viernes, 28 de septiembre de 2012

JF2. Capitulo 47: Seguridad

Capitulo anterior:

Eugenia se levantó del suelo y abrió la puerta de su cuarto. Fue hacia la habitación de Peter y llamó a la puerta. Nadie respondió. Volvió a llamar con más ímpetu.
-Peter, abre. Sé que estas ahí.
Nadie contestó. Volvió a llamar. No había respuesta. Decidida, cogió el pomo y lo giró. Al abrir la puerta y entrar, no vio a nadie en el interior. Miró en el baño del cuarto. No había nadie. Extrañada, bajó al salón y vio a Gastón.
-¿Dónde está Peter?
-Se ha ido a trabajar, ¿por?
-¿Tan temprano?
-Si, decía que quería irse ya para volver temprano esta noche para irnos de fiesta.
-¡Oh!-vocalizó.
“Voy a tener que esperar”-pensó la muchacha.-“Hasta esta noche. De esta noche no pasa”.
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Eran las once de la noche cuando los chicos llegaron al bar de Gastón, donde seguramente les estarían esperando las tres chicas con las que habían quedado aquella mañana. Se acercaron a la barra y empezaron a divisar a las personas que había en el local con la intención de saber dónde estaban esas chicas, aunque el único que las conocía era Gastón. Cuando las vieron, se acercaron a ellas y se presentaron. Una de las tres miraba fijamente a Peter. Ella desde que lo había visto rondar ese bar había estado interesada en él pero había desistido de la idea de tener algo con él cuando Gastón le comunicó que él estaba en algo extraño con otra chica. Pero otra vez volvieron a relucir esas ganas cuando le comunicaron que estaba totalmente libre y en esa noche, no lo dejaría escapar.
-Chicas estos son Peter y Darío. Chicos estas son Lucía, Javiera y Estefanía-presentó Gastón.
La noche acababa de empezar, y todos estaban con ganas de fiesta y con ganas de divertirse. Los tres amigos fueron a pedir las bebidas para todos en la barra mientras que ellas buscaban un sitio libre para sentarse.
-Peter-le llamó la atención su primo.-Lucía, la rubia que no te quita el ojo de encima es la chica de la que te hablé esta mañana está muy interesada en ti, así que… -le sugirió.
-Te he dicho que solo he venido a divertirme, no pienso hacer nada.
-Bueno, tú conócela, seguro que te caerá muy bien-le guiñó el ojo, intentando dejarle claro que iba con doble intención aquella frase.

Luca y Candela acababan de pasar a recoger a Eugenia para ir al bar de Gastón. La ex rubia había convencido a los dos tortolitos que la acompañasen esa noche por si pasaba cualquier cosa. Eugenia se había producido al máximo, quería estar perfecta y deslumbrante esa noche porque iba a animarse y necesitaba sentirse segura de sí misma. Al llegar y aparcar, la muchacha se bajó del coche y las miradas de la gente que permanecía fuera del local fumando fueron a parar directamente a ella. Eugenia tenía el pelo suelto que le llegaba casi hasta la cintura, con un ondulado perfecto y bonito de color marrón. Llevaba un vestido negro apretado que dejaba relucir las curvas de su cuerpo y un zapato de tacón del mismo color. Como complemento un bolso de mano con algunas pulseras en la muñeca que sonaban cuando chocaban una con la otra por el movimiento de vaivén del brazo hacia delante y atrás mientras caminaba muy segura de sí misma. Cuando los tres amigos entraron en el bar, buscaron un sitio donde sentarse. Había una mesa libre entre un grupo de cinco hombres jóvenes y entre otra mesa dónde estaba otro grupo pero mixto. Candela y Eugenia fueron a sentarse en la mesa mientras Luca pedía las bebidas. Entre mesa y mesa había un acolchado de algo más de medio metro que tapaba la mesa contigua a la otra para tener algo de intimidad. Eugenia, nada mas sentarse, empezó a divisar el bar tratando de encontrar a Peter.
-Cande, ¿lo has visto?-preguntó con nerviosismo.
-No, pero tranquila Eugenia-le sugirió su amiga con una sonrisa.-Parece que es la primera vez que te vas a declarar-bromeó.
-Lo sé, estoy muy nerviosa porque tengo miedo de que me rechace.
-No lo hará, tranquila.
Eugenia suspiró mientras trataba de calmarse.

La noche transcurrió. Peter hablaba animadamente con Lucía, la chica que deseaba estar con él.  Ella le contaba alguna que otra anécdota graciosa que hacía sonreír al muchacho y de vez en cuando soltar alguna carcajada que dejaba relucir su blanca dentadura al completo. Se lo pasaban bien y eso era lo que importaba. Peter desde que había entrado en el bar se había propuesto divertirse y olvidarse de Eugenia aunque solo fuesen unas horas. Necesitaba tener la cabeza en otro lado pero sin sobrepasarse. En cambio, su primo y su hermano tenían en mente todo lo contrario a él. Habían ido a divertirse y no perdían tiempo. Darío bailaba animadamente en la pista con Javiera. Una chica realmente guapa que había cautivado al mayor de los hermanos gemelos. Era una muchacha medianamente alta, de pelo castaño y largo que le llegaba un poco más abajo de los hombros. Ojos verdes, nariz chata y labios finos y rosados. Lo que más le había gustado a Darío de ella era su forma de ser, lanzada, directa y clara. Por otro lado estaba Gastón, que había sido el más rápido de los tres, no perdía tiempo. En la mesa donde estaban Peter y Lucía, al otro lado estaban Gastón y Estefanía comiéndose el uno al otro, literalmente pero pasaban desapercibido por toda la gente que había en el local.

Eugenia estaba en la barra esperando a que le trajesen las bebidas que había pedido, cuando se dio la vuelta para mirar hacia la mesa donde estaban Luca y Candela y ver que se estaban besando. Sonrió al verlos y siguió mirando al resto del local. Dirigió la mirada a una pareja que se besaban con gran intensidad y al lado otra pareja hablando y sonriendo. Eugenia se quedó mirando fijamente al muchacho y vocalizó:
-Peter. Al fin te encuentro-una amplia sonrisa se dibujó en su rostro.-Pero espera…-hizo una pausa.-Está…está con otra chica-la sonrisa se borró.
-Aquí tienes las bebidas-dijo el camarero del otro lado de la barra.-Son ocho euros. ¡Ey, chica! ¿Estás bien?-preguntó el hombre al ver la cara de pálida que tenía Eugenia.
-S...sí, muy bien-contestó dejando de mirar hacia Peter.-Eh, tome-le dio un billete y espero a que le devolviera el cambio.
Tras agarrar la devolución, lo metió en su bolso y agarró los vasos. Fue a su mesa y se sentó mientras decía:
-He visto a Peter.
-¿Y qué tal?-preguntó Candela con una sonrisa.
-Está con otra chica-entristeció.
-Bueno, Euge, eso ya lo sabías. Tú misma me dijiste que escuchaste a Gastón diciéndole que quedasen con algunas chicas…
-Si, pero no sé, no me atrevo a acercarme a hablar con él…si está con otra es porque no quiere nada conmigo.
-No te comas la cabeza y ve. Si él está con otra es porque tú lo tienes hecho un lío, así que aclárale las dudas antes de que otra se te adelante y te lo quite-dijo Candela prácticamente echándola de la mesa para que fuese a hablar con él.-Ve y ahora vuelve a contarme lo bien que te ha ido-sonrió.
Eugenia se levantó, se arregló el vestido, tomó aire y se alejó de su mesa hacia donde había visto a Peter sentado.

-Bueno, lo que te decía, yo soy muy directa ¿sabes? Y cuando me gusta algo, voy a por él. Hago lo que sea para estar con él pero…si el chico tiene novia, no me entrometo-comentaba Lucía mientras miraba fijamente a Peter y se acercaba a él cada vez más.
-¡Ah, muy bien! Una chica que tiene las cosas claras-sonrió.
-¿Te gustan ese tipo de chicas?-tomó de su vaso.
-La verdad es que no tengo un prototipo de chica pero que quieres que te diga siempre me gustaron más las que están locas y me vuelven loco, porque sino no me explico todo esto…-dejó de hablar.
“Todo esto que me pasa con Eugenia”-pensó el muchacho mientras sonreía al recordarla.
-¿Todo esto…?-Lucía trató de indagar en el tema.
-Nada, olvídalo-le sonrió.
-Bueno-hizo una pausa.-Pero… ¿sabes? Yo… cuando quiero también soy muy loca-sonrió.-Y sé hacer que alguien se vuelva loco.
-Ah, ¿si?
-Ajá. ¿Quieres que te enseñe?-preguntó acercándose un poco más.
-Mmm… ¿eso va con doble intención?
-¿Tú que crees?-se terminó su vaso de alcohol y lo dejó encima de la mesa.
Lucía, sin esperar a nada, se abalanzó sobre Peter y lo besó agarrándole de la nuca y atrayéndolo hacia ella.
Eugenia llegó frente la mesa y se quedó de pie ante ellos mientras veía cómo Peter y esa chica se besaban. La sonrisa que iluminaba su rostro, se borró y apretó los dientes con fuerza tratando de contener la rabia. No aguantando más, se fue haciéndose pasó entre la gente.

Continuará...

1 comentario:

  1. pff no puede ser!!!!!! tan cerca de la reconciliacion.
    Gracias espero otro cap GOOD LUCK

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