-Un paso más y te mojo-gritó.
Peter tentado ante tal amenaza pensaba
acercarse más a ella pero la muchacha se adelantó a él y abrió el grifo
empapándolo entero. Él se acercó y tras apartarla del grifo, consiguió
cerrarlo. Eugenia estaba dentro de la placa ducha con el cabezal en la mano con
miedo porque estaba acorralada. Peter viendo en la situación en la que estaban,
se acercó a ella y llevó una de sus manos al rostro de la muchacha.
-Lo siento-vocalizó Eugenia mirándolo a los
ojos con timidez.
-¿Lo sientes?-ella asintió.-Me alegro-comentó
él inclinando la cabeza y cerrando los ojos.
La muchacha también cerró los ojos y
lentamente fue acercando sus labios a los de él, al igual que el chico se
acercaba a ella.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
“La vida está llena de preguntas sin
respuestas. Preguntas que por más que busques e intentes nunca vas a conseguir
una contestación, ya sea porque no la tiene o porque nunca la sabrás por
motivos de la vida. Esas preguntas que formulamos queda en el aire y nadie sabe
decirte el por qué de su existencia pero así son las cosas. Algún día,
posiblemente no muy lejano moriremos y la pregunta de: por qué existen
preguntas sin respuesta quedará sin ser contestada. Yo personalmente pienso que
existen porque dan un sentido a la vida, esa incógnita no resulta nos ayuda a pensar
y a reflexionar sobre nuestra vida o sobre cualquier otra cosa. Por ejemplo,
ahora que tengo a Eugenia ante mí, que estoy a centímetros de sus labios… ¿qué
pasará si la beso? O ¿qué pasará si no la beso? Una de estas dos preguntas
tendrá respuesta pero la otra…. La otra quedará en el aire”-pensaba Peter
mientras observaba a Eugenia que tenía los ojos cerrados esperando que la
besara.
El muchacho sonrió mientras le acariciaba la
mejilla. Deseaba besarla pero sabía que no podía hacerlo, ella se había resistido
en un principio y por algo habría sido. Quizás ella no quisiese besarlo y él no
era quién para obligarla. Peter cogió el cabezal de la ducha que tenía Eugenia
en la mano, haciendo que ella abriese los ojos y lo mirase, preguntando:
-¿Qué haces?
-Esto-contestó abriendo el grifo con el
cabezal apuntando hacia ella.
Eugenia se tapó la cara y empezó a chillar
porque el agua estaba helada. Peter al creer que ya estaba lo suficientemente
mojada, cerró el grifo y la miró.
-¿Qué? ¿Estas fresquita?-bromeó.
-Bedoya, corre porque te mato-gritó
agarrándose para salir de la placa ducha.
Estaba por salir cuando piso en falso y se
resbaló cayendo de culo al suelo. Peter trató de agarrarla antes de que se
cayera pero no lo consiguió. La muchacha con la ayuda de él, se levantó
quejándose porque le dolía mucho dónde había recibido el golpe.
-¿Estas bien?
-Si, pero será mejor que me vaya a
casa-contestó ella intentando caminar apoyada en el hombro de su amigo.
-¿Y por qué no te quedas en mi habitación
descansando haber si se te pasa el dolor mientras esperas a que se te seque la
ropa? Yo te puedo prestar algo.
Eugenia al encontrarse tan cerca del rostro
del muchacho se había quedado mirando fijamente a sus labios y a penas le había
prestado atención a lo que decía.
-¿Y?-preguntó él haciendo que Eugenia
despertase de su aturdimiento y lo mirase a los ojos.
-¿Qué? ¿Qué has dicho?
-Nada, ven-contestó el muchacho ayudándola a
caminar hacia su cuarto.
Entraron y él tras ayudarla a sentarse en la
cama, cerró la puerta de su habitación y buscó en su armario alguna ropa que le
podía prestar.
-No tengo ropa de chica, así que vas a tener
que conformarte con esto-comentó él dándole una camiseta y un pantalón corto
que él solía utilizar para ir a jugar a fútbol con los amigos.-Puedes cambiarte
ahí-dijo apuntando a la puerta que había dentro de su cuarto.
-Gracias-contestó ella levantándose
cuidadosamente.
La muchacha fue hacia la puerta, la abrió y
vio que era un baño. Entró, cerró la puerta y se cambió. Al salir, vio que
Peter ya se había cambiado de ropa.
-¿Dónde puedo dejar esto?-preguntó
refiriéndose a su ropa mojada.
-Ponla en el filo de la bañera, cerca de la
estufa que hay. Así en un rato estará seca-la miró.-Y bueno, yo me voy.
-¿A dónde?-preguntó sentándose en la cama.
-A la fiesta. ¿Por qué?
-No, por nada.
La muchacha sonrió y esperó a que él saliese
de la habitación para resoplar y ahogar un grito en la almohada. No podía creer
lo que había pasado.
Patrick había separado sus labios de los de su
acompañante al oír la voz de alguien soltar por su boca unas palabras de
sorpresa ante tal situación.
-Agustín-vocalizó el muchacho al ver a su
amigo.-Te lo puedo explicar.
-Pe-pero…-tartamudeó el recién llegado sin
saber que decir.- ¿Eres gay?
-Si, perdón por no decírtelo.
-¿Desde cuándo?-preguntó Agustín.
-No sé, desde… siempre.
-¿Y por qué no me lo has dicho?
-Perdón, te juro que desde que te conocí había
intentado contártelo pero…tenía miedo de que reaccionaras como todos mis
antiguos amigos y te alejaras de mí cómo si fuese un bicho con peste o algo
así.
-¡No!-exclamó Agustín.- Yo no…-hizo una
pausa.- ¿Y…Eugenia sabe de esto?
-Si, pero le hice prometer que no diría nada.
Todavía soy un gay que está decidiendo cuando salir del armario de una vez por
todas y… te pediría que tú tampoco dijeses nada.
-No, ¿a quién se lo voy a contar?-hizo una
pausa.-Tú no te preocupes que yo soy una tumba-le sonrió.-Pero, oye, desde
siempre habría jurado que te gustaba Eugenia.
-¡No! Es una chica guapa, pero es una amiga,
nada más.
-Bueno, ¿y no me vas a presentar a tu amigo?
-Oh, si. Este es Carlos. Y te pediría que no
le dijeses nada a Eugenia por ahora, estoy tratando de contarle que llevo de
novio desde hace como un mes y… pretendo contárselo hoy.
-Está bien. Yo no sé nada.
Agustín estaba sorprendido ante tal noticia,
pero a pesar del impacto que le había resultado enterarse de que su amigo de
toda la vida era gay; aceptaba las cosas como eran y no armaba un escándalo por
eso. ¡Cuántas veces se habrían duchado juntos en los vestuarios del instituto!
¡Cuántas veces Patrick habría fingido salir con una chica para ocultar su
homosexualidad! ¡Cuántas veces habrían salido los dos amigos para divertirse en
las discotecas y habían vuelto a casa con infinitos números de móviles de
chicas que al día siguiente Patrick tiraría a la basura!
Los chicos estuvieron hablando más sobre el
tema en el porche de la casa, cuando a Agustín le cayó una gota en la nariz. Se
pasó la mano para limpiarse y comprobó que era agua. Poco a poco empezó a
llover haciendo que los chicos se refugiaran en el interior de la casa para no
mojarse. A pesar de que estaban cubiertos por el techo del porche, la lluvia
caía diagonalmente.
Eugenia estaba tumbada sobre la cama, cuando
empezó a escuchar el sonido que producía las gotas de lluvia. Se levantó y se
asomó para ver cómo llovía. De pequeña le encantaba sentarse en su cama y mirar
la lluvia por la ventana. La muchacha estaba sumida en sus pensamientos, cuando
Candela entró en la habitación, preguntando:
-¿Se puede?
Eugenia miró hacia la puerta y vio a su amiga.
-Hola, Can ¿qué pasa?
-Nada, venía a ver que hacías. Me contó Peter
que habíais tenido una pelea y que habíais acabado empapados.
-¿Pelea?-preguntó Eugenia, que sonrió
sarcásticamente.-No exactamente, pero sí, el muy tonto me mojo por
completo.-comentó sentándose en la cama.
-¡Ah! ¿Y qué pasó para que os pelearais?
-Nada, no nos peleamos. Lo que ocurrió fue que
él me encaro en el baño y trató de besarme. Yo para intentar evitarlo, lo
amenace con mojarlo y lo mojé. Después me acorraló contra la pared y cuando
estaba a punto de besarme, lo que hizo fue mojarme.
-Ah, vaya-hizo una pausa.- ¿Y al final os
besasteis?-la muchacha negó con la cabeza.- ¿Y te hubiese gustado?-Eugenia miró
a su amiga fijamente.
-¿Te miento o te digo la verdad?
-La verdad-contestó Candela.
-La verdad es que no sé. No sé si me hubiese
gustado que me besara. Por una parte me hubiese encantado porque, te sonora
raro, pero…te juro que durante estos cinco años que han pasado no había pensado
en él en ningún momento pero fue verlo y…volver a surgir todos esos
sentimientos que sentía por él o eso creo. No estoy segura si ha sido así, solo
se que deseo que me bese y volver a sentir lo que me hacían sentir sus besos y
comprobar si todavía siento algo por él. Pero por otro lado, no quiero. No
quiero tenerlo cerca porque sé que me hará daño y que volveré a sufrir. Además,
está Agustín. Hoy me ha presentado a todos sus amigos como su novia…
-¿Ya sois novios?
-No-contestó mirándola entristecida.-Todavía
no, no hemos hablado del tema y… no sé si quiero tocar ese tema. No sé nada,
solo sé que quiero estar con Peter, tenerlo cerca y volver a sentirme la mujer
más feliz del mundo, y a pesar de que haya pasado ya mucho tiempo, el miedo a
que me vuelva a engañar me frena, y más ahora que se ha convertido en un mujeriego
empedernido, que en lo único que piensa es en divertirse con las
mujeres-resopló.
-Eugenia-vocalizó Candela mirando el
suelo.-Mira, Peter me va a matar como se entere de que te lo he dicho pero…
creo que si te lo digo te voy a solucionar muchas cosas…
-¿Qué pasa, Cande?-preguntó Eugenia preocupada
por la cara de su amiga.
-Verás…Peter no…
Felizente no se besaron!!!! Euge sigue enamorada de Peter ,pero el sigue dudando de lo que siente y no me parece justo para Euge u.u ... Amaria ver a Peter celoso XD....Siguela
ResponderEliminar