jueves, 30 de agosto de 2012

JF2. Capitulo 18: Touch and go

Capitulo anterior:

-¿Ah, no?-preguntó él mirándola.-Yo no diría lo mismo-le sonrió.
-¿Qué? Pues que sepas que por mucho que hagas cualquier cosa, ya no sentiré nada porque han pasado cinco años y quieras o no, con el tiempo acabas olvidando los sentimientos y…
Peter la giró para que lo mirara, ella sorprendida, le preguntó:
-¿Qué haces?
-Comprobar si es cierto lo que dices-contestó acorralándola contra la encimera.
-Peter, no. Aparta-le puso la mano en el pecho evitando que se acercase más a ella.
El muchacho le agarró la mano. Ella poniéndose otra vez nerviosa apartó su mano. Peter sonrió y  llevó su mano a la mejilla de Eugenia. La acarició y lentamente cerró los ojos, inclinó la cabeza y fue acercando sus labios a los de ella. La muchacha al darse cuenta de lo que iba a hacer, se agarró a la encimera mientras se echaba hacia atrás. Ella dándose cuenta y recapacitando si realmente lo que quería era evitar el beso, se quedó quieta y cerró los ojos esperando a que pasase.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Eugenia sentía cada vez más cerca la respiración de Peter, incluso podía respirar su mismo aire. Sintió una mano del muchacho deslizarse por su cintura y acercarla a él. Cuando sintió sus labios rozar con los de él, dijo inconscientemente:
-¡Luna!
Peter se detuvo y se quedó a centímetros de su boca. Sin moverse, le preguntó:
-¿Luna?
-Si, es tu… novia o no sé, no podemos hacerle esto.
El muchacho sonrió y sin querer rozó otra vez sus labios.
-Eugenia, Luna y yo solo somos amigos con derecho a roce, y no sé si sabes que significa pero nos permite total libertad para estar con otras personas. Al igual que tú con Agustín.
-Pero…-no dijo nada más, no tenía escusas para frenarlo y tampoco es que quisiese hacerlo.
La muchacha volvió a cerrar los ojos, se humedeció los labios con la lengua y…
-Euge, ¿qué tal si les metemos…?-preguntó Candela que se quedó callada al momento en que vio lo que estaba por pasar.
Peter y Eugenia se separaron y miraron a su amiga.
-Tenía una pestaña y se la estaba quitando-dijo Peter sin saber como hacer para romper el silencio que se había proclamado en la cocina.
-Ya, claro. Y se la estabas quitando con la lengua ¿no?-comentó Candela irónicamente.
El tiempo pasó y se acercó la hora en que Peter tenía que pasar a recoger a Agustín e irse a trabajar. Ya faltaba poco para que las chicas terminasen de hacer la tarta, a pesar de que Peter había estado rondando por la cocina incordiando y metiendo la mano para probar las cosas. Parecía un niño de siete años. Viendo que llegaba la hora de irse, dijo:
-Chicas, me marcho ya. Espero que os vaya bien terminando la tarta sin mi ayuda.
-Oh, no te preocupes. Nos la arreglaremos-comentó Candela.
-En fin, nos vemos esta noche. Adiós, besos.
-Adiós-se despidió Eugenia mirándolo disimuladamente.
No se atrevía a mirarlo después de lo que había pasado. Peter, tras despedirse, salió de la cocina. Candela queriendo ir a hablar con el muchacho, dijo yendo detrás:
-Creo que me he dejado el móvil en el baño.
Eugenia que estaba inmersa en sus pensamientos a penas la escuchó.
-¡Tú, sinvergüenza!-exclamó Candela llamándole la atención a su amigo antes de que abriese la puerta del piso.
-¿Qué pasa?-preguntó él dándose la vuelta para mirarla.
-¿Encima te atreves a preguntarlo?-hizo una pausa.- ¿Cómo te atreves a besar a Eugenia? Mejor dicho, ¿cómo se te pasa por la cabeza hacer eso? ¿No era que no querías nada con ella y no se que más tonterías?
-A ver Candela, yo nunca he dicho que no quisiese nada con ella, solo he dicho que no quiero mantener una relación con ella, eso no incluye el ‘divertirme’.
-¿Divertirte?-preguntó la muchacha mirándolo.- ¿Qué quieres decir con eso?
-Quiero decir que si Eugenia quiere podemos divertirnos un rato, solo eso.
-Y dentro de ‘divertirte’, entra el besarla, el acostarte con ella y luego dejarla como si nada hubiese pasado ¿no?-hizo una pausa.-Peter, en serio, ¿dónde quedó ese chico que estaba perdidamente enamorado de Eugenia y que lo único que hacía era pensar en ella día si y día también?
-Ese chico murió y Candela, tampoco hagamos un drama de esto. Es fácil y sencillo si Eugenia quiere podemos tener un ‘touch and go’ y por lo que he visto, ella está dispuesta.
-Claro que está dispuesta. Lo está porque sigue enamorada de ti, Peter.
-Pero, ¿qué dices?
-Lo que escuchas. Estoy completamente segura de que todavía siente algo por ti y por eso cuando estabas por besarla, no te detuvo-hizo una pausa.-A pesar de que ella siga creyendo que le has metido los cuernos el amor que siente por ti es más grande de lo que te puedes imaginar.
-Candela, creo que ves demasiadas telenovelas-bromeó el muchacho.
-Peter, mira solo te voy a pedir una cosa y es que…con Eugenia no te metas. Haz lo que quieras con todas las chicas que haya en esta ciudad, pero con Eugenia, no-hizo una pausa.-Dices que no le vas a decir la verdad porque no quieres estar más con ella para no hacerle más daño, pues que sepas que con el ‘touch and go’ como tú lo llamas, le vas a hacer más daño de lo que crees. Así que… por favor, prométeme que con Eugenia, no vas a hacer nada; a no ser que quieras casarte con ella, tener hijos y ser felices comiendo perdices.
El muchacho se llevó las manos a la cintura y resopló.

Peter se fue y pasó a recoger a Agustín a su casa para ir a trabajar. Al verlo, lo felicito con una gran sonrisa, un ‘felicidades’ y un abrazo entre amigos. Después de eso, se fueron para el lugar donde pasaban casi todo el día de lunes a sábados. Empezaron a trabajar. Cuando faltaba poco para la hora de volver a casa, alguien llamó a Peter. El muchacho sacó el móvil, miró la pantalla y vio el nombre de la persona. Pulsó el botón verde con una sonrisa dibujada en la cara y acercándose el móvil a la oreja, dijo:
-¡Eugenia!
-No, soy Patrick-le corrigió.
-Ah, hola, ¿qué sucede?
-Sabes muy bien qué sucede-contestó el muchacho.-Quiero que me expliques que fue eso que dijo tu amiga esta mañana.
-Nada, ya te lo explique antes. Fueron tonterías suyas.
-Ah, ya. Pero, ¿sabes qué pasa?-hizo una pausa.-Que no te creo.  
-Pues, lo siento, Patrick; esa es la verdad. Yo sin querer le metí los cuernos a tu amiga y quiera o no admitirlo, pasó así.
-Vamos, Peter. Puedes confiar en mí. Dime, ¿es verdad que no le metiste los cuernos?
El moreno de ojos marrones con tono de verde se quedó callado pensando si sería buena idea contarle la verdad al mejor amigo de Eugenia, pero no le quedaba otra. Suspiró y finalmente, dijo:
-Si, es verdad.
-¿Y por qué Eugenia no lo sabe?
-Porque me enteré de que todo había sido una trampa de unas chicas poco después de que Eugenia se fuera a vivir a Barcelona y ahora he preferido mantener el secreto.
-¿Por qué?
-Porque si, Patrick. No tengo ganas de…
-Entiendo-lo interrumpió.-No quieres hablar del tema. Mira yo no soy quién para meterme en tus asuntos pero creo que Eugenia se merece saberlo.
-Lo sé, pero prefiero dejar las cosas tal cual están.
-Bueno eh…-Patrick empezaba a ponerse nervioso, Eugenia lo estaba llamando desde su habitación.-Te tengo que dejar, adiós-colgó y escondió el móvil debajo del cojín del sofá.
-Patrick, ¿has visto mi móvil?-preguntó la muchacha apareciendo en el salón.
-No, ni idea-mintió.

Se hizo de noche. Peter había salido de trabajar y como de costumbre, llevó a Agustín a su casa. En esa noche, Peter le había prometido a su amigo llevarlo a algún bar para celebrar su cumpleaños como una tapadera de lo que realmente pensaba hacer.
-Bueno, en una hora vengo a recogerte-dijo Peter despidiendo a su amigo.-Ponte guapo, que esta noche hay que ligar-sonrió.
-No, yo solo tengo ojos para una mujer.
-Mmm…pero que romántico-habló el muchacho con ironía.-Vamos, tonto, verás lo bien que te lo vas a pasar.
-Anda, adiós. Te veo en una hora-se despidió y entró en su edificio.
Peter se fue a su casa. Se duchó, se arregló y después de eso, fue a casa de Eugenia y Patrick. Pensaba recogerlos, llevarlos a su casa y tras eso ir a buscar a Agustín mientras todas las demás personas de la fiesta iban llegando. Al estar a cinco minutos en coche del piso muchacha y su amigo decidió ir andando y dar un pequeño paseo. Cuando llegó, llamó al timbre y lo atendió Patrick. Le abrió el portal y subió. Al entrar en el piso, saludó al que había atendido que estaba sentado en el sofá.
-Eugenia se está arreglando-comentó Patrick.
-Ah, bien. ¿Y le falta mucho?
-No sé, creo que no.
En ese momento el móvil de Patrick empezó a sonar, miró en la pantalla quién era, se puso un poco nervioso y se fue a su habitación disculpándose con Peter y diciéndole que estuviese como en su casa. El muchacho, al encontrarse solo, se sentó en el sofá y empezó a mirar la televisión que estaba encendida.
Eugenia estaba en su habitación arreglándose, se había probado como ocho blusas, faldas y pantalones distintos pero ninguno le convencía. Se quitó el último pantalón y la última blusa que se había probado y los tiró encima de la cama. Se puso a mirar más ropa. Sintiéndose indecisa decidió pedirle ayuda a Patrick. Él entendía mucho de ropa y ella adoraba sus gustos a la hora de vestir. Salió de su cuarto con una falda y una blusa en la mano y fue al salón, dónde  había visto a su amigo la última vez.
-Oye, Patrick, ¿te gusta esta blusa y esta falda? ¿Crees que me quedarán bien?-preguntó entrando en el salón.
Peter levantó la cabeza para ver por encima del sofá, y la miró con una sonrisa.
-Te quedará muy bien-le contestó.
-¡Peter!-exclamó nerviosa.
La muchacha se tapó como pudo con las prendas que llevaba en la mano, ya que estaba en ropa interior.

Patrick estaba en su habitación hablando por teléfono. Se sentía feliz de hablar con esa persona pero a la vez estaba preocupado y dubitativo a causa del tema de conversación que mantenían. Para él era un tema delicado.
-Está bien, te lo prometo. Te prometo que hoy mismo se lo cuento-decía mordiéndose las uñas de los dedos de la mano.-No es fácil, es complicado-hizo una pausa.-Si ya sé que estas harto de estar oculto y que quieres conocerla pero…Bueno, ya está dicho, hoy se lo digo y quiero que estés presente. Así que en cuanto empiece la fiesta, te llamó y  te digo dónde es ¿vale?-hizo una pausa.-Perfecto, adiós, besos.

Continuará...

1 comentario:

  1. Jajaja que buen capitulo me encanto la parte de euge y peter.. me encanta tu nove mas caps por favor!!!

    ResponderEliminar