Ella volvió a guardar ese intenso y corto
silencio nuevamente mientras miraba a Peter tímidamente. Por su cabeza rondaron
las palabras que Candela le había dicho la noche anterior: “Peter no va a cambiar. Llevo cinco años
tratando de que vuelva a centrarse y no lo hace. Así que…lo mejor será que te
centres en Agustín y… te olvides de Peter”. Eso hizo que se decidiera a dar
el paso.
-Si, quiero ser tu novia-dijo volviendo la
mirada hacia el otro chico, con una amplia sonrisa dibujada en la cara.
-¡Genial!-exclamó agarrándola de la cara y
dándole un tierno beso en los labios.
Peter contempló el beso lamentándose de no ser
él quién estuviese en el lugar de Agustín pero tendría que alegrarse porque el
nuevo novio de Eugenia era su amigo y quería lo mejor para él y obviamente,
para ella.
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Los días transcurrieron con normalidad. Se
acercaba Año Nuevo y cada vez faltaba menos para que Patrick se fuera de viaje.
Era la tarde del 30 de diciembre, faltaba un día para que terminase ese año y
el padre de Candela había decidido ir a visitarla para saber cómo estaba y cómo
le iba la vida; ya que hacía mucho tiempo que no veía a su hija. Llamó al
timbre y la muchacha fue a abrir. Al ver a su padre, se asombró mucho. Era una
visita inesperada, hacía unas horas ella había hablado con su madre y no le
había comentado nada. Además, su padre trabajaba como policía; él ya era mayor
y aunque le gustaba más patrullar las
calles, se pasaba la mayor parte del tiempo sentado en su despacho con el papeleo
y solo paraba a la hora de almorzar que se iba con sus compañeros de trabajo al
bar que le quedaba más cerca. Pero en ese día había preferido utilizar su hora
libre para ir a ver a su hija. Cuando la vio, la abrazó y le dio un beso en la
cabeza mientras la saludaba con un sencillo ‘hola, te echaba de menos, hija’.
Ella lo abrazó con fuerza y lo invitó a pasar. Candela estaba sola, Luca había
salido con Peter por la mañana muy temprano. Ambos se sentaron en el sofá y
empezaron a charlar.
-¿Segura de que te va todo bien?-preguntaba el
señor muy poco convencido.
-Si, papá. Estoy mejor que nunca; lo único
malo es que no encuentro trabajo ni de broma y ya no sé qué hacer.
-Vuelve a casa.
-Papá-lo reprimió con una sonrisa.-No voy a
volver a casa, aquí estoy estupendamente. No me gusta la idea de ser una
mantenida por Luca pero tengo que conformarme con esa idea hasta que encuentre
algo.
-Pero, ¿no crees que este piso es un poco
pequeño para vosotros dos?
-No, es estupendo. A mí me encanta; y por
favor, no intentes convencerme de que regrese a casa porque sabes como acaban
estas conversaciones-lo miró.-Yo negándome y tú insistiendo hasta que mamá te
retiene y te pide que dejes de insistir; y hoy mamá no está así que por favor…
-Está bien. No insisto más-le sonrió.-Cambiando
de tema. Para Año Nuevo, ¿vas a venir a cenar con nosotros?
-Me encantaría, pero como Luca y yo habíamos
cenado en vuestra casa el día de Navidad, en Año Nuevo habíamos quedado en ir a
una fiesta que organiza el padre de Luca en su casa.
-¡Oh!, ¿en serio?-se entristeció.-Bueno, pues
no pasa nada. Tendré que decirle a tu madre que solo ponga tres platos sobre la
mesa en Nochevieja.
-¿Tres platos?-preguntó sin saber de quién se
trataba el tercero.
-Si, tu hermano Nicolás viene a pasar Año Nuevo
con nosotros-sonrió.-Y me parece que no solo viene para las fiestas, sino que
piensa quedarse. Aún no es seguro, pero puede que ya no vuelva a Londres.
-¿En serio?-preguntó sorprendida.
El padre de Candela, al poco de contarle la
nueva noticia del regreso de su hijo y alguna cosa más familiar, se marchó
porque tenía que regresar al trabajo. Candela tras despedir a su padre, se fue
a duchar, ya que había quedado con Eugenia y llegaría de un momento a otro.
Salió de la ducha y se vistió. Se estaba peinando el pelo cuando llamaron al
timbre del portal de abajo. Fue a ver quién era y se trataba de su amiga. Le
abrió y Eugenia subió.
-Hola, Cande-saludó al entrar.
-Hola, en nada me termino de arreglar y
salimos a dar un vuelta-le sonrió.
-Puf, ¿segura que quieres salir?-preguntó yendo
hacia el baño, que era donde estaba su amiga.-Estoy muerta. Llevo una mañana
ajetreada. He quedado con tres personas que me habían llamado por el aviso que
puse en el periódico de que buscaba compañero de piso, y Dios mío, cada uno más
raro que el otro.-hizo una pausa.-La primera persona era una chica. En un
principio parecía perfecta iba todo genial, le estaba enseñando el piso y de
repente empezó a gritar diciendo que había una cucaracha.
-¿Y qué hay de raro en eso?
-El problema es que no había nada, se lo había
imaginado o que se yo y aseguraba que en
una esquina del baño había un cucaracha. Luego, vino una segunda persona; un
chico. Aparentaba tener mi edad, en un principio como con la chica, iba todo
bien; hasta que me di cuenta de que solo sabía mirarme los pechos.
-Exageras-comentó Candela.-No creo que fuese
tan así.
-Te lo juro. O sea te lo encuentras ahora por
la calle y le preguntas por el color de mis ojos y no sabría
contestarte-suspiró.-Y por último, un chico o mejor dicho un señor mayor. No es
que me molestase que ese hombre rondase los cincuenta años pero no sé, prefiero
convivir con alguien que ronde mi edad-resopló.-Sé que soy muy exigente pero
piensa que voy tener que convivir con esta persona y necesito que sea alguien
normal…
En ese momento, llegaron Luca y Peter,
haciendo jaleo entre bromas y risas. Al entrar, Luca fue a la cocina a por unas
cervezas mientras que Peter se sentó en el sofá para ver la televisión.
-Oye, Peter ¿ya tienes traje para la fiesta de
fin de año?-preguntó Luca sentándose en sofá con dos latas de cerveza en las
manos.
-No, tengo que ir a comprarme uno ¿y tú?
-También, ¿qué tal si vamos esta tarde?-el
muchacho asintió.
-Hola mi amor-saludó Candela entrando en el
salón.
La muchacha se acercó a su novio y le dio un
pico. Miró a Peter y le comentó en voz baja:
-Eugenia está aquí-le sonrió.
-¿Cómo?-preguntó Peter.
-Oye, Can, no tendrás un sacapuntas para el
lápiz de ojo, ¿no?-preguntó Eugenia entrando en el salón.- ¡Oh, hola
chicos!-saludó con una sonrisa al verlos.-No sabía que estabais aquí.
-Euge-vocalizó Peter al verla, llevaba días
sin verla.
La última vez en que estuvieron juntos fue
cuando Peter fue testigo del comienzo de la relación entre Eugenia y Agustín; a
partir de ahí no volvieron a saber nada uno del otro hasta aquel momento.
-¿Qué tal estas?-preguntó Peter levantándose
del sofá.
-Bien, amargada pero bien, ¿y tú?
-¿Amargada? ¿Por qué?
-No encuentro compañero de piso ni de broma;
todos los que me han llamado por el anuncio… o son raros o están locos-resopló.
Luca sintiendo que tanto él como su novia
estaban sobrando en aquel momento, intentó irse del salón con Candela pero ella
lo retuvo quería quedarse y seguir viendo la cara de bobo que se le había
quedado a Peter al ver a Eugenia otra vez después de unos días sin verla.
-¿Y… por qué no te vas a vivir con
Agus?-sugirió Peter.
-¿Con Agus?-preguntó Eugenia.-No, es demasiado
precipitado. Estamos empezando una relación, irme a vivir con él es como meter primera
marcha y de un momento a otro meter quinta sin más. Demasiado precipitado.
Además, no creo que Agustín quiera vivir conmigo.
-¿Cómo no va a querer vivir con su
novia?-preguntó Peter sonriendo.
Eugenia se quedó callada pensativa mirando el
suelo; Candela creyendo que ya era hora de intervenir, dijo haciendo que todos
la mirasen:
-¡Yo tengo una idea mejor!-hizo una pausa.-
¿Por qué no se va Eugenia a vivir contigo?-preguntó mirando a Peter.
-¿Qué? ¡No!
-¿Por qué no?-insistió Candela.
-Pues porque…-se quedó callado pensando alguna
escusa.
-No, Cande-empezó a hablar Eugenia.-No, sería
apropiado. A partir del momento en que yo viviese en su casa, él ya no podría
llevar a sus chicas y…
-¿Qué? No, no es por eso-comentó Peter.
-Entonces, ¿por qué no quieres que vaya a
vivir contigo?
-Porque no… es ilógico. No es normal que tú
siendo mi ex vengas a vivir conmigo, teniendo un novio con el que puedes irte a
vivir perfectamente.
-Mmm… ya entiendo. El señorito tiene miedo de
que su ex se enamore de él otra vez ¿verdad?-preguntó ella acercándose a
él.-Pues que te quede claro que no. Yo estoy enamorada de Agustín y mira, yo
tampoco estoy de acuerdo con la idea de Candela de irme a vivir contigo, pero
me sorprende tu reacción…-hizo una pausa.- A ver, dame tres razones por las que
no quieres que vaya a vivir contigo.
-La primera, es que si vives en mi casa ya no
podré caminar desnudo por las mañanas.
-Pero si tú nunca has hecho eso-habló Candela
que llevaba un tiempo en silencio.
-Pero ¿quién asegura que algún futuro no me de
la vena de querer hacerlo?-preguntó Peter.-Segunda, las mujeres soléis ser
ordenadas…
-Peter, te he dicho que des razones por las
que no quieras que vaya a vivir a tu casa.
-He dicho que las mujeres soléis ser
ordenadas, el problema es que tú no. Eres un completo desastre-le hablaba a
Eugenia.
-Tampoco tanto, soy un poco deshornada pero
nada más.
-¿Un poco?
-Bueno, bastante. Pero te podría ayudar a
pagar los gastos de la casa, ¿o no?
-No me hace falta que nadie me ayude.
-¡Ai! El chico puede solo con los gastos-dijo
Eugenia irónicamente.
Los dos empezaron a discutir, Candela cansada
de oírlos, dijo:
-Chicos, se acabó. Tú-agarró la muñeca de la
muchacha.-Y yo…nos vamos. Adiós, Peter-le sonrió.- Adios mi amor-se acercó a
Luca y le besó.-Nos vamos a dar una vuelta las dos solas.
Continuará...
No me gusta la actitud de Peter !!!!! se nota que la quiere pero con eso "de que no me afecta" "que quiero lo mejor para ella " me desespera !!!! y Euge siempre la que da entender que se muere por el y no me gusta, porque en la 1er temporada era ella la que se pasaba llorando con una tarada y siempre por otra chica y es tiempo de que cambie eso u.u ...puede sonar raro lo que e escrito porque amo la pareja de Euge y Peter pero no me parece el momento,porque Peter debe cambiar esa actitud u.u y Euge ser mas fuerte y no caer en la 1era ...siguela pronto ;)
ResponderEliminarA mi me encanta MAS NOVE y quiero que peter se de cuenta que ama a euge!!!
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