-Ro…si no he conseguido cambiar nada durante este mes… ¿crees que voy a
conseguir cambiar algo en estos cuatro días que quedan?
-Por supuesto que si o al menos intentarlo, ¿o es que no pretendías
hacer nada? Euge, piénsalo, en el momento en que Nicolás consiga casarse
contigo, se acabó. Fin… Tu vida se fue al garete… porque ¿cuánto tiempo crees
que aguantará ese tiempo de ‘espera’ que dice que aguantará hasta que tú
decidas acostarte con él? Nada…en la mismísima luna de miel. Así que deja de
dormirte y toma las riendas de tu vida de una vez.
-Rocío, no es tan fácil-vocalizó la muchacha.
-Sé que no lo es, pero no puedes no hacer nada. Tienes que evitar esa
boda.
Eugenia suspiró y se echó bocarriba sobre la cama. Cerró
momentáneamente los ojos y sin poder evitarlo, sin comerlo, ni beberlo…llegó el
día de la boda.
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Había llegado el día. Era once de julio, el día de la boda. Eugenia
dormía plácidamente en su cama. Hacia tan solo un par de horas que había
conseguido conciliar el sueño. Esa noche le había costado dormir. No podía
creer lo que iba a tener que hacer al día siguiente y eso le impedía pegar ojo.
En unas horas tendría que estar lista, peinada, maquillada y vestida para todo
el paripé que se le avecinaba. Nicolás entró en la habitación sigilosamente y
vio que ella dormía plácidamente. Aprovechando eso, se tumbó con cuidado sobre
la cama, le apartó el pelo del cuello y empezó a darle besos en esa zona
mientras le acariciaba tiernamente el brazo.
-Vamos, despierta, dormilona o no te dará tiempo a arreglarte-le
susurró Nicolás al oído.
Eugenia empezó a sentir los besos sobre su piel y sonrió al recordar
que esa era una de las tantas maneras que tenía Peter para despertarla por las
mañanas. Al recordar la realidad, asustada abrió los ojos a la vez que apartaba
a Nicolás de ella.
-¿Qué haces aquí?-preguntó de forma bruta.
-He venido a despertar a mi futura esposa-contestó Nicolás tratando de
atraer el cuerpo de Eugenia hacia el suyo pero ella lo impidió poniendo su mano
sobre el pecho del muchacho.
-Pues no vuelvas a hacerlo-dijo muy seria.
-Siento decirte que esta es la forma en que pienso despertarte todas
las mañanas a partir de hoy. ¿Te recuerdo que hoy vas a ser mía para siempre?
Siempre. Siempre. Esa palabra retumbo en la cabeza de Eugenia repetidas
veces.
-Gracias por amargarme la mañana-comentó la muchacha levantándose de la
cama.
-Vamos, Euge, ni hoy vas a dejar de ser borde conmigo y dedicarme una
sonrisa. Oye, qué nos casamos en unas horas.
-Si fuera por mí, eso no ocurriría nunca.
-No mientas porque la que me dijo que si se quería casar conmigo
fuiste tú-dijo Nicolás señalándola.
-Claro pero ¿te recuerdo cuales fueron las opciones que me diste? Cito
textualmente… o te casas conmigo o adiós Peter. Y de verdad te lo digo, hay
ocasiones en que creo que te lo tomas todo a broma, que piensas que esto es un
juego…Y hay veces en que no sé si hablas en serio o no…
-Pruébame y averigua si hablo en serio o no-dijo él levantando una ceja
pícaramente.
Eugenia permaneció de pie mirándole con los ojos entrecerrados para
dejar notar más su odio hacia él y con las manos en la cintura.
-¡Uf, eres frustrante!-exclamó Eugenia causando una carcajada a
Nicolás.-Imbécil-dijo ella antes de meterse en el baño y cerrar la puerta de
golpe.
-Sin duda voy a disfrutar despertar a tu lado si todas las mañanas son
así de divertidas-bromeó él sonriendo.
Peter acababa de entrar en su piso nuevo. Pocos días después de que su
relación con Eugenia acabase decidió mudarse. No quería quedarse allí donde
todo le recordaba a ella. Así que buscó un loft en el centro lo suficientemente
grande para una persona y lo suficientemente pequeño para no sentirse solo el
tiempo que estuviese allí. Entró con dificultad al llevar una caja llena de
cosas suyas de la otra casa en las manos y tiró las llaves en el cuenco que
había en el mueble de la entrada. Dejó la caja sobre la mesa exhausto y miró a
su primo que venía detrás de él.
-Gracias por ayudar-comentó Peter irónicamente.
-Vaya, menudo pisito te has buscado-comentó Gastón mirando todo a su
alrededor por primera vez.
-Bueno tampoco es para tanto-sonrió.- ¿Quieres algo para beber?
-Vale-contestó Gastón siguiendo a su primo hacia la cocina.
Peter sacó dos cervezas del frigorífico, las dejó sobre la mesa de la
cocina y buscó un abridor en el cajón del armario. Empezó a sonar la melodía de
llamada del móvil de Gastón. Él agarró el aparato que estaba dentro del
bolsillo de su pantalón y atendió:
-¿Diga?
-Gas, soy Darío. ¿Estás con Peter?
-Si, está aquí, ¿por qué?
-¿Me lo puedes pasar?
-Si, un momento-Gastón le extendió el móvil a Peter.-Es Darío, quiere hablar
contigo.
El muchacho agarró el aparato y se lo acercó a la oreja.
-Dime.
-¿Por qué narices tienes el móvil apagado?-preguntó bruscamente el
hermano gemelo.
-Una larga historia, Darío. Lo he apagado porque he estado recibiendo
unas llamadas de una persona no grata-contestó Peter.
-Bueno, no importa. Tengo algo urgente que contarte.
-¿De qué se trata?
-Esto no puedo contártelo por teléfono, tienes que verlo-comentó
sonriendo ampliamente.- ¿Podrías venir a mi casa?
-De acuerdo, en un rato estoy ahí, pero no puedes al menos comentarme
de qué se trata.
-Solo te diré que tengo una novia muy observadora y lista-y tras el
comentario se escuchó la risa de fondo de Javiera.
-Pero ¡qué calzonazos!-comentó Peter sonriendo.-Bueno en un rato estoy
ahí-dijo despidiéndose de su hermano.
Eugenia estaba dando vueltas por su habitación. Estaba sola y de un
momento a otro tendría que empezar a prepararse. Estaba dándole vueltas a
alguna forma de evitar la boda, habría algo que pudiera hacer para evitar tener
que decir el si quiero. Si hubiese
podido hablar con Peter, haberle explicado todo, ahora mismo podría preparar su
maleta y con la ayuda de Rocío, librarse de Julio y huir junto a Peter. Era una
alternativa que se le había cruzado por la cabeza después de la charla que
había tenido con su prima hacia unos días atrás. Durante esos días había
intentado contactar con Peter desde el móvil de Rocío, ya que suponía que
Nicolás le había rastreado las llamadas en su móvil y no era seguro llamarlo
desde allí. Pero nada, Peter se había limitado a colgarle en la cara nada más
oír su voz y a rechazar las llamadas cada vez que lo intentaba. La alternativa
de huir lejos de allí, aun era válida pero… ¿y si al huir Nicolás se enteraba y
lo impedía antes de que ella consiguiese explicarle las cosas a Peter? ¿Y si al
explicarle las cosas a Peter él decidiese ‘hablar’ con Nicolás? ¿Y si se
escapaba sola sin hablar con Peter? Ella sabía que lo primero que haría Nicolás
al saber de su huída sería ir en busca de Peter para, no precisamente, hablar
con él ¿Y si…? ¿Y si…? Había demasiados problemas en esa idea de huída. Pero,
¿qué podía hacer para evitar la boda? ¿Un desmayo? Tan solo la retrasaría un
poco. ¿Un accidente? Pero, ¿de quién? No, descartado.
En ese momento, Rocío entró en la habitación interrumpiendo las
meditaciones de su prima.
-¡Ey, Euge! Para o harás un agujero en el suelo-dijo deteniendo la
caminata de la rubia.
-Hola, Rochi-la saludó Eugenia abrazándola con fuerza.
-A ver, cuéntame, ¿qué ocurre ahora?
-¡Puf! Lo de siempre, no sé qué hacer.
-Eugenia, respecto a eso, ayer estuve toda la noche pensando en lo que
podías hacer y se me ocurrió una solución: huir. Tienes que huir con Peter.
-Yo también he pensado en eso, pero es imposible. No puedo huir sin
decirle nada a Peter, ni sin ponernos de acuerdo. ¿Sabes todo lo que puede
ocurrir si lo hago?
-Lo sé, pero para eso tengo una solución-sonrió.-Yo llamaré a Peter y
le explicaré todo, se lo contaré con todo detalle y no sé cómo pero tendrá que
creerme. Tú mientras tanto cuando llegue Candela empieza a arreglarte para la
boda como si no pasara absolutamente nada y yo en cuanto hable con Peter, te lo
diré, huiréis juntos y final feliz.
Eugenia sonrió por la cara que había puesto Rocío al pronunciar ‘final feliz’.
-Ojala todo fuera tan fácil.
-Ya verás que esta vez si lo será. Me voy a encargar de todo y va a
salir bien, ya lo verás-le sonrió.
-Rochi, pero… no has pensado en que Peter no te cogerá el móvil.
-¿Por qué no?
-Porque lo llamarás desde el tuyo y seguramente pensará que soy yo.
-También he pensado en eso. Voy a llamar a Peter desde el móvil de tu
madre, del de mi madre, no sé. Pero no importa haré lo imposible para contactar
con él. Confía en mi. Todo saldrá bien.
-Pero… ¿y después de que huyamos qué? Nicolás moverá cielo y tierra
para encontrarme.
-Euge, cariño, para cuando Nicolás se de cuenta de que has huido, tanto
tú como Peter estaréis tan lejos y en un lugar tan remoto que ni el rey podrá
encontraros-dijo Rocío agarrándole de las manos a su prima.-Confía en mí, por
favor-le sonrió.
-Gracias, Rochi. No sé que haría sin ti.
-Arruinarte la vida, eso harías-le reprimió con una sonrisa en el
rostro.-Ahora, venga, a actuar que Candela está apunto de llegar para ayudarte
con los arreglos. Sonríe, anda.
Ayyyy que lindo, que lindoo ... ojala que salga todo biennnnn :33 solo eso espero
ResponderEliminary rochi?? Una genia total, que salga todo bien eh :D
quierooo maassss :D
A no rochi es una genia! La amooo gracias por aparecer ro!!! Ojala todo salga bien y mi pitt y euge puedan ser felices :) amo tu noveee!!! Sube otrooo please no nos puedes dejar asi!!
ResponderEliminarMe lei los ultimos 5 capitulos y en todos e tenido un nudo en la garganta...me da mucha pena Euge pero es TAN pasiva y quedada que me da colera !!! Osea es su felicidad y prefiere no hacer "daño" a su amiga,por es gana Nicola (Lo Odio) ...espero que
ResponderEliminarRocio la ayude ...Siguela pronto por favor !!!