viernes, 14 de septiembre de 2012

JF2. Capitulo 34: En el trabajo

Capitulo anterior:

Se hizo de noche. Peter acababa de llegar a casa, fue a la cocina a por una cerveza ya que le hacía una ilusión terrible pasar el día de San Valentín solo en casa, irónicamente hablando. Tras cogerla, se dirigió al salón para poner la televisión. Al entrar, vio a Eugenia acurrucada en si misma encima del sofá con la cara hundida en sus manos mientras lloraba.
-¡Ei, Euge! ¿Qué te pasa?-preguntó Peter sentándose a su lado.
La muchacha no conseguía hablar, las lágrimas no dejaban de brotar por sus ojos sin parar. Peter sabiendo que era lo que le sucedía, la atrajo hacia su cuerpo y la abrazó con fuerza conteniéndola y recordando lo que había pasado aquella tarde en su trabajo…
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Flashback
Peter llevaba una tarde de trabajo aburrida, le habían pedido a él y a Agustín que probasen una serie de numerosas tarjetas para móviles para comprobar si funcionaban con normalidad para así sacarlas a la venta. Tenían que enviar sms con cada una de ellas. Agustín hacía un tiempo que había ido al baño y hasta aquel momento, no había vuelto así que el único que estaba encargándose de las tarjetas era Peter. Cansado de hacerlo solo fue a buscar a su amigo. No podía ser que tardase tanto en lo que estuviese haciendo en el baño. Se acercó a la puerta y estaba por abrirla cuando escuchó una voz masculina procedente del servicio de mujeres.
-Sal tú primero, yo en un rato veré como hago para que no me vean.
-Vale, pero mañana repetimos ¿no?-preguntó otra voz, esta vez era una femenina.
Peter sabía perfectamente de quiénes eran esas voces. Se apoyó en la pared de brazos cruzados mientras esperaba a que alguien abriese la puerta. Al ser así, vio a una chica morena de pelo medianamente largo y con flequillo. La secretaria. La muchacha salía arreglándose la ropa y pasándose la mano por el pelo mientras trataba de parecer lo más normal posible.
-¡Belén!-exclamó Peter nada más verla.
Ella se asustó y lo miró.
-Peter, ¿qué haces aquí? ¿Tú no tendrías que estar revisando las tarjetas telefónicas?
-Si, pero estaba buscando a Agustín. Por alguna casualidad, tú no lo habrás visto ¿no?
-Eh…-vocalizó sin saber que decir.
-Está bien, puedes irte y tranquila que no diré nada pero arréglate el pelo por detrás-comentó el muchacho cambiando de postura y ahora metiendo las manos en los bolsillos delanteros de su pantalón.
-Vale pero…
-Ve, tranquila-le sonrió.
Peter vio como Belén volvía a su puesto de trabajo mientras esperaba a que la persona que todavía estaba dentro del baño se animase a salir de una vez. Esperaba apoyado en la pared con una postura que únicamente le quedaría bien a él, tan relajado y paciente a pesar de saber lo que había pasado en el interior del servicio de señoras. Prefería estar sereno que montar un espectáculo delante de sus compañeros de trabajo. En ese momento, el pomo de la puerta empezó a girar. Lentamente se abrió la puerta y por desgracia, era lo que Peter se estaba temiendo. Agustín poco a poco asomó la cabeza para divisar el pasillo por si había alguien. Miró hacia un lado y luego hacia el otro y para su sorpresa, allí estaba su amigo mirándole fijamente.
-¡Peter!-exclamó nervioso saliendo rápidamente del interior del baño.
-¡Agustín!-exclamó el muchacho imitando a su amigo.- ¿Qué hacías?-preguntó con naturalidad.
-Nada, es que…me sentía muy mal, me dolía mucho la barriga y bueno, quise usar el baño pero estaban todos ocupados en el servicio de los hombres y tuve que entrar aquí.
-¡Ah! Pero ¡qué casualidad! Todos los cubículos del servicio de los hombres ocupados. Vaya cuánta gente necesitaba el baño a la vez.
-Si-se rió.- ¿Habrá sido la comida de la cafetería?
-Seguro-hablaba irónicamente.-Y oye, tienes los botones de la camisa mal abrochados.
-¿Qué?-preguntó mirándose.- ¡Oh, es verdad! Qué torpe. Gracias por avisar, llevo así todo el día-hizo una pausa.-Bueno, ¿volvemos al trabajo?
-Si, pero espera, ¿a qué no sabes a quién me he encontrado?
-¿A quién?-preguntó tragando saliva.
-A Belén, y justamente saliendo del mismo sitio que tú…con la respiración un poco agitada, ¿qué crees que estaría haciendo?
-A saber-contestó.-Bueno, vamos que tenemos que terminar de probar las tarjetas-le golpeó en el brazo a Peter de una forma amigable para que se fueran de allí.
El muchacho respiró hondo tratando de tranquilizarse, aún apoyado en la pared volvió a la postura de antes; con los brazos cruzados. Se rascó la nariz y mientras tomaba aire, dijo:
-Agustín…-éste le miró.- ¿En serio te piensas que soy tan idiota de tragarme lo que me has dicho?
-¿Qué? No te entiendo.
-Vamos, Agus, sabes muy bien de lo que te hablo. Sé lo que has hecho dentro del baño.
-¿Ah, si? ¿El qué?
-¿Prefieres que te lo explique yo o llamamos a Belén? No, mejor. Llamemos al jefe, creo que le hará mucha gracia enterarse de que dos compañeros de trabajo se han acostado en el baño. Es muy divertido ¿no crees?-hablaba irónicamente.
-No sé de que me estas hablando-dijo Agustín seriamente.
-¿No? ¿Quieres que te haga memoria?-hizo una pausa.-Oye, Belén, ¿puedes venir…?-gritó Peter haciendo que la gente del alrededor lo mirase.
-Está bien-lo calló Agustín.- ¡No grites!-hizo una pausa.-Sí, tienes razón.
-¿En qué tengo razón?
-Sí, me he acostado con la secretaria pero por favor no se lo cuentes a Eugenia.
Peter soltó una risotada.
-Muy bien, Agustín. Ya creía yo que te estabas volviendo uno de esos hombres con pareja que son de lo más aburrido-Agustín lo miraba desconfiado, no se fiaba para nada de él.-Así se hace. No te conformes con una. Y pregunto, por cotilla nada más, ¿cuánto tiempo llevas haciendo esto?-el amigo no dijo nada, solo lo miraba.-Tranquilo, no le diré nada a nadie. Somos amigos ¿no? Y los amigos se cubren las espaldas con las mujeres-le sonrió.
-Pues desde hace unos meses atrás.
-¿Meses? O sea, ¿incluso antes de empezar a salir con Eugenia?-Agustín asintió.-Pero hay algo que no me cuadra. Si estabas con Belén, ¿por qué le pediste salir a Eugenia?
-Bueno, es que… te explico. Yo llevaba un tiempo saliendo con Belén, pero me reencontré con Eugenia y desde ahí mi relación con Belén fue a peor e intenté tener a Euge como repuesto por si mi relación con Belén fallaba. Así que me hice el chico que iba lento, el romántico y demás para tenerla comiendo de mi mano. Pasó el tiempo, y no pensaba tener nada con Euge ya que había arreglado mi relación con Belén, pero después del día en que me acosté con Eugenia, el día ese que me prestaste tu casa y…
-Si, si-lo interrumpió para que no siguiese dándole más detalles.
-Pues, bueno, me di cuenta de que no debía perder a Eugenia por nada del mundo. ¡No sabes lo que es esta chica en la cama!-exclamó.-Pero Euge lo que buscaba era una relación estable, no un touch and go, así que tuve que proponerle que fuera mi novia. Con el tiempo, me fui enamorando de Eugenia y no quería meterle los cuernos pero no podía dejar a Belén. Así que decidí estar con las dos.
Peter  se pasó la mano por el pelo, resistiendo las ganas de meterle un puñetazo en la cara a su ‘amigo’. Trató de aguantar la postura para sonsacarle más cosas a Agustín.
-Entiendo. O sea que le pediste salir a Eugenia para retenerla a tu lado. Le diste lo que ella quería-Agustín asintió.-Pero ¡qué grande amigo! Y yo que creía que sabía todo sobre tácticas para tener a una mujer-decía para convencerle de que estaba de su parte.-Vas a tener que darme clases-bromeó.
-Cuando quieras-se rió.- ¿Y recuerdas cuando Eugenia me propuso que nos fuésemos a vivir juntos?-Peter asintió.-Bueno, pues le dije que no podía porque tenía miedo y todo eso, pero era todo mentira. No era el miedo lo que impedía que ella se viniese a vivir conmigo, sino que mi casa era mi nidito de amor donde me encontraba con Belén todas las noches en las que no las pasaba con Eugenia. Así que cuando le sugeriste a Euge que se fuese a vivir contigo, no sabes lo bien que me vino-se rió.-Aunque en realidad me pareció extraño. Tú y ella que os acababais de conocer… iros a vivir juntos, pues no sé. Pero confiaba en que mi mejor amigo era incapaz de tocar a mi novia-sonrió.
-Por supuesto que no. Las novias de mis amigos son intocables-lo miró.-Y oye, otra cosa que tampoco me cuadra. Dices que tu casa era el nidito de amor donde estabas con Belén…pero ahora ya no porque según tengo entendido tienes a una prima viviendo allí.
Agustín echó a reír.
-La prima es Belén-hizo una pausa.-Verás, el otro día Eugenia me pilló con ella en mi casa y le conté una escusa que la pobre se la tragó por completo y claro, ahora tengo a Belén viviendo en mi casa bajo la pantomima de que es mi prima rebelde-volvió a reír.
-Madre mía, Agus. Tú si que sabes arreglártelas bien.
-Si, pero oye, esto no puede salir de aquí. Como Eugenia se entere me mata.
-No, no te preocupes, yo no le diré nada, tú no le dirás nada, Belén tampoco le dirá nada. Nunca se enterará-sonrió sarcásticamente.
-Genial, ahora vamos a trabajar porque sino nos matan. Además hoy tengo ganas de salir antes porque le tengo una sorpresa preparada a Eugenia que caerá rendida a mis pies y… ya me entiendes-se rió.
-No, no. Espera. Una última y definitiva cosa.
-Dime.
-¿Tienes el móvil a mano?-Agustín asintió mientras lo sacaba de su bolsillo extrañado por la pregunta.-Bueno, pues ¿sabes que vas a hacer ahora? Vas a marcar el número de Eugenia y vas a cortar con ella.
-¿Y por qué iba a hacer eso? Ni loco corto con ella y menos hoy que es San Valentín.
-Lo harás, sabes que lo harás-comentó Peter muy convencido.-A no ser que quieras que el jefe se entere de lo que has hecho en el baño.
-¡Ey, Peter! ¿No era que me apoyabas?
-¿Qué te apoyaba?-preguntó irónicamente.-En serio crees que te voy a apoyar a que le metas los cuernos a la mujer…-hizo una pausa y rectificó.-… a Eugenia? Estás completamente loco. Si te he seguido el jueguecito de hombretón que tiene a todas las mujeres que quiera es porque quería sonsacarte la verdad, y ahora que ya la sé, vas a coger el móvil y vas a hacer lo que te he dicho.
-Pero, ¿qué clase de amigo eres?
-La clase de amigo que no te parte la cara porque no es el lugar idóneo-lo miraba amenazante.
-Mira, Peter, no voy a hacer nada.
-¿Ah, no? Pues entonces le contaré a Eugenia que le has metido los cuernos y ya esta-sonrió.
-Dile lo que quieras a Eugenia. Yo lo negaré todo. ¿A quién crees que va a creer a su novio o a ti, que no eres nada suyo?
-Si, tienes razón, si las cosas fueran como tú dices, saldrías ganando pero… hay algo que no sabes-hizo una pausa.-Eugenia y yo nos conocemos de hace mucho más tiempo de lo que tú te crees. La conocí incluso antes que tú. Así que empieza a marcar el número-le dijo amenazante.-Te espero allí en la mesa de Belén para que hables a solas con Eugenia.
-¿Y qué quieres que le diga?
-No sé, invéntate alguna escusa, o di la mítica frase: ‘no eres tú, soy yo’-hizo una pausa.- Y más te vale que por nada del mundo le menciones nuestra conversación, ni la idea de que le has metido los cuernos.
-¿Por qué no tendría que hacer eso? Contarle la verdad es lo más rápido.
Peter por nada del mundo quería que Eugenia se enterase de que otro tío más le había metido los cuernos, la hundiría por completo.
-No le vas a mencionar los cuernos porque sino yo hablaré con el jefe y ten claro que saldrás perdiendo.
 El muchacho estaba por irse cuando retrocedió diciendo:
-¡Ah! Y una cosa sin importancia, solo para que imagines que hemos podido hacer conviviendo juntos-hizo una pausa.-Eugenia y yo somos exs… Ahora…imagina-le guiñó el ojo y echó a caminar con una sonrisa dibujada en su rostro, sabía que eso no le haría gracia.
Findelflashback.

Continuará...


[Ayer sin querer la líe un poquito porque puse que hoy iba cap Eugeter y luego lo corregí. Es mañana xD Mañana si que viene cap eugeter pero no lo que pensais xD En fin, ahí dejo la incógnita(?]

3 comentarios:

  1. Pobre euge!!!! me encanto la actitud de peter pero deberia contarle que nunca le metio los cuernos ya!!! mas nove me ENCANTA

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  2. Muero porque escribas el cap 34!!!!

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  3. me encanta!! espero con ansias el siguiente capitulo :B

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