miércoles, 15 de agosto de 2012

Just Friends 2. Capitulo 1: Todo cambió




Los años habían pasado y las cosas habían cambiado. Nada era igual a cómo los chicos lo recordaban. Ella ya no estaba y su ausencia se notaba. Más de lo que creían, tanto que los únicos que mantenían contacto y en escasas ocasiones eran Candela, Luca y Peter. De los demás, nadie sabía nada. Tras aquel acontecimiento que frustro la vida de cada uno de ellos, habían decidido seguir su propio camino.
Candela desde siempre junto con su mejor amiga Eugenia habían decidido estudiar Turismo las dos juntas y en la misma universidad pero después del accidente, la muchacha había cambiado de idea. No quería hacer realidad su sueño de viajar por todo el mundo sin su amiga. Así que el primer año de universidad, eligió cursar Derecho. A pesar de que al principio le costó, a mediados del curso fue entendiendo las cosas pero al finalizar el año, se sentía vacía como si le faltase algo, como si lo que estuviese haciendo no era lo que realmente quería, y así era. Candela no deseaba acabar aquella carrera y ser abogada o jueza, lo que ella realmente deseaba era ser una mujer que viajase por todo el mundo, así que al año siguiente de terminar el primer año de Derecho, decidió cambiar y empezar de cero en la carrera de Turismo. Mientras decidía lo que quería ser en un futuro, al cumplir los dieciocho se había independizado. No quería seguir siendo más la niña de papá y de mamá. Deseaba ser libre. Así que junto con dos compañeras de universidad con las que había compartido el primer año de Derecho, habían alquilado un piso. Los dos primeros años de convivencia con las dos chicas había ido bien pero al año siguiente las cosas empezaban a cambiar. Candela solo sabía discutir con las dos chicas que o estaban de fiesta o estaban metidas en su habitación estudiando y no hacían nada en la casa. No limpiaban, no fregaban, no planchaban; solo sabían ensuciar y Candela empezaba a cansarse de ser la que siempre hacía las cosas. Así que un día decidió marcharse de allí y resignarse a volver a casa de sus padres.
La relación que Candela mantuvo en la adolescencia con Luca, se había acabado por decisión de las dos partes. A penas pasaban tiempo juntos y a causa del accidente de su amiga, la muchacha se había sumido totalmente en los estudios y no deseaba hacer otra cosa que tener la cabeza metida en algo que la distrajera y le hiciera olvidar lo que había pasado. A pesar de la ruptura, Candela y Luca habían quedado como amigos. Los dos eran personas pasivas que preferían antes una amistad que cualquier otra cosa. Así que cuando la muchacha volvió a casa de sus padres tras convivir dos años con las dos compañeras de universidad, Luca le había sugerido que fuese a vivir con él y con Peter, que compartían piso desde hacía un año y medio. Candela dudando mucho si era una buena idea, decidió aceptar.
Así que allí estaban los tres amigos viviendo juntos, algo que ellos nunca hubiesen pensado que fuera a ocurrir.
Luca, sin duda en aquel momento era el más maduro de los tres. Él desde un  principio tenía las ideas fijas en lo que quería ser. Deseaba seguir los pasos de su padre y ser un empresario pero sus notas no eran muy buenas en el instituto, así que cuando llegó el tiempo para estudiar para la selectividad; estudió muy duro. No pensaba dejar escapar su sueño por unas notas. Cuando terminó selectividad y vio que había conseguido superarse así mismo, se alegró mucho y sin duda se metió en la carrera de Empresariales. Al finalizar el verano, ya con sus dieciocho años, hizo lo mismo que Candela, se independizó con su amigo Peter y año y medio después se sumó la muchacha.  Cuando ella fue a vivir con ellos, Luca se alegró, no creía que al cabo de un tiempo, lo que en un pasado sintió por ella volvería a surgir de la nada. Cuando eso ocurrió, empezó a sentirse un poco incómodo porque verla todos los días y tenerla tan cerca y no poder hacer nada al respecto, no le hacia mucha gracia.
Peter, era el que había cambiado por completo después del accidente y más iba a cambiar con el paso del tiempo. Terminado el instituto, había decidido hacer la carrera de ingeniería informática y con el tiempo acabaría trabajando en una de las empresas del padre de su amigo Luca. Peter, desde el primer momento en que se había enterado de que posiblemente Mariana estuviese embarazada de él, había decidido dejar el instituto y ponerse a trabajar para ayudar a Mariana con el bebé. Pero a las pocas semanas de haber tomado aquella decisión, Melodi le contó toda la verdad. Ella no podía seguir viéndolo así cómo estaba y no quería seguir siendo cómplice de Mariana en toda aquella farsa. Así que decidió sacar la verdad a relucir pero cuando lo había hecho ya era demasiado tarde, Eugenia ya no estaba y Peter había quedado destrozado; aunque sirvió para que el muchacho se alejase de Mariana y no la volviese a ver. A pesar de todo, Peter supo llevar bien sus estudios y su vida en general. Al tiempo de terminar el verano, cogió al toro por los cuernos y se fue de casa para ir a vivir con su amigo; al mismo tiempo en que su hermano gemelo había decidido ir a estudiar a una universidad extranjera; no quería seguir allí, donde todo le recordaba al pasado.
Mariana, tras ser descubierta su mentira, decidió volver a Argentina dónde todos la conocían y enfrentar los problemas que tenía allí. Quería volver a ser la famosa que era, a la que todos sus fans querían e idealizaba y con el tiempo, lo consiguió.
Melodi, después de traicionar a su amiga y fomentar sus principios, había dejado el instituto. Sentía que aquello no era para ella, no se le daba bien estudiar. Así que empezó a trabajar junto a su padre, el dueño de gran parte de las tiendas tecnológicas y textiles de la ciudad y a pesar de no tener un título universitario, la chica tenía la vida hecha gracias a sus influencias, o mejor dicho, gracias a papá.
Y os estaréis preguntando qué pasó con Eugenia. Bueno eso es algo que no debéis saber por mí, la narradora, sino por la historia…
Era una mañana cualquiera de un día cualquiera, cuando un rayo de sol entró por la ventana de la habitación del muchacho de ojos marrones con tonos de verde. El despertador de la habitación de al lado empezó a sonar, Peter metió la cabeza debajo de la almohada para ver si así lograba no escuchar más ese sonido infernal pero era inevitable. A los minutos de comprobar que nadie lo apagaba, se levantó de mal humor y llamó a la puerta de la habitación continua a la suya, de donde provenía el sonido del despertador.
-¡¡Candela!!-gritó golpeando la puerta con los nudillos de la mano.-Apaga eso.
-Lo siento, lo siento-se disculpó la muchacha abriendo la puerta con el aparato, ya apagado en la mano.-Ha sido sin querer, ayer me dormí muy tarde. Estuve toda la noche hablando con Luca-contestó apoyando la cabeza en la puerta con los ojos medio cerrados.
-Bueno, no te preocupes pero, ¿qué hora es?
-Las siete-contestó mirando el despertador.
-¿Y por qué te despiertas tan temprano?
-Bueno, ya sé que no tengo trabajo como tú y como Luca-contestó sentándose en su cama.-Pero hace ya cuatro meses que he terminado la universidad y aún no he encontrado nada de trabajo; así que hoy voy a ir a buscar y tengo que encontrar uno sea como sea.
-Can, no te preocupes si no encuentras. No te agobies.
-¿Qué no me agobie? Peter lleváis meses tanto tú como Luca pagando mi parte del alquiler y no me gusta que yo no colabore con los gastos de la casa porque no tengo trabajo.
-Por eso no te preocupes, tonta. Si con todas las tareas de casa que haces por nosotros cuando no estamos basta para pagarnos, en serio-le dijo el muchacho sonriendo.
-Ya, seguro-habló irónicamente.-Si tú lo dices. Pero en fin, hoy encuentro trabajo si o si-afirmó muy convencida.
-Así me gusta, con optimismo-comentó el muchacho bostezando.-Que te vaya bien. Yo me voy a seguir durmiendo.
-¿Hoy no trabajas?-preguntó Candela levantándose de su cama y empezando a buscar alguna ropa en su armario.
-No, hoy es mi día libre.
-¡Perfecto!-exclamó la muchacha.-Me vas a poder acompañar a mis entrevistas de trabajo.
-¿Qué yo qué?-preguntó mirándola muy poco convencido de lo que estaba escuchando.
-Venga, Peter. Acompáñame. Siempre me pongo nerviosa los minutos antes de entrar al despacho a hablar con el contratante-lo miró.
-¿Por qué no se lo pides a Luca?
-Se ha ido a trabajar.
-¿Ya? ¿Tan pronto? Pero si es el hijo del jefe puede llegar a la hora que le de la gana-comentó Peter apoyándose en el marco de la puerta porque no podía sostenerse en pie por el sueño que tenía.
-Decía que quería entrar antes para salir más temprano. Así que acompáñame tú.
-Está bien.
-Gracias-dijo Candela acercándose a él para darle un beso en la mejilla y cerrar la puerta para ponerse la ropa que había elegido.

Peter entre bostezo y bostezo se vistió y se lavó la cara para ver si así se le quitaba el sueño que tenía. Fue a la cocina a desayunar, al entrar vio un plato con tostadas encima de la mesa y le preguntó a Candela, que ya estaba desayunando:
-¿Esto es para mí?
-Si-contestó ella con una sonrisa.-Para agradecerte que vengas conmigo.
-¡Oh, vaya!-exclamó.-Muchas gracias.
Los chicos terminaron de desayunar y se dispusieron a ir a la primera entrevista que tenía la muchacha en aquella mañana. Las horas pasaron y ya habían ido a todas las entrevistas pero a Peter no le había gustado ninguna, así que se negaba a que Candela las aceptase e inventaba cualquier pretexto.
-No pagan bien. Los aviones no son un buen lugar de trabajo. ¿No has visto cómo te miraba el tio de la entrevista? Te ha desnudado con la mirada. No pretenderás trabajar con un tío así ¿no? –decía cada vez que Candela le preguntaba por qué no debía aceptar ese trabajo.
Terminada la mañana los dos habían decidido ir a comer fuera, así que mientras daban un paseo buscando algún restaurante por aquel lugar, iban hablando sobre las entrevistas:
-Peter, ¿me parece a mí, o no quieres que trabaje?
-¿Qué?-preguntó haciéndose le desentendido.-Claro que quiero que trabajes pero en algún sitio que merezca la pena, no en lugares cutres.
-¿Lugares cutres? Peter, ¿piensas que trabajar de azafata es cutre?
-No, lo que es cutre es el avión. Imagínate que te toca de pasajero a un tío de esos que le gusta meter mano a las azafatas.
Candela empezó a reírse.
-Ya sé lo que te pasa-dijo la muchacha dejando de caminar haciendo que él también parase.-No quieres que trabaje en nada que haga que me vaya a otros sitios y pase más de una noche fuera de casa ¿verdad?
-No-contestó y luego rectificó.-Bueno, si, es eso. No quiero que te vayas a otros lugares y te gusten más que aquí y quieras irte a vivir allí.
-Eso no va a pasar, Peter. En ningún otro lugar voy a estar mejor que aquí contigo y con Luca-le sonrió.
-No te creo, se que nos acabarás abandonando como…-se quedó callado.
Hubo un silencio incómodo. Peter se llevó las manos a los bolsillos y respiró hondo tratando de ignorar y olvidar lo que estaba apunto de decir. Candela lo miró y luego miró hacia otro lado. Una chica muy guapa pasó al lado del muchacho y le guiñó el ojo. Peter se extrañó y miró a Candela sonriendo.
-¿Me parece a mí o esa chica que va por allí me ha guiñado el ojo?
-La verdad no lo sé-contestó Candela ignorando lo que acababa de ver.-Mejor entremos en algún sitio para comer que tengo hambre.
-No espera, voy a preguntarle a ver si es verdad que me…-dijo yendo detrás de la chica.
Candela viendo su intención, fue detrás y lo agarró del brazo deteniéndolo.
-Peter, ¿podrías dejar tu faceta de mujeriego por un día?
-¿Mujeriego, yo?-habló irónicamente.
-No te hagas el tonto, sabes perfectamente que desde hace unos años te has convertido en un hombre mujeriego, muy mujeriego-Peter la miró ofendido por lo que decía.-Venga, no te hagas el que te ha molestado lo que te he dicho porque sabes que es verdad. En estos últimos años te habrás tirado alrededor de cien chicas.
-¡Exagerada!-exclamó.
-Ya, claro. Venga, entremos aquí mismo-dijo apuntando a un bar que tenía ante sus ojos.
Candela se acercó a una de las mesas que había en la terraza del bar y se sentó mientras que Peter había ido al baño. Al entrar en el bar, se chocó con una chica que estaba distraída buscando algo dentro de su bolso.
-Ui, perdón-dijo Peter tratando de verle la cara a la chica pero el pelo se la tapaba.
-No te preocupes-contestó la muchacha, levantando por un momento la vista hacia él y luego volviendo a mirar al interior del bolso mientras seguía caminando hacia la salida porque tenía prisa.
Peter sonrió porque le había parecido muy guapa la chica. Se quedó quieto recordando ese instante, ese segundo, en que pudo verle la cara a la muchacha, cuando de pronto se preguntó a si mismo muy asombrado:
-¿Eugenia?

Continuará...


[Bueno, finalmente decidí subirlo hoy xD Pero no es seguro qe vaya a subir un capitulo dia a dia xq voy un poco retrasada :P & bueh, con este cap me alargué un poquitin :$! Besitos :]

4 comentarios:

  1. Me encanto el comienzo de la temporada !!!!! no puedo creer que Peter se haya vuelto mujeriego y que Euge haya desaparecido o.O y desde ya te digo que me gusta la pareja de Cande y Luca ...SIGUELA PRONTO !!!!

    ResponderEliminar
  2. me encaaantaa!! espero que euge aparezca luego y que subas pronto un nuevo capitulo (:

    ResponderEliminar
  3. sigueee me encanta que regrese euge!!!

    ResponderEliminar