JF2.Capitulo 33: San Valentín

Capitulo anterior:

Después de muchas búsquedas, Candela por fin había encontrado trabajo como recepcionista de un hotel. Le quedaba un poco lejos de casa por lo que normalmente Luca la llevaba y a la hora de regresar, como salía una hora antes de la que solía salir su novio volvía en autobús o cogía un taxi. En cuanto a su hermano, Nicolás, lo había visto un par de veces desde que se había enterado que había regresado. Habían pasado toda una tarde juntos, charlando y contando todo lo que habían hecho ese tiempo en que no se habían visto y por los temas que estaban tocando, Eugenia apareció en la conversación. Nicolás se alegró al escuchar que ella había vuelto y vivía por allí cerca. Quería volver a verla, necesitaba volver a verla. Le sugirió a su hermana ir en aquel momento a visitarla pero la muchacha se tuvo que negar ya que Eugenia estaba trabajando y no estaba en su casa.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

 Era la mañana del día de San Valentín. Peter como cada mañana se levantaba, vestido únicamente con un bóxer que dejaba relucir su cuerpo increíblemente perfecto y bajaba a desayunar con la compañía de Eugenia antes de irse a trabajar. En aquella mañana, la muchacha todavía no había bajado a desayunar por lo que empezó a hacer café. Cuando terminó, se sirvió y se sentó en el taburete poniendo la taza sobre la mesa al lado de un plato repleto de tostadas que, también, había hecho. Estaba por ir a avisar a Eugenia que el desayuno estaba listo, cuando la vio bajar.

-Buenos días-saludó Peter con una sonrisa.-Creía que hoy no desayunabas.

-Sí, desayuno pero algo rápido porque como ves-comentó haciendo referencia a que estaba vestida con su uniforme de trabajo.-Me tengo que ir en breves. Ah, y por cierto… ¡Feliz día de San Valentín!-exclamó abrazándolo con fuerza.

-Igualmente-la achuchó.

Eugenia al separarse del cuerpo del muchacho, cogió una fruta y se sentó en el taburete de al lado del que estaba sentado Peter.

-¿Y por qué hoy tienes que ir tan temprano a trabajar?-preguntó él mirándola.

-Porque hoy es San Valentín y le pedí a mi jefe si podía entrar antes para salir más temprano porque quiero prepararle alguna sorpresilla a Agustín.-hizo una pausa.-Y hablando de esto, ¿tú hoy sales?

Peter sonrió. Él desde que había dejado de lado su faceta de mujeriego, le había hecho creer a Eugenia que todas las noches salía y estaba con una chica porque quería evitar un interrogatorio incómodo por parte de la muchacha para saber los motivos que lo habían hecho abandonar su antigua vida.

-No sé, lo más seguro es que sí, ¿por?

-Porque te quería preguntar si me dejarías la casa esta noche para preparar aquí la sorpresa para Agustín.

-¿Y por qué no se lo haces en su casa?

-Porque está su prima.

-¿Qué prima?-preguntó Peter sin entender.

-¿No te habló de ella? Se llama Belén y lleva como un mes viviendo allí con él por problemas que tuvo con la pareja…-hizo una pausa.-Y bueno, ¿me la dejas o no?

Peter se quedó callado pensando. Si le dejaba la casa no sabría a donde ir a dormir y en aquel momento, recordó a Luna, ella era su amiga y quizás podría hacerle el favor. Estaba por contestarle cuando el móvil de Eugenia empezó a sonar. La muchacha rápidamente lo sacó del bolsillo de su falda y atendió.

-¿Diga?

-Mi amor, ¡feliz san Valentín!-dijo Agustín del otro lado del teléfono.

-Igualmente, lindo. ¡Ay, no sabes las ganas que tengo de verte!

-Y yo también…pero supongo que esta noche no tendrás ningún plan ¿no?

-Bueno, tenía pensado pasar una velada romántica con mi chico pero no tengo idea de dónde puedo hacerla…

-Tú no te preocupes por eso, que yo me ocupo.

-¿En serio?

-Si, ya lo tengo todo organizado, tú hoy solo espera a que llamen a tu puerta.

En ese momento, el timbre sonó.

-Ve abrir-dijo Agustín.

La muchacha fue a la entrada y al abrir la puerta, vio que era un repartidor que le traía un gran ramo de flores de todo tipo. Eugenia se quedó boquiabierta, era precioso. Le firmó al repartidor y agarró el ramo mientras le agradecía al muchacho por haberlas traído.

-¿Te gustan?-preguntó Agustín.

-Me encantan-contestó aspirando por la nariz para sentir el olor de las flores.

-Pues eso no es nada comparado con lo de esta noche.

-Eres increíble, Agus.

-Tú más, linda. Pero bueno te voy colgando porque todavía tengo que hacer algunas cosillas antes de irme a trabajar. Así que, nos veremos esta noche.

-Vale, besos, te quiero mucho, mucho, mi amor.

-Y yo a ti, Euge.

Tras eso, colgaron. Eugenia fue a la cocina y le enseñó las flores a Peter con una sonrisa de oreja a oreja. No podía estar más feliz.

-Mira lo que me regaló.

-Bonitas-comentó Peter con una sonrisa.

-Si…-vocalizó mirándolas.-En fin, me marcho porque voy a llegar tarde a trabajar. Adiós-se acercó a él y le dio dos besos en la mejilla.-Ah, ¿me podrías poner las flores en agua, por favor?-le preguntó haciendo puchero.

-Vale, ahora las pongo. No te preocupes.

-Gracias-agradeció la muchacha cogiendo sus cosas y saliendo de casa.

Peter se quedó contemplando las flores y recordando la cara de felicidad de Eugenia. Por un lado le gustaba la idea, Eugenia era feliz pero por otro lo detestaba. Él quería ser el motivo de su felicidad, él quería regalarle millones de flores el día de San Valentín, no ver cómo otro se las regalaba y para colmo, ponía todo tipo de flores menos la que le gustaba a ella. Los jazmines. En ese momento el móvil de Peter empezó a sonar. Estiró el brazo para cogerlo y pulsó el botón verde mientras se lo acercaba a la oreja.

-Pitt -sonó una voz masculina al otro lado.

-Si, ¿Quién es?

-¿Cómo que quién es? ¿Ya no te acuerdas?

-¿Gastón?-preguntó inseguro.

-El mismo. ¿Qué pasa? ¿Ya te has olvidado de tu mejor amante?-bromeó.

-¡Qué imbécil eres!-exclamó.-El problema es que tenía la cabeza en otro lado.

-Uh, ¿alguna chica?

-Si, pero no importa. No es nada-hizo una pausa.-Bueno, cuéntame ¿cómo estas?

-Jodido-soltó sin más.

-¿Y eso?

-Pues  verás, el bar que había montado con mi socio no está yendo muy bien últimamente y para colmo mis padres me quieren  echar de casa.

-Normal que te quieran echar. Tener 24 años y todavía no haber volado del nido, teniendo un trabajo fijo y ganando dinero…

-Ya-comentó Gas.-Pero en fin primito, te llamaba para proponerte algo relacionado con eso.

-Dime.

-¿Qué tal si me voy a vivir contigo a tu casa?

-Si me lo hubieses propuesto antes de año nuevo te hubiese dicho que si, pero ahora es imposible. La habitación que estaba libre ahora está ocupada. Tengo a una amiga viviendo conmigo.

-¿En serio? ¿Y es guapa? Porque si lo es, no me importaría dormir con ella-bromeó.

-Muy gracioso-dijo Peter irónicamente.

-Pero, no, en serio. ¿No me puedes hacer un hueco? Que se yo, duermo en el sofá si hace falta.

-Bueno, déjame pensarlo y te lo digo. Además también tendría que hablarlo con mi amiga para ver si le parece bien.

-Genial, pero te prometo que es temporal, solo hasta que encuentre algún piso asequible.

Se hizo de noche. Peter acababa de llegar a casa, fue a la cocina a por una cerveza ya que le hacía una ilusión terrible pasar el día de San Valentín solo en casa, irónicamente hablando. Tras cogerla, se dirigió al salón para poner la televisión. Al entrar, vio a Eugenia acurrucada en si misma encima del sofá con la cara hundida en sus manos mientras lloraba.

-¡Ei, Euge! ¿Qué te pasa?-preguntó Peter sentándose a su lado.

La muchacha no conseguía hablar, las lágrimas no dejaban de brotar por sus ojos sin parar. Peter sabiendo que era lo que le sucedía, la atrajo hacia su cuerpo y la abrazó con fuerza conteniéndola y recordando lo que había pasado aquella tarde en su trabajo…

Continuará...

[pasadomañana se viene un capitulazo Eugeter, pero disfruten mientras dura...pronto las cosas vuelven a tornarse. He aquí mi aportación de todos los días. Gracias&agradecería los comentarios. A veces me siento sola(? Soy muy repetitiva lo sé :$! xD 
Bsitos.OsQ!]