JF2. Capitulo 22: Una interrupción

Capitulo anterior:

Eugenia pensaba ir directamente hacia el baño, cuando le llamó la atención una chica que fue hacia Peter haciéndole exclamar:

-¡Luna! ¿Qué haces aquí?

-Venía a hacerte compañía esta noche-comentó rodeándole el cuello con sus brazos.-Pero veo que tienes montada una fiesta-le sonrió.

-Si, hoy es la fiesta de cumpleaños de un amigo-hizo una pausa.-Oye, ¿te importa? Voy a subir a cambiarme de ropa un momento, ahora regreso.

-Te acompaño-sugirió.

Los dos agarrados de la mano pasaron delante de Eugenia. La muchacha se quedó petrificada en el sitio mientras veía como los dos subían las escaleras a la segunda planta hacia la habitación de él, con intención de divertirse.

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Peter y Luna llevaban ya unos diez minutos en la habitación con la puerta cerrada. Eugenia estaba con la oreja pegada a la puerta, tratando de escuchar algo y adivinar lo que sucedía en el interior pero la música de la fiesta estaba demasiado alta y no le permitía escuchar absolutamente nada. No sabía que hacer, pero no quería permitir que Luna y Peter se acostaran, no esa noche. A pesar de que la ex rubia sabía que eso ya había pasado millones de veces días anteriores. Tenía pensado entrar y hacerse la sorprendida al verlos intimando pero sentía vergüenza y no se atrevía a hacerlo.

-¡Vamos, Euge!-se animaba a sí misma.-Tienes que entrar-agarró el pomo de la puerta.-¡Venga!-hacia el intento de girarlo pero su mano estaba dura como una piedra.

La muchacha respiró hondo y abrió la puerta de golpe.

-¡Oh, perdón!-exclamó nada más ver a Luna y a Peter en ropa interior sobre la cama.

Se quedó callada y quieta mirando fijamente a su amigo entristecida. Se imaginaba la situación en que los pillaría pero no pensaba que le fuera a doler tanto verlo. Pasó unos intensos y largos segundos antes de que Luna, le dijera a Eugenia:

-Oye, cierra la puerta.

-¿Qué?-preguntó la muchacha que permanecía de pie con la mano en el pomo de la puerta, mirando por primera vez a Luna.

-¿Te vas?-preguntó la muchacha que estaba tumbada sobre la cama.

-¡Oh! Eh…si-susurró.

Eugenia miró una última vez a Peter con tristeza en los ojos y después cerró la puerta de golpe. Se apoyó en la pared, mientras por sus ojos empezaban a brotar las lagrimas. Sintiéndose estúpida en aquel momento, se metió rápidamente en el baño.

-¡Qué chica más rara!-exclamó Luna a punto de volver a besar a Peter pero él la esquivó.

-Eh… me esperas un momento-le pidió levantándose de la cama.

-¿A dónde vas?

-Ahora vuelvo-comentó vistiéndose.

Eugenia apoyada en la puerta se fue deslizando hasta quedar sentada en el suelo. Se llevó las manos a la cara y empezó a llorar. Sentía un nudo en la garganta y un malestar interior, que no comprendía. Golpeó el suelo tratando de descargar la rabia contenida. En ese momento, alguien llamó a la puerta.

-¡Ocupado!-gritó la muchacha tratando de ocultar su voz llorosa.

Volvieron a golpear la puerta. Eugenia se levantó del suelo y abrió la puerta, bruscamente mientras decía:

-¿No has escuchado que está  ocupado?-se quedó callada al ver quién era.-Peter, ¿qué haces aquí?-preguntó limpiándose la cara.

-¿Estabas llorando?-cuestionó limpiándole una lágrima de la mejilla con la yema del dedo.

-No-contestó apartándose.-Es…es el agua de la lluvia. ¿No ves que estoy empapada?-dijo dibujando una falsa sonrisa en la cara.

-Euge, tienes la cara roja.

-¿En serio?-preguntó haciéndose la asombrada.-Me estaré resfriando. Es malísimo salir con lluvia-se rió.-Bueno, ¿qué querías?

-Eh… usar el baño-dijo lo primero que se le ocurrió.

-¿Cómo? Pero si tienes uno en tu habitación.

-¡Cierto!-exclamó.-Si, será mejor que vaya a…

-Euge, al fin te encuentro-dijo Agustín apareciendo por detrás de Peter.-Me habían dicho que ya habías llegado-miró a su amigo y vio que tenía el pelo mojado.- ¿Te has bañado?

-¿Qué?-preguntó Peter mirando a Agustín.-Eh… si. Me estaba muriendo de calor.

-¿Calor?-cuestionó el amigo sin comprenderlo.-Pero si está lloviendo y hace un montón de frío.

-Ya es que…-no sabía que decirle.-Bueno, eh… me voy, os dejo solos tortolitos-sonrió y luego miró a Eugenia fijamente antes de marcharse.

Peter abrió la puerta de su cuarto, y murmuró en voz baja:

-No, definitivamente, no sirvo para mentir.

Agustín viendo que ya estaban solos, empezó a hablar con Eugenia sobre el tema pendiente; sobre la etiqueta que pondrían a su relación. La muchacha no queriendo hablar de eso, en aquel momento; le sugirió que mejor lo hablasen al día siguiente en un sitio mas ideal que un baño. Él aceptando aplazar la conversación, se fue junto con ella a la planta baja, donde todavía seguía la fiesta.

El tiempo transcurrió. Ya le habían cantado feliz cumpleaños a Agustín con la tarta que aquella misma tarde las dos amigas, Candela y Eugenia, habían hecho junto con la particular ayuda de Peter. Todos estaban en la planta baja charlando y algunos  que otros que todavía seguían con energía bailaban en medio del salón. Eugenia estaba de pie apoyada en la pared mirando fijamente hacia dos personas; Luna y Peter; que andaban cuchicheando y besándose a un par de metros de la muchacha.

-¿En serio que no te enfadas por cortarte?-le preguntaba Peter a Luna.-No es que no quisiese hacer nada contigo, es que  se me fueron las ganas, sin más. En serio, lo siento por lo de antes.

-Peter me habrás pedido perdón quinientas veces. Te he dicho que está todo bien. No pasa nada-hizo una pausa.-Pero no sé si me tengo que sentir afortunada o todo lo contrario, soy la primera chica a la que Peter Bedoya rechaza-comentaba Luna.

-Te prometo recompensarte pero esta noche prefiero no hacer nada.

-¡Vaya, vaya! Te debe de gustar mucho esa chica-dijo Luna mirando a Eugenia, haciendo que la ex rubia mirase hacia otro lado.

-¿Qué? No, ¿por qué lo dices?

-Pues porque antes de que ella entrase en la habitación y nos interrumpiese tú tenías muchas ganas de divertirte esta noche. Pero fue verla y se te cambiaron totalmente las ideas. ¿Me tengo que poner celosa?

-No, ni de broma. Ella es una amiga, nada más-le sonrió.

-Bueno, eso espero. Aunque nosotros solo seamos amigos con derecho a roce, tengo que tener ojo porque hay muchas chicas detrás de ti y en nada me puedes reemplazar.

-No te preocupes que con ella sería incapaz de tener un ‘touch and go’.

-No, si de eso estoy segura. Ella no parece ser una chica que le guste el ‘touch and go’ más bien parece una chica de relaciones serias. Por eso tengo que tenerla vigilada-se rió.

-Como me gusta cuando eres celosa-comentó Peter rodeándole el cuerpo con sus brazos.

Luna al tenerlo tan cerca, aprovechó y lo besó.

Eugenia desde lejos contempló el beso con rabia. Aunque en realidad no sabía qué hacer, si deprimirse, cabrearse o ignorar lo que estaba pasando. Resopló y siguió mirando hacia ellos.

-¿Qué haces tú aquí sola?-preguntó Patrick, apareciendo al lado de su amiga.

-Contemplar como esa tía le mete la lengua hasta la garganta a Peter-contestó sin ni siquiera mirar quién le había hablado.

-¿Estás celosa?

-Si-afirmó sin pensar.- ¡No!-rectificó al caer en la cuenta de lo que había dicho.-Ni de broma estoy celosa de esa… ¿Qué pasa? ¿Es más guapa que yo? Posiblemente. ¿Es más alta que yo? Lo dudo. ¿Es más delgada que yo? Si…parece. ¿Es más lista que yo? Bueno, mejor dicho, ‘rápida’ Pues si… ¿Ella tiene algo que yo quiero? Si, ¿y qué pasa? Pues que me jodo y listo.

-Eugenia, estás mal, muy mal-comentó Patrick.-Mira esa chica no te llega ni a los talones y piensa que él la quiere para un aquí te cojo y un aquí te mato, nada más. En cambio a ti te quiso como una relación seria.

-‘Quiso’ Ese es el problema. Eso es pasado y yo quiero un presente-hizo una pausa.-Pero da igual, cambiemos de tema-miró a su amigo por primera vez desde que había llegado.- ¿Qué tal te lo estás pasando?

-Bien, está interesante la fiesta. Pero no quiero hablar de eso-respiró hondo.- Euge, tengo algo que decirte.

-Dime-le sonrió.

-Verás, es complicado el tema. Yo… me marcho.

-¿Cómo que te marchas? ¿Ya? Pero si estamos en el auge de la fiesta-se rió.

-No, no. No me has entendido. Me marcho, me voy del país.

-¿Qué?

Continuará...