-Ganaba, claro que ganaba. Ahora, después de
que Belén hable con Eugenia, ella te odiará y buscará consuelo en alguna
persona, y tú pensarás… lo más probable es que busque consuelo en Peter, pero
no, él después de la escenita que Eugenia le montó, no estará dispuesto a
perdonarla. Al menos no tan fácilmente. Eso hará que ella esté peor, y ahí
apareceré yo. Totalmente cambiado y dispuesto a consolarla a mi manera.
Lo que Nicolás no sé esperaba era la llegada
de alguien que cambiaría por completo sus planes.
-Pero hay algo que no entiendo. ¿Cómo sabes
que Eugenia le montó una escenita o sabías lo que Peter iba a hacer junto con
Euge ayer por la noche?
-Cuando me enteré donde vivía Eugenia, un
amigo mío se coló dentro con la escusa de que era un electricista e instaló
micrófonos y cámaras por toda la casa. Por eso sé dónde fueron, qué hicieron y
qué dijeron.
-Pues creo que no debiste contarme todo tu
plan, porque ahora mismo llamaré a Eugenia y le contaré toda la verdad.
-¿Y crees que te creerá después de la mentira
que le inventaste?-preguntó riendo.
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Eugenia llegó a casa cabizbaja. Estaba triste,
dolida, resentida, confusa…toda una serie de sentimientos encontrados. Permaneció
unos segundos en la puerta, pensativa. Tras eso, entró y cerró la puerta
mientras suspiraba. Tenía pensado ir directamente hacia su habitación, sin
mirar hacia ningún lado por la posibilidad de encontrarse con Peter y tener que
mirarlo o hablar con él. Sabía que si intercambiaba alguna palabra con él
acabaría echándole en cara las cosas y primero necesitaba relajarse y
recapacitar sobre el tema. Pasó delante del salón y una voz proveniente del
interior, preguntó desafiante:
-¿Te diste cuenta de la realidad?
Era él, era su voz.
-Si, la verdad es que me di cuenta de la clase
de basura que eres-contestó dando un paso hacia atrás para mirar hacia Peter.
-La clase de basura que soy-repitió el
muchacho levantándose del sofá.-Ya veo que has permitido que Agustín te comiese
la cabeza fácilmente.
-Agus no hizo nada. Solo me enseñó una
grabación donde se escucha perfectamente como lo amenazabas.
Peter palideció.
-¿Y qué se supone que decía en esa grabación?
-Le amenazabas para que cortara conmigo o
hablarías con vuestro jefe.
-Si, está bien. Es cierto que lo amenacé
pero...
-¿Qué?-preguntó sorprendida.- ¿Y encima me lo
dices así sin más? Dios, Peter. Eres un completo imbécil. ¿Cómo vas a hacer
eso? ¿Quién te crees que eres? Te has aprovechado de mi...-hablaba con
brutalidad en sus palabras.-Ayer cuando dudé de ti por unos segundos me hiciste
sentir la peor cosa que existía sobre la tierra… y no te importó nada, a pesar
de que…amenazaste a Agustín. Pero ¿cómo se te pasa por la cabeza hacer eso?
Peter no eras quien como para meterte en mi relación con él. ¡Eres…! ¡Eres…!-no
le salían ni las palabras, quería insultarlo pero no podía.
-Eres…eres…
¿qué? ¿Qué soy?-preguntó acercándose a ella y agarrándola del brazo.-Vamos,
dilo. ¿Qué se supone que soy?
-Un imbécil, un idiota, un…todo. Peter, te
odio. Al final has resultado ser de la misma calaña que Mariana-el muchacho
cuando oyó ese nombre apretó el brazo de Eugenia como si de la nombrada se
tratase.
-¿Qué?
-Peter me haces daño-se quejó la muchacha
tratando de que la soltase.
-Repite lo que has dicho.
-Peter suéltame.
-Repite-hablaba enfadado.-lo que has dicho-se
acercó más a ella mientras la miraba furioso.
-Lo que has oído-contestó haciendo fuerza para
que la soltara pero no lo lograba.-Eres igual de asqueroso, ruin y bastardo que
Mariana, que por conseguir a alguien sois capaces de meteros en una relación y
hacer daño a la pareja-mientras hablaba también se acercaba a él para
demostrarle que no le tenía ningún miedo.-Sois un asco-recalcó la palabra.-de
personas. Pero en realidad, pobre Mariana, compararla contigo. Ella al fin y al
cabo no llegó al limite de amenazar, solo aprovechó las oportunidades que tú le
dabas mientras estabas conmigo. Creí que habías cambiado y madurado cuando te
volví a ver después de cinco años, por eso no me importó que mis sentimientos
hacia a ti volvieran a relucir pero… ¡como me equivocaba! Sigues siendo el
mismo pero ahora con menos escrúpulos que llega a amenazar a mi pareja para que
me deje para estar conmigo. ¿En serio crees que no me iba a enterar? ¿Tan
estúpido eres?
-Euge, espera, las cosas no son como tú
crees-dijo una voz a las espaldas de la muchacha.
Ella se giró y vio quién era.
-No, Belén-comentó Peter.-Deja que la señorita
diga todo lo que tiene que decir, dejemos que se desahogue. ¡Vamos, continua!
-Peter, no. Ya está, no quiero que os peléis
más-comentó Belén.
Peter frustrado soltó el brazo de Eugenia
haciendo un aspaviento. La muchacha al sentir su brazo liberado, se llevó la
mano donde Peter había presionado con fuerza, le dolía.
-¿Qué es todo esto?-preguntó Eugenia sin
entender nada mirando a ambos lados.
-Euge, sentémonos y te lo explico todo-sugirió
Belén.
Minutos más tarde, Belén le había explicado desde
el momento en que Agustín volvió a aparecer en la vida de Eugenia hasta la
conversación de hacía unas horas y la grabación. Le explicó absolutamente todo,
excepto la idea de que Nicolás era la verdadera cabeza pensante. Los ojos de la
muchacha tras terminar de escuchar la historia estaban llenos de lágrimas.
Había metido la pata hasta lo más profundo con el muchacho que permanecía
sentado en un sillón apartada de ella y de Belén. Miró a Peter mientras se
mordía el labio inferior tratando de no derrumbarse y empezar a llorar.
-Lo…-vocalizó la muchacha mirándolo a los
ojos.
-No hace falta que digas nada-la interrumpió
Peter levantándose del sillón.
-No, espera-dijo ella levantándose y
agarrándole del brazo.-Por favor, escúchame. Yo no…
-Eugenia, no hace falta que me digas nada, sé
lo que me vas a decir y no…-empezó a negar con la cabeza.
Peter la miró durante unos segundos, suspiró y
después de eso se marchó del salón. Eugenia se quedó allí petrificada, quería
seguirle pero sabía que no iba a servir de nada intentar hablar con él. Al
menos por ahora, tendría que esperar a que se calmase las cosas.
-Lo siento mucho Euge. Yo no quería…-trató de
decir la muchacha de pelo oscuro.
-Belén, no quiero escuchar más nada, en serio.
Gracias por contarme la verdad pero no tengo ganas de hablar de nada
más-suspiró.
-Está bien, te entiendo. Lo mejor será que me
vaya y en serio, Eugenia perdóname por mentirte-se levantó del sofá.-Te juro que
lo hacía porque no quería perder a Agustín…
-Ya, me lo imagino-dijo sentándose en el
sillón donde estaba Peter anteriormente.
Belén se despidió de la muchacha y se marchó.
Eugenia se acurrucó encima del sillón y echó la cabeza hacia atrás. Empezó a
pensar en la situación en la que se encontraba. Todo le había salido mal y lo
único que quería era que ese momento de debilidad y malestar pasase lo más
pronto posible. Pensando que el quedarse allí sin hacer nada, no iba a servir
decidió empezar a tomar de una vez las decisiones que creía apropiadas y
enfrentar la realidad. Se levantó del sillón y buscó su bolso, tras comprobar
que las llaves estaban en su interior, salió de casa. Iba hacia la casa de
Agustín, pensaba echarle todo en cara. Solo quería gritarle y que le explicase
por qué había hecho aquello. Necesitaba explicaciones. Al llegar frente a la
puerta del piso de Agustín, permaneció unos segundos allí. Él no sabía que
Eugenia había ido a hablar con él, ya que el portal lo había abierto una vecina
del bloque. Estaba tratando de pensar, qué decirle y cómo hacer para evitar que
Agustín se fuese por las ramas, tras pensarlo mucho, llamó al timbre. El
muchacho abrió la puerta y la vio.
-¡Euge! ¿Qué haces aquí?
La muchacha trató de controlarse pero no lo
consiguió. Dolida le dio un cachetazo en la cara.
-¡Idiota!-gruñó.-Te juro que no me puedo creer
lo que has hecho, Agustín…
Él se llevó la mano a la mejilla golpeada y
permaneció en silencio escuchando todo lo que Eugenia tuviese que decirle. No
podía pretender convencerla, todo estaba arruinado.
Se hizo de noche y Eugenia acababa de llegar a
casa. Tenía la cara y los ojos rojos de tanto llorar. Había estado duramente toda
la tarde discutiendo con Agustín y después había ido a visitar a Candela. Cerró
la puerta con cuidado tratando de no hacer ruido, serían cerca de las dos de la
mañana. Se quitó los zapatos y fue a la cocina a por un vaso de leche con miel.
Atravesó el marcó de la puerta y buscó el interruptor. Antes de encontrarlo,
una voz a su espalda preguntó:
-¿Eugenia?
La muchacha se asustó y de inmediato se dio la
vuelta. Únicamente veía una silueta, encendió la luz y comprobó que se trataba
de Santiago, un amigo de Peter con el que solía rondar los bares por las noches.
-Me has asustado-dijo ella en voz baja.
-Puedes hablar normal, Peter se está duchando.
-¡Ah!-vocalizó entristecida.- ¿Vais a salir?
-Sí, le he convencido para que salga a dar una
vuelta.
-Gracias-le sonrió.
-¿Por qué?
-Por intentar animarlo. No me gusta que esté mal
y menos si es por mi culpa.
-Mira, Eugenia, no nos conocemos casi nada pero
sé que algo ha pasado entre tú y Peter y no quiero ser desagradable, ni nada de
eso… pero creo que deberías alejarte de él. Yo soy su amigo desde hace unos
años atrás y nunca lo había visto como lo vi hoy y… pienso que no le haces bien
sino todo lo contrario. Tienes un noviazgo con él que después acabó contigo
yéndote lejos y dejándolo tirado como una colilla y ahora regresas… y lo
cambias por completo, lo manejas como quieres.
-¿Qué? No, yo no…-trató de decir pero fue
interrumpida.
-Primero, deja de salir con mujeres por ti,
porque decía que no quería estar con otra mujer que no fueses tú…-Eugenia abrió
los ojos de par en par.
-¿Peter dejó de salir con mujeres por mi?
-No te hagas la tonta-comentó Santiago
metiéndose las manos en los bolsillos y continuando con lo que contaba.-Luego recapacitó
e intentó olvidarte con Luna, no lo consiguió y también decidió dejarla de lado
porque solo sabía tenerte en su mente y mientras tanto, tú viviendo la vida con
tu novio. Me parece perfecto que seas feliz con quien quieras pero no lo
confundas más. Aléjate de él porque lo estás haciendo polvo y no quiero verlo
más así-hizo una pausa.-¡No sabes lo que me costó que me dijera que si a que
salgamos a divertirnos esta noche! Y todo por tu culpa.
Esas últimas palabras retumbaron en la cabeza
de Eugenia, una y otra vez… “y todo por tu culpa… y todo por tu culpa”. No
sabía si era o no era lo mejor o lo que debía hacer; solo creyó que era lo que
ahora mismo necesitaba.
-Está bien…tienes razón-acotó la muchacha.-Será
mejor que me vaya…y desaparezca de la vida de Peter.
-Gracias por entenderme-comentó
Santiago.-Pero, por favor, si te vas, no regreses nunca más.
NOOOOOOOOOOOOOONONONONONONONO porque santiago le dice eso!! bueno si lo entiendo, pero ahora euge se ira y quizas cuando volvera espero que peter la vea con las maletas y la detenga, y porque belen no le dijo que nicolas armo todo ese plan??
ResponderEliminarayyyy me encanta la novela espero que la puedas seguir, se que estas con la escuela, pero no nos dejes tanto tiempo sin ella, suerte en todo :)
ME ENCANTO!! por fin se dio cuenta que agustin es una basura.. pero ahora se va de la casa QUIERO EUGETER YA!!!
ResponderEliminarme encanta tu nove espero caps pronto CUIDATE Y SUERTE EN EL COLE