sábado, 5 de enero de 2013

JF2. Capitulo 63: Darío y Javiera-parte 2

Capitulo anterior:

-Javiera-la miró.-Creo que soy la menos indicada para hablar porque yo soy igual de insegura que tú… que siempre tiene un montón de y si… pero solo te voy a hacer dos preguntas y ya las contestas tú mentalmente porque ahí vienen los chicos-comentó haciendo referencia a los dos hermanos que habían terminado de hablar.-A ver… ¿tú crees que alguien si no estuviese verdaderamente enamorado sería capaz de dejar todo lo que tiene por otra persona? Y la segunda pregunta, ¿quieres a Darío? Si es que si, no lo dudes más…en serio. Te lo digo desde el corazón, Darío es, sin duda, el mejor novio que puedes tener porque es un chico que se enamora poco pero cuando lo hace da todo por esa persona y si tú verdaderamente correspondes a sus sentimientos, no pierdas más el tiempo.
-Qué no pierda más el tiempo, ¿con qué?-preguntó Peter arrodillándose al lado de Eugenia.- ¿De qué estabais hablando?
-Nada, cosas de chicas-contestó la rubia mirando a su novio con una sonrisa.
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Tras echar una entretenida tarde en aquel sitio, decidieron regresar al hotel porque ya se estaba haciendo de noche. Eugenia y Peter regresaron en un coche y Javiera y Darío en el otro. Una vez que llegaron al hotel, el muchacho de ojos verdes y la rubia se quedaron unos minutos esperando al otro coche que habían creído venía detrás pero no era así. Al ver que no aparecían, Peter decidió llamar a su hermano. Mientras buscaba el número en su agenda escuchó el sonido que hacía los dientes de Eugenia al chocar el uno con el otro por el frío que tenía. El muchacho, sonriendo, la miró y le sugirió que entrase dentro del hotel, a lo que ella se negó. Peter la abrazó y llamó a su hermano.
-Si, ¿diga?-contestó una voz femenina, la de Javiera.
-¿Dónde os habéis metido?
-Ya estamos llegando-contestó riendo.-Perdónanos pero sin querer o queriendo tu hermano se desvió del camino.
-Oh, ya entiendo-comentó Peter frotándole la espalda a Eugenia con cariño.-Bueno, nosotros os esperamos dentro de hotel. Nuestra habitación es la 34, por si queréis pasar a visitarnos antes de cenar, ya sabéis.
-Perfecto-contestó Javiera.
-Adiós, anda. Y cuidado con esos desvíos-bromeó y tras eso colgó.
-¿Y?-preguntó Eugenia mirándole.- ¿Por dónde andan?
-Según Javiera, se han desviado un poco del camino pero que ya vienen-la miró.-Y siéndote sincero, te puedo asegurar que en muy poco tiempo tendremos una nueva pareja.
-¿Tú crees?-sonrió.-Para mi, Darío y Javiera hacen muy buena pareja.
-Ni que lo digas-dijo Peter.-Pero bueno, cambiando de tema-le acarició la mejilla.- ¿Por qué no entramos y nos duchamos…?
-Si, una ducha calentita. La necesito.

Minutos más tarde, el baño de la habitación de Peter y Eugenia estaba lleno de vapor de agua, los espejos empañados y dos cuerpos desnudos pegado el uno al otro bajo el agua caliente que salía de la ducha. Estaban de pie uno enfrente al otro. Eugenia le rodeaba el cuello con sus brazos y Peter le rodeaba la cintura con sus brazos. Se besaban desenfrenadamente cuando alguien los interrumpió entrando en el baño.
-Peter, ¿estas ahí?-preguntó una voz masculina conocida.
La muchacha, asustada, agradeció que hubiese cortinas y que no fuesen transparentes. Peter asomó la cabeza por la cortina durante unos segundos para comprobar si era su hermano, y le preguntó:
-Darío, ¿cómo diablos has entrado?
-Os habéis olvidado de cerrar la puerta con llaves.
-¡Peter!-dijo Eugenia en voz baja reprimiéndole porque había sido cosa suya.
-Bueno, lo siento, hemos entrado besándonos, no me he parado a cerrar la puerta con llave-contestó en voz baja.
-Peter, Peter. Tengo que contar algo.
-Darío, ¿por qué no esperas a que salga de la ducha y me lo cuentas después? Ahora estoy ocupado-dijo tratando de darle énfasis a esa última frase para que su hermano entendiese lo que estaba haciendo sin tener que decirlo claramente pero fue en vano.
-Oh, venga, Bedoya, ¿no sabes enjabonarte y hablar a la vez?-hizo una pausa.-Bueno, no me contestes, ya sé que no, pero necesito decírtelo. Javiera me ha dicho que si, ¿entiendes? ¡Que si! Y no sé, estoy feliz como si tuviera cinco o seis años y una chica hubiera aceptado ir conmigo al colegio cogidos de la mano-sonrió.-Pero ¿sabes lo que supone que Javiera me haya dicho que si, verdad? Que no me vas a perder tan rápido de vista, que me quedo aquí Peter. Lo único malo de todo esto es volver a encontrar un trabajo como el que tenía en Londres pero no me importa porque quiero a Javiera y…voy a hacer que esta relación funcione si o si y…
-¿En serio tu hermano no sabe que estoy aquí?-le preguntó Eugenia a Peter en voz baja.
-Oh, hola Euge. Por cierto, bonito sujetador-comentó al verlo en el suelo.
-¡DARÍO!-gritó Peter.
-Esta bien, ya me voy. Pasároslo bien-dijo antes de cerrar la puerta.

Llegó la hora de cenar. Peter y Eugenia se encontraron con Darío y Javiera en las escaleras. Eugenia al querer alcanzar a Javiera que estaba más adelantada pasó al lado de su cuñado y le dedicó una mueca y una mirada de pocos amigos. Las dos chicas se adelantaron mientras que los dos hermanos se quedaron atrás, charlando.
-¿Qué le pasa a Eugenia?-preguntó Darío.
-¿En serio lo preguntas?-dijo Peter sonriendo.
-Oh, no me digas que os corte el royo-bromeó el muchacho.
-Muy gracioso pero no-hizo una pausa.- Pero que sepas que como vuelvas a hacer algo semejante dejaré que Eugenia haga lo que tenía en mente hacerte.
-Uh, ¿y qué era?
-Hazlo otra vez y lo sabrás-dijo Peter sonriéndole.

-Cuéntamelo todo-dijo Eugenia acercándose a Javiera.
-¿De qué hablas?-preguntó haciéndose la tonta.
-Vamos, no te hagas la que no sabes de qué hablo. Cuéntame por qué Darío y tú os habéis retrasado a la hora de volver.
-Oh, hablabas de eso-dijo con una tonta sonrisa en el rostro.-Pues verás...
Flashback.
 Javiera y Darío ya se habían montado en el coche y ya estaban rumbo hacia el hotel justo detrás del coche de Peter. Ambos estaban en completo silencio. Darío no quitaba el ojo a la carretera y Javiera miraba por la ventana sin decir nada mientras andaba sumida en sus pensamientos. Faltaba poco para que llegaran, cuando Darío decidió desviarse del camino. Javiera, extrañada, lo miró. Él poco a poco fue bajando la velocidad hasta que se detuvo frente a un desfiladero, frente a un hermoso desfiladero desde donde se podía ver todo el pueblo. Darío echó el freno de mano, quitó la llave y se bajó del coche. Javiera, al ver lo que había hecho, salió del coche sin entender nada y le preguntó:
-¿Qué demonios haces?
Darío, la ignoró y continuó mirando hacia el hermoso paisaje que tenía ante sus ojos. Javiera mantuvo silencio mientras esperaba a que él se dignase a hablarle, al ver que no iba a ser así, dijo:
-¿Se puede saber qué te pasa? No entiendo que hacemos aquí ¿Me lo puedes explicar?-volvió a callar esperando una respuesta.- ¿No me vas a hablar? Te juro que…
-¿No te parece maravilloso?-preguntó Darío interrumpiéndola.
-Maravilloso ¿el qué?
-El paisaje-contestó mirándola por primera vez desde que estaban allí.
-Oh, si, es…-dijo observándolo.-Fantástico. Pero…pero no me cambies de tema.
-Nada-vocalizó Darío metiendo sus manos en el interior de sus pantalones.
-¿Nada? ¿Cómo que nada? ¿A qué viene eso?-preguntó sin entender.
-Tú me has preguntado qué me pasaba y yo te contestó con nada.
-Por dios, no mientas. Sabes perfectamente que te pasa algo.
-Ah, ¿si? ¿Y qué es, según tú?
-Pues estas profundamente jodido porque no soportas que alguien te diga que no porque tu eres el prototipo de hombre perfecto, amable, simpático, al que se le es imposible decir que no pero cuando aparece la primera persona que si te lo dice, te jode y te comportas de esa manera con esa persona. De esa manera distante, dolida, de pobrecito… ¡qué no soporto! Y lo peor es que…-hablaba deprisa y hacia aspavientos.
Darío bajo la vista hacia sus zapatos mientras la escuchaba hablar tratando de permanecer tranquilo. Harto de escucharla, la agarró del brazo en uno de sus aspavientos y la besó. Javiera mantuvo los ojos abiertos como platos hasta que lentamente los cerró y llevó sus manos a la nuca del muchacho. Cuando se separaron, Darío trató de disculparse pero ella lo calló.
-Sssh, n…no digas nada-lo miró a los ojos.-Eh… si-vocalizó.
-Si, ¿qué?-preguntó el muchacho sin entender.
-Si quiero estar contigo, si quiero que te quedes, si…
-¿En serio?-cuestionó con una amplia sonrisa.
-Si, sin duda, si-se mordió el labio inferior con felicidad.-Pero…Darío tengo miedo de que no funcione y…de que te arrepientas de haberte quedado y…
-Sssh-siseó ahora él.-Eh, eh, espera. Si empezamos así nuestra relación, con este pesimismo, vamos mal. Mira, si te quedas más tranquila, yo te juro que no me voy a arrepentir. Sea cual sea nuestro final, en la vida me arrepentiré de tomar esta decisión. Te lo prometo.
Findeflashback.
-¡Oooh, qué bonito!-exclamó Eugenia-Darío, no sabía esa faceta tuya de romántico-bromeó la muchacha mientras se sentaba en la mesa del restaurante para cenar junto con los demás.

Continuará...

[hi, después de mucho, al fin subo :) aviso que las fotos del cap serán a partir de ahora dos nada más, porque no tengo las fotos en el pc que estoy usando ahora xD & nada, que CREO si no me alargo más...repito CREO que queda poco para acabar la novela^^ Pero mi "poco" no es taaan poco xD bbaaah eso :P aaaaaaaaaah! & FELIZ AÑOOO :D]

2 comentarios:

  1. Me pone muy feliz que Javi le de una oportunidad a Dario ,aunque Euge no se lo agradesca tanto jijiji

    Cada ves me gusta mas la historia y espero que ese poco dure muche y si eres buenita seria genial una historia de ellos con hijos ;)

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  2. que feo lo de dario como los va a interrumpir asi jajaa muy tierna la historia me encanta... quiero que dure mucho mas :D ESPERO OTRO CAP PRONTO
    CUIDATE Y FELIZ AÑO!!!!

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