-Vaya, no sabía que todavía te pusiese nerviosa-comentó él levantando
una ceja pícaramente.
-¡Qué idiota eres!-exclamó ella poniendo los ojos en blanco.
Peter se sentó sobre uno de los taburetes y vio que sobre la isla la
cocina, al lado del bolso de Eugenia, había un sobre que ponía su nombre.
-¿Y esto?-preguntó cogiéndolo.- ¿Aquí dentro esta lo que me ibas a
decir?
-¿Qué? No. Eso me lo he encontrado hoy en la entrada cuando he llegado.
-¡Qué raro! No hay remitente ni nada-comentó rompiendo el sobre y
sacando las cosas que había en el interior.
Una nota, fotos y un CD. Peter, extrañado, y llamándole la atención las
fotos, las miró.
-¿Y? ¿Qué es?-preguntó Eugenia poniendo su dedo debajo del agua fría
del grifo.
-Eugenia-vocalizó Peter y ella lo miró.- ¿Me puedes explicar qué
demonios es esto?-preguntó intentando guardar la compostura mientras le
mostraba las fotos.
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Eugenia cerró el grifo del agua de la cocina y se acercó a Peter sin
quitar los ojos de las fotos con la boca abierta. Las agarró y estuvo minutos
mirándolas intentando entender de dónde habían salido y cómo era posible
aquellas fotos. Peter tenía los dientes apretados intentando aguantar la furia
mientras la miraba a ella, a su expresión, a sus gestos…Al ver que no decía
nada, trató de romper el incómodo silencio:
-¿No vas a decir nada?-preguntó groseramente.
-Peter, esta no soy yo-vocalizó con la voz quebrada.-No es lo que
parece…yo no…-no tenía palabras, las ganas de llorar le impedía hablar. Al no
poder aguantar más, las lágrimas empezaron a brotar de sus verdosos ojos.
-¿Qué no eres tú? ¿Eso es todo lo que me vas a decir?-hizo una pausa.-
Dios Eugenia, no me puedo creer lo que has hecho…
-Peter te estoy diciendo que no soy yo. Te juro que no he vuelto a…-se
quedó callada y recordó la última vez que vio a Nicolás.-No… Peter esta es otra
de las miles de trampas de Nicolás. Créeme. El otro día, él vino a casa, estaba
sola e intentó entrar pero conseguí impedirlo…y…después de eso no recuerdo nada
más. Solo recuerdo levantarme por la mañana contigo y había jurado que era un
sueño pero…
-Y si eso es cierto, ¿por qué no me lo dijiste?
-Ya te lo he dicho, creía que era un sueño. No le di importancia. Pero
en serio, créeme no soy yo. Yo…yo sería incapaz de engañarte y menos
con…-rompió a llorar.
-¿Sabes? Te creería si no fuera porque aparte de las fotos viene otra
cosa…-comentó enseñándole el CD.- ¿Te leo lo que pone en la nota?-preguntó
irónico y sin que ella contestase leyó.-“Querido
Peter, espero que te gusten las fotos que te mando, son de parte de tu querida
novia y mía. Queríamos compartir contigo la buena noche que pasamos juntos y
por si no estas conforme con las fotos, también te mandamos un vídeo. No quiero
que pienses que no disfrutamos y por eso decidí grabarlo. De tu querido amigo;
Nicolás”
-Peter-la muchacha se limpió la cara e iba a seguir justificándose pero
sabía que no serviría.-Veamos el vídeo-dijo cogiendo el CD de la mano de Peter
y dirigiéndose al salón.
-¿En serio crees que voy a ver eso?
-Si te estoy diciendo que lo veamos es porque sé a la perfección que no
soy yo. Es imposible. Peter-se puso delante de él y lo miró fijamente a los
ojos.-Nunca he estado con otro hombre que no seas tú y me duele que se te pase
por la cabeza durante una milésima de segundo que yo haya sido capaz de
engañarte. Pero solo te digo una cosa…como este CD este vacío-se mordió el
labio inferior tratando de reprimir las palabras de las que luego poder
arrepentirse.
Lo miró a los ojos durante unos segundos más y después se fue hacia el
salón.
Encendió el video, metió el disco y agarró el mando. Encendió la
televisión y esperó a que funcionase. Miró de reojo a Peter que acababa de
apoyarse en el marco de la puerta del salón con los brazos cruzados. La
muchacha respiró hondo, tratando de tranquilizarse. El vídeo comenzó a
reproducirse.
>>Nicolás salía en primer plano colocando la cámara sobre un
mueble. Una vez conseguido, sonrió y empezó a hablar en voz baja.
-Querido Peter, espero que te divierta ver estas imágenes y espero que
a Eugenia no le importe que la haya grabado sin su consentimiento pero
necesitaba que la verdad saliese a la luz y si te lo decía no me creerías así
que…aquí tienes las pruebas. Eugenia ahora mismo se está preparando así que
perdona que hable tan bajo, si llegase a enterarse me mataría. ¡Ah! Y no te
importara que utilicemos tu cama, ¿no?
Nicolás volvió a sonreír a la cámara y se dirigió a la cama.
-¡Al fin!-exclamó Nicolás al ver a alguien que no salía dentro de la
imagen que había grabado la cámara.-Ven a la cama. Estoy impaciente.
En ese instante una muchacha vestida de lencería negra se subió sobre
la cama y se acercó a Nicolás. Una vez a su altura lo besó. A la muchacha a
penas se le podía ver la cara pero de espaldas era tan parecida a Eugenia, que
era indudable que alguien no creyese que era ella. Nicolás le deslizó el
tirante del sujetador mientras le besaba el cuello.
Eugenia viendo que las cosas iban a más decidió parar el vídeo. No
podía continuar con aquello.
-Peter, no…-se quedó callada al ver que Peter ya no estaba bajo el
marco de la puerta.
Se había ido.
Eugenia se tapó la cara con las manos y echó a llorar. No podía creer,
ni sabía adivinar cómo Nicolás se había montado toda aquella locura. Pero fuera
como fuese había conseguido su propósito, convencer a Peter de que Eugenia le
había engañado. La muchacha entendía las fotos, sabía cómo las habría hecho.
Seguramente ese flash cegador que le impidió abrir los ojos, era un flash de
una cámara y esa voz que había dicho ‘se está despertando’ fuese la de la
persona que había ayudado a Nicolás colarse en su casa y lo había ayudado a
dormirse. Posiblemente esa chica que salía en el vídeo y que era tan parecida a
ella. Todo tenía su lógica pero más lógica tenía para Peter creer que Eugenia
lo había engañado y eso desilusionaba notablemente a la muchacha.
Candela y Luca estaban sentados en el sofá viendo la televisión.
Estaban apunto de irse a la cama. Cuando el timbre sonó. Ambos se miraron
extrañados por lo tarde que era.
-¿Esperas a alguien?-preguntó Luca levantándose del sofá.
-No, ¿y tú?
-Tampoco-dijo yendo hacia la entrada.
Luca miró por la mirilla y vio solo pelo rubio. Abrió la puerta y la
recién llegada levanto la cabeza dejando ver su llorosa cara.
-Eugenia, ¿qué te ocurre?
Ella no contestó, solo abrazó a Luca con todas sus fuerzas. Él sin
saber qué decir, la abrazó y le empezó a acariciar el pelo.
-¿Quién era?-preguntó Candela asomándose por la puerta.
Luca y Eugenia se separaron y éste se apartó dejando que su novia viese
a su amiga.
-¡Euge, ¿qué te pasa?!-exclamó Candela yendo hacia ella para
abrazarla.-Pero, cariño, ¿qué ha pasado?
Eugenia no podía hablar, no conseguía dejar de llorar. Esa situación la
sobrepasaba. Candela se separó de ella y le miró mientras le limpiaba las
lágrimas a su amiga. No podía verla así.
-A ver, vayamos al salón. Nos sentamos, te tranquilizas y me cuentas
¿esta bien?
Eugenia asintió sin decir nada.
Luca estaba apunto de cerrar la puerta cuando vio una maleta en la
entrada. Eugenia traía equipaje.
Al día siguiente, Eugenia estaba tumbada sobre la cama del cuarto de
invitados de Luca y Candela. Miraba el techo y por mucho que tratase de tener
la mente en blanco no lo conseguía. No podía evitar recordar lo que había
pasado la noche anterior y tampoco podía evitar pensar en lo que vendría.
Estaba recordando lo feliz que había sido la mañana del día anterior cuando le
dijeron que estaba embarazada e instintivamente se colocó la mano sobre la
barriga y no podía creer que su felicidad se había acabado por la noche y todo
por culpa de ese hombre, ese hombre que le estaba arruinando la vida y del que
no sabía como librarse; Nicolás. Era un tormento que no la dejaba vivir, que la
perseguía y trataba de conseguir de ella algo que no estaba dispuesta a darle
de ningún modo. Su corazón. Ya que este ya ni le pertenecía a ella por el hecho
de que era completa y exclusivamente de Peter.
Estuvo así durante unos cuántos minutos más; lamentándose de todo lo
ocurrido y deseando no haber conocido a Nicolás, hasta que su barriga empezó a
sonar por la falta de comida. Recordó que llevaba desde por la tarde del día
anterior sin comer, así que decidió levantarse de la cama e ir a desayunar.
Salió de la habitación y fue a la cocina. Al entrar se encontró con Candela.
-Buenos días-saludó Eugenia nada más entrar en la cocina.
-Oh, buenos días-la miró con una sonrisa en el rostro.-Pensaba llevarte
el desayuno-señaló la bandeja.- ¿Por qué no vuelves a la cama y ahora te lo
llevo cuando termine?
-Muchas gracias, Can. Pero no quiero molestarte más de lo que ya te he
molestado.
-Bueno, entonces ¿desayunas aquí conmigo?-le sonrió.
-De acuerdo-aceptó acercándose a la encimera para ayudarla a terminar
de preparar el desayuno.
- ¿Cómo te encuentras hoy?
-No se… bien, supongo.
-¿Supones?
-Can, Peter ahora mismo estará pensando lo peor de mi y… no puedo hacer
nada para evitarlo.
-Pero, ¿por qué tendría que estar pensando lo peor de ti? No lo entiendo.
Ayer por la noche solo me contaste que os peleasteis pero no me dijiste ni el
por qué, ni nada.
-Can, es largo de explicar y… no quiero involucrarte en esto, ni
complicarte más tus cosas con mis tonterías…en serio.
-Euge, no me complicas nada, al revés el verte así y no saber por qué…me
pone mal. Quiero ayudarte.
-Y te lo agradezco, Can. Pero…-se entristeció.
-Esta bien-la interrumpió.-No voy a presionarte más para que me lo
cuentes pero que sepas que si necesitas lo más mínimo, pídemelo que lo haré
encantada ¿está bien? Y por favor no te preocupes con que si vas a molestar
porque no es así.
Eugenia asintió.
-Gracias, Can, muchas gracias pero ya sabes que no quiero incordiar así
que esta tarde me iré a un hotel, no…
-¿Qué? ¿Estás loca? Tú te quedas aquí, nada de hotel. Euge, no voy a
dejar que tu maleta traspase esa puerta-dijo señalando la entrada.-Así que
hazte la idea, ¿entendido? Además, estoy segura de que Peter y tú lo único que necesitáis
es hablar tranquilamente.
-Dudo mucho que con solo una charla…-se quedó callada y suspiró.
La barriga de Eugenia volvió a sonar y avergonzada se llevó las manos a
la barriga.
-Mmm…veo que tienes hambre-comentó Cande, poniendo los platos sobre la
mesa de la cocina.
En ese momento, sonó el timbre.
-¿Voy?-preguntó Eugenia.
-No, no te preocupes. Voy yo. Tú siéntate y empieza a desayunar.
Candela salió de la cocina y se dirigió a la entrada. Eugenia se sentó
en la mesa y empezó a desayunar. Candela volvió a la cocina hablando con
alguien, Eugenia se dio la vuelta para ver quién era y la furia se vio
reflejada en sus ojos cuando vio a…Nicolas.
-¿Eugenia? ¿Qué haces aquí?-preguntó él, sorprendido al verla.
Continuará...
ODIO a Nicolas!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarTe juro que lo mataria AHORA!!!!!!
No puedeee seeeeer que tiene que arruinar siempre todoooo :'((((((
Quiero que se arregle YA la relacion entre Euge y Peter!!!!
Y que ese turro deja de molestar!!!!!!!
Quieroo maaaaas, besoss :DD
yo lo odio mas!!!1
ResponderEliminarpor su culpa mi pitt y euge se pelean =(
quiero reconciliacion >.<
espero mas me encanta
ODIO a Nicolas !!!! Espero que Euge deje esa actitud pasiva y le diga todo en su cara y delante de Cande para que no pueda negarse o Cande una pitas y se acuerde de esa chica parecida a Euge....que fea la actitud de Peter,desconfia tan facilmente de Euge que me encantaria que sufra un poco al no perdonarlo por desconfiar....SIGUELA PRONTO
ResponderEliminarQuieroooooo otrooooo capituloooo :DDD
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