiéndose hacia los grifos. Necesitaba enjuagarse la boca aunque solo fuera con agua.-Pero a parte de eso, estoy bien.
-Eugenia, ¿te quieres ir a casa?-preguntó Gastón mirándola.
-¿Qué? No. Estoy bien, ya he echado todo lo que tenía que echar así que…no te preocupes, en dos minutos vuelvo al trabajo.
-Euge, estas mal, será mejor que te vayas a casa y descanses. Entre  tus mareos, casi desmayos y ahora vómitos, no creo que estés muy bien.
-Bueno, Gas, solo han sido un par de días malos pero ya esta. Además, no quiero que me dejes irme a casa porque lo haces porque somos amigos y me siento con privilegios sobre las demás camareras.
-No lo hago por eso. Si cualquier otra se encontrase indispuesta la dejaría irse a casa, incluso la llevaría yo como pienso llevarte a ti.
-Pero yo no me encuentro indispuesta.
-No, estas peor que eso. Así que no se hable más, te llevo a casa para que descanses.
-Pero…-trató de quejarse.
-¡Euge!
-Está bien-resopló.

Iban en el coche camino a casa, en completo silencio. Lo único que se oía era la música de la radio y eso evitaba que la incomodidad disminuyera. Eugenia estaba mirando por la ventanilla pensando y tratando de entender los motivos de su malestar. Gastón creyendo que debía hablar con ella, bajo la música de la radio haciendo que ella lo mirase extrañada.
-¿Qué ocurre?-preguntó Eugenia.
-Euge, ¿por qué no vas al médico?-cuestionó Gastón haciendo oído sordo a lo que ella había dicho.
-¿Cómo?-arqueó una ceja.-No te entiendo.
-Vamos, Euge, no te hagas la tonta. Sabes perfectamente de lo que estoy hablando. Últimamente no te encuentras muy bien… ¿por qué no vas al médico para ver que te dice?
-¿Qué? No, ¿para qué? Todo los mareos y el vomito tiene sus explicaciones, ya te lo he dicho. Supongo que en un par de días estaré bien.
-¿Supones? ¿Y si no es así?
-Pues si no es así, te haré caso e iré al médico-le sonrió.
-Como quieras…pero, y si no son solo simples mareos como tú dices y ni tampoco son simples vómitos…
-No te entiendo-lo miró.- ¿A dónde quieres llegar?
-Euge… ¿y si estas embarazada?-preguntó Gastón mirándola durante un instante.
-¿Embarazada?-cuestionó Eugenia escandalizada.- ¡No! Es imposible. Peter y yo siempre… ¡no!
-Verás, te lo digo porque mi hermana también experimentó estos síntomas y cuando fue al médico le dijeron que estaba embarazada por eso te lo digo…
-¡Oh, vaya! Pero no…es imposible, Gas. Peter y yo nos cuidamos bien y…-se quedó callada pensando en la posibilidad.-¡No!-gritó desesperada llevándose la mano a la boca.
-Vale, vale-vocalizó Gastón.-Lo del embarazo lo descartamos pero… ¿y si es otra cosa peor?-Gastón estaba parado en un semáforo por lo que pudo mirarle fijamente y darse cuenta de que empezaba a ponerse pálida.

Gastón ya había dejado a Eugenia en la casa y había vuelto al trabajo, tras asegurarse de que a la rubia no le faltase nada y de que estaba todo bien. Al segundo después de oir y ver por la ventana que el coche de Gastón se alejaba, Eugenia salió de casa. Necesitaba averiguar algo y no podría esperar.

La rubia ya había vuelto a casa. Estaba en el baño. Sentada sobre la tapa del bate mientras miraba fijamente una barra de plástico que sostenía en la mano. Dos, sí. Una, no. La mano en que sostenía el aparatejo no dejaba de temblar. Estaba nerviosa, tenía miedo y la espera se le estaba haciendo eterna. No podía creer lo despistada que había sido, no darse cuenta, ni siquiera pensar en esa posibilidad. En la posibilidad de estar embarazada. Suspirando mientras esperaba a que el test diese una respuesta, se levantó de la tapa del bate y se colocó frente al espejo. Por su cabeza solo rondaba la palabra ‘embarazada’ y la reacción que tendría Peter en cuánto se enterase, si es que el test llegara a ser positivo. Ellos nunca habían hablado de tener hijos. Quizás él había mencionado querer tenerlos quizás en un futuro lejano pero ¿ahora? No sabía si era el momento perfecto. Suspiró nuevamente y dejando el test sobre el lavabo cogió una blusa que había colgada y se la colocó debajo de la suya, pretendiendo aparentar una barriga. Se puso de perfil y empezó a mirarse. Una tonta sonrisa se dibujó en su cara. A ella le encantaría tener hijos y más si era con Peter pero… ¿y él?
Lo peor de todo aquello era que si la prueba daba negativa era porque sus mareos y sus vómitos tenían otro motivo que no era un embarazo inesperado sino quizás…Eugenia movió la cabeza tratando de que esos malos pensamientos se esfumaran. Cansada de plantearse ideas decidió quitarse la duda. Posiblemente estaba dramatizando y la prueba daba negativa. Se quitó la blusa de debajo de la suya y agarró nuevamente el test. Tragó saliva y…

Continuará...

14 comentarios:

  1. Vos también sos una mala!!!! No me podes dejar asi, no quiero que me dejes asiiiiiiiiiiiiii!!!! ><
    Quierooo saberrrr, quiero massssssss, me matas con tu novee!!! :DD

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  2. No la podes dejar ahi!!!!!

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  3. Como lo dejas ahi??? Jurame que vas a subir pronto te lo pidoo!!!

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  4. nooooooooooo la puedes dejar asiii porfavor tienes que escribir otro!!! ey te extrañe :(
    me encanto este capitulo ojala sea un bebe!!

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  5. siguela!!!!! Espero que sea un enbarazo porque seria muy triste que este enferma ...siguela que me has dejado con todos lo nervios de punta

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  6. hey... sigue porque te demoras tanto?? no sabes lo que extraño tu nove. VUELVE!!!!!!!

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  7. hey que onda? cuando regresas? te estoy esperando!

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  8. hey que paso? No volves? Nos dejaste con intriga, volve!!!! :D

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  9. hey no nos vas a dejar no? ni lo pienses.. te extraño dale vuelve!!!

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  10. hey vuelve!!! no sabes lo que te extraño :(

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  11. Quiero mas capitulos, me encantoo!!!!

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  12. porfavor!! no nos abandones :(
    VUELVEEEEEEEEEEEEEEE

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  13. Tiene examenes por eso no sube los capitulos ://

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