Eugenia se levantó del suelo y abrió la puerta
de su cuarto. Fue hacia la habitación de Peter y llamó a la puerta. Nadie
respondió. Volvió a llamar con más ímpetu.
-Peter, abre. Sé que estas ahí.
Nadie contestó. Volvió a llamar. No había
respuesta. Decidida, cogió el pomo y lo giró. Al abrir la puerta y entrar, no
vio a nadie en el interior. Miró en el baño del cuarto. No había nadie.
Extrañada, bajó al salón y vio a Gastón.
-¿Dónde está Peter?
-Se ha ido a trabajar, ¿por?
-¿Tan temprano?
-Si, decía que quería irse ya para volver
temprano esta noche para irnos de fiesta.
-¡Oh!-vocalizó.
“Voy a tener que esperar”-pensó la muchacha.-“Hasta
esta noche. De esta noche no pasa”.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Eran las once de la noche cuando los chicos
llegaron al bar de Gastón, donde seguramente les estarían esperando las tres
chicas con las que habían quedado aquella mañana. Se acercaron a la barra y
empezaron a divisar a las personas que había en el local con la intención de
saber dónde estaban esas chicas, aunque el único que las conocía era Gastón.
Cuando las vieron, se acercaron a ellas y se presentaron. Una de las tres miraba
fijamente a Peter. Ella desde que lo había visto rondar ese bar había estado
interesada en él pero había desistido de la idea de tener algo con él cuando Gastón
le comunicó que él estaba en algo extraño con otra chica. Pero otra vez
volvieron a relucir esas ganas cuando le comunicaron que estaba totalmente
libre y en esa noche, no lo dejaría escapar.
-Chicas estos son Peter y Darío. Chicos estas
son Lucía, Javiera y Estefanía-presentó Gastón.
La noche acababa de empezar, y todos estaban
con ganas de fiesta y con ganas de divertirse. Los tres amigos fueron a pedir
las bebidas para todos en la barra mientras que ellas buscaban un sitio libre
para sentarse.
-Peter-le llamó la atención su primo.-Lucía,
la rubia que no te quita el ojo de encima es la chica de la que te hablé esta
mañana está muy interesada en ti, así que… -le sugirió.
-Te he dicho que solo he venido a divertirme,
no pienso hacer nada.
-Bueno, tú conócela, seguro que te caerá muy
bien-le guiñó el ojo, intentando dejarle claro que iba con doble intención
aquella frase.
Luca y Candela acababan de pasar a recoger a
Eugenia para ir al bar de Gastón. La ex rubia había convencido a los dos
tortolitos que la acompañasen esa noche por si pasaba cualquier cosa. Eugenia
se había producido al máximo, quería estar perfecta y deslumbrante esa noche
porque iba a animarse y necesitaba sentirse segura de sí misma. Al llegar y
aparcar, la muchacha se bajó del coche y las miradas de la gente que permanecía
fuera del local fumando fueron a parar directamente a ella. Eugenia tenía el
pelo suelto que le llegaba casi hasta la cintura, con un ondulado perfecto y
bonito de color marrón. Llevaba un vestido negro apretado que dejaba relucir
las curvas de su cuerpo y un zapato de tacón del mismo color. Como complemento
un bolso de mano con algunas pulseras en la muñeca que sonaban cuando chocaban
una con la otra por el movimiento de vaivén del brazo hacia delante y atrás mientras
caminaba muy segura de sí misma. Cuando los tres amigos entraron en el bar,
buscaron un sitio donde sentarse. Había una mesa libre entre un grupo de cinco
hombres jóvenes y entre otra mesa dónde estaba otro grupo pero mixto. Candela y
Eugenia fueron a sentarse en la mesa mientras Luca pedía las bebidas. Entre
mesa y mesa había un acolchado de algo más de medio metro que tapaba la mesa
contigua a la otra para tener algo de intimidad. Eugenia, nada mas sentarse,
empezó a divisar el bar tratando de encontrar a Peter.
-Cande, ¿lo has visto?-preguntó con
nerviosismo.
-No, pero tranquila Eugenia-le sugirió su
amiga con una sonrisa.-Parece que es la primera vez que te vas a
declarar-bromeó.
-Lo sé, estoy muy nerviosa porque tengo miedo
de que me rechace.
-No lo hará, tranquila.
Eugenia suspiró mientras trataba de calmarse.
La noche transcurrió. Peter hablaba
animadamente con Lucía, la chica que deseaba estar con él. Ella le contaba alguna que otra anécdota
graciosa que hacía sonreír al muchacho y de vez en cuando soltar alguna
carcajada que dejaba relucir su blanca dentadura al completo. Se lo pasaban
bien y eso era lo que importaba. Peter desde que había entrado en el bar se
había propuesto divertirse y olvidarse de Eugenia aunque solo fuesen unas
horas. Necesitaba tener la cabeza en otro lado pero sin sobrepasarse. En
cambio, su primo y su hermano tenían en mente todo lo contrario a él. Habían
ido a divertirse y no perdían tiempo. Darío bailaba animadamente en la pista
con Javiera. Una chica realmente guapa que había cautivado al mayor de los
hermanos gemelos. Era una muchacha medianamente alta, de pelo castaño y largo
que le llegaba un poco más abajo de los hombros. Ojos verdes, nariz chata y
labios finos y rosados. Lo que más le había gustado a Darío de ella era su
forma de ser, lanzada, directa y clara. Por otro lado estaba Gastón, que había
sido el más rápido de los tres, no perdía tiempo. En la mesa donde estaban
Peter y Lucía, al otro lado estaban Gastón y Estefanía comiéndose el uno al
otro, literalmente pero pasaban desapercibido por toda la gente que había en el
local.
Eugenia estaba en la barra esperando a que le
trajesen las bebidas que había pedido, cuando se dio la vuelta para mirar hacia
la mesa donde estaban Luca y Candela y ver que se estaban besando. Sonrió al
verlos y siguió mirando al resto del local. Dirigió la mirada a una pareja que
se besaban con gran intensidad y al lado otra pareja hablando y sonriendo.
Eugenia se quedó mirando fijamente al muchacho y vocalizó:
-Peter. Al fin te encuentro-una amplia sonrisa
se dibujó en su rostro.-Pero espera…-hizo una pausa.-Está…está con otra
chica-la sonrisa se borró.
-Aquí tienes las bebidas-dijo el camarero del
otro lado de la barra.-Son ocho euros. ¡Ey, chica! ¿Estás bien?-preguntó el
hombre al ver la cara de pálida que tenía Eugenia.
-S...sí, muy bien-contestó dejando de mirar
hacia Peter.-Eh, tome-le dio un billete y espero a que le devolviera el cambio.
Tras agarrar la devolución, lo metió en su
bolso y agarró los vasos. Fue a su mesa y se sentó mientras decía:
-He visto a Peter.
-¿Y qué tal?-preguntó Candela con una sonrisa.
-Está con otra chica-entristeció.
-Bueno, Euge, eso ya lo sabías. Tú misma me
dijiste que escuchaste a Gastón diciéndole que quedasen con algunas chicas…
-Si, pero no sé, no me atrevo a acercarme a
hablar con él…si está con otra es porque no quiere nada conmigo.
-No te comas la cabeza y ve. Si él está con
otra es porque tú lo tienes hecho un lío, así que aclárale las dudas antes de
que otra se te adelante y te lo quite-dijo Candela prácticamente echándola de
la mesa para que fuese a hablar con él.-Ve y ahora vuelve a contarme lo bien
que te ha ido-sonrió.
Eugenia se levantó, se arregló el vestido,
tomó aire y se alejó de su mesa hacia donde había visto a Peter sentado.
-Bueno, lo que te decía, yo soy muy directa
¿sabes? Y cuando me gusta algo, voy a por él. Hago lo que sea para estar con él
pero…si el chico tiene novia, no me entrometo-comentaba Lucía mientras miraba
fijamente a Peter y se acercaba a él cada vez más.
-¡Ah, muy bien! Una chica que tiene las cosas
claras-sonrió.
-¿Te gustan ese tipo de chicas?-tomó de su
vaso.
-La verdad es que no tengo un prototipo de
chica pero que quieres que te diga siempre me gustaron más las que están locas
y me vuelven loco, porque sino no me explico todo esto…-dejó de hablar.
“Todo esto que me pasa con Eugenia”-pensó el
muchacho mientras sonreía al recordarla.
-¿Todo esto…?-Lucía trató de indagar en el
tema.
-Nada, olvídalo-le sonrió.
-Bueno-hizo una pausa.-Pero… ¿sabes? Yo…
cuando quiero también soy muy loca-sonrió.-Y sé hacer que alguien se vuelva
loco.
-Ah, ¿si?
-Ajá. ¿Quieres que te enseñe?-preguntó
acercándose un poco más.
-Mmm… ¿eso va con doble intención?
-¿Tú que crees?-se terminó su vaso de alcohol
y lo dejó encima de la mesa.
Lucía, sin esperar a nada, se abalanzó sobre
Peter y lo besó agarrándole de la nuca y atrayéndolo hacia ella.
Eugenia llegó frente la mesa y se quedó de pie
ante ellos mientras veía cómo Peter y esa chica se besaban. La sonrisa que
iluminaba su rostro, se borró y apretó los dientes con fuerza tratando de
contener la rabia. No aguantando más, se fue haciéndose pasó entre la gente.
Continuará...
pff no puede ser!!!!!! tan cerca de la reconciliacion.
ResponderEliminarGracias espero otro cap GOOD LUCK