viernes, 20 de julio de 2012

Capitulo 46: Pasos

Capitulo anterior:

-¿Puede ser que te he notado un poco…celosa porque he nombrado a Mariana?
-¿Qué?-preguntó Eugenia.- ¿Celosa yo de que nombres a…? ¿Cómo era que se llamaba? ¡Ah, si! Mariana. No para nada.
-Ya, claro. Pero, a ver, cuéntame-le acaricio la mejilla a la rubia.- ¿Qué te pasa con ella?
-¿A mi? Nada ¿Por qué me tendría que pasar algo con ella?
-No sé, quizás porque cada vez que la ves, la nombro o la nombran…pones una cara de poco agrado.
-¿Yo?-preguntó haciéndose la tonta.-Para nada, Peter. Y ahora si me perdonas voy a buscar algo para beber que tengo sed, ya vengo. ¿Vale?
-De acuerdo-contestó dándole un beso.
La rubia tras separar los labios de los de su novio, se levantó y al mirar hacia la puerta del jardín que conectaba con el salón, dijo en voz baja:
-Oh, hablando del rey de Roma.
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-Hola, chicos-saludó Mariana con una sonrisa en la cara.
-Hola-dijo Peter levantándose para ir a darle dos besos.
Eugenia pasó al lado de la morena, le dio dos besos en la mejilla con una sonrisa en el rostro y comentó:
-Voy a por algo de beber, ¿quieres que te traiga algo?
 -No, gracias, Euge.
La rubia se metió en la casa y vio que la fiesta estaba animada. Paso con dificultad entre la gente hasta que consiguió salir del salón, cuando iba a entrar en la cocina, retrocedió al escuchar el timbre sonar estrepitosamente tras finalizar la canción que estaba sonando. Eugenia creyendo que era su hermano, fue corriendo a abrir. Al hacerlo, preguntó sorprendida:
-¡¿Qué haces aquí?!

Peter y Mariana se habían sentado en el césped, y allí estaban los dos solos, hablando.
-Felicidades, otra vez-dijo la morena mirándolo con una sonrisa.
-Gracias, otra vez-contestó.-Creía que no vendrías.
-¿Y por qué pensabas eso?
-No sé, supongo que porque no estabas cuando ha pasado el incidente en que todos nos gritaron “sorpresa” a mi hermano y a mí.
-¿Incidente?
-Si, una tontería, ya te la contaré en otro momento-sonrió.
-Cuando quieras-lo miró.
-Y bueno…se podría saber por qué has llegado tarde.
-Se podría saber, pero no tengo ganas de hablar de eso. Estamos en una fiesta, hay que divertirse ¿no?
-Exacto, así que… ¿por qué no entramos a bailar un poco?-le preguntó mirándola.
-¿Qué? No, soy malísima bailando. Mejor me quedo aquí.
-¿Cómo? No, no, no. ¿Quién era la que había dicho que esto es una fiesta y hay que divertirse?
-Yo pero…

Flashback
Mariana estaba en su casa en compañía de una amiga que había hecho en el instituto. Era alta, de pelo largo y rubio y lo que más la caracterizaba era ser la chica más popular y también que había sido novia de Peter.
-Melodi, ¿en serio crees que esto va a salir bien?-preguntaba Mariana moviéndose de un lado para el otro en su habitación.
-Va a salir perfecto si sigues mis pasos-comentó sentándose en la cama.-Bueno, empecemos ya, que tienes tan solo una hora para aprender lo que tienes que hacer en la fiesta, que por cierto no me han invitado-comentó Melodi haciéndose la ofendida.-A ver, paso uno; tienes que conseguir estar a solas con Peter.
-Imposible, Eugenia estará en la fiesta y no se separara de él en toda la noche.
-No te preocupes, he llamado a alguien para que se encargue de ella.
-¿Quién?
-Querida, no preguntes tanto porque no tenemos tiempo-hizo una pausa.-Paso dos; una vez solos tienes que interesarte por él, preguntarle cosas pero sin resultar demasiado pesada.
-Pero eso ya lo hago cada vez que lo veo y eso no hace que al final terminemos besándonos.
-Tranquila, todo a su debido tiempo. Paso tres; tras charlar de él, no mucho tiempo porque en cualquier momento puede aparecer alguien, tienes que parecer como que te pasa algo, para que él se interese. Porque es obvio que se interesara porque Peter es tan… atento, tan… observador, tan… dulce, tan… tan todo.
-Melodi hablas como si te gustara.
-¿Gustarme a mi? -se rió.- ¿En serio crees que sería tan estúpida de ayudarte a conquistarlo si me gustase?
-No, supongo que no.
“Pues si, soy tan estúpida que te ayudo”-pensó Melodi.
-En fin, continuemos. Paso cuatro; cuando él te pregunte que te pasa, te niegas a contarlo. Él insistirá y tú te negarás hasta que veas que va a dejar de insistir que en ese momento le sueltas de una que estas enferma.
-¿Enferma? ¿De qué?
-No sé, invéntatelo. De cáncer, de un tumor… de algo. Lo que sea.
-Ya claro, y para rematar le digo que en tres meses me voy a morir-habló Mariana con ironía.
-¡Perfecto!-exclamó.-Y dentro de tres meses, montas una muerte trágica y le pides como último deseo que te bese, y ahí tienes tu preciado beso.
-Melodi-hizo una pausa.- ¿Eres tonta?
Findeflashback.

-¿Qué haces aquí?-volvió a preguntar Eugenia, cerrando la puerta para que nadie los viera.
-Vaya, veo que te alegras de verme-contestó Nicolás.
-¡Vete!-exclamó Eugenia haciendo oído sordo a lo que el rubio de rizos acababa de decir.-Si Peter te ve aquí…
-Lo sé, se enfadara. Pero me da igual, Euge, vine a hablar contigo.
-¿Otra vez?-preguntó.- ¿Y ahora de qué quieres hablar?
-De algo que me esta rondando la cabeza desde que hablamos esta tarde.
Eugenia suspiro y dijo:
-Esta bien, hablemos un minuto y después te vas ¿entendido?
-Si, te lo prometo.
-Vale, ¿qué es eso que te ronda la cabeza?
-Verás, tú y yo hemos terminado por lo que ya sabemos-ella asintió.- Pero pienso que a pesar de lo ocurrido, no creo que me hayas olvidado tan rápido…
-¿Rápido?-preguntó.-Nicolás han pasado dos meses de aquello, creo que no ha sido rápido.
-Euge, escúchame-hizo una pausa.-Creo que por mucho que te niegues a ti misma y me digas a mi que no, tú todavía sientes algo por mi, igual que yo por ti.
-¡¿Qué?!-exclamó Eugenia incrédula por lo que estaba escuchando.-Vale, Nico. Ya ha pasado el minuto, adiós.
-No, Euge. No me voy a ir de aquí hasta que no me des un beso.
-¿Cómo?-preguntó ella riéndose.
-Como oyes, no me voy hasta que no me des un beso y me digas que no has sentido nada al dármelo porque Euge por mucho que niegues sé que todavía te pasan cosas conmigo y quizás con ese beso vuelvan a florecer.
-Nicolás, ¿te estas escuchando?
-Si, me estoy escuchando y te lo estoy diciendo muy en serio.
-Mira, Nicolás, no te voy a negar que todavía existe, a pesar de todo, sentimientos hacia ti dentro de mí pero es totalmente inexistente al lado de lo que siento y podré llegar a sentir por Peter, porque es…
Eugenia no pudo continuar la frase, Nicolás la había acorralado contra la puerta agarrándole las manos y la había intentado besar pero ella lo esquivó girando la cara.

-¿Pero…?-preguntó Peter al ver que Mariana se había quedado embobada y no había terminado la frase.
-Pero, nada. Vayamos a la fiesta-le sonrió.
“Adiós a los pasos de Melodi”-pensó Mariana.
Peter se levantó y ayudó a la muchacha levantarse. Ambos entraron en la fiesta.

Continuará...

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