domingo, 19 de agosto de 2012

JF2. Capitulo 4: Una devolución

Capitulo anterior:

El muchacho de ojos marrones con tono de verde fue a su habitación, entró y cerró la puerta. Estaba un poco aturdido por culpa de aquella chica, quería saber si era ella a toda costa. Sacó de su bolsillo del pantalón el móvil que pertenecía a la muchacha del vestido rojo y  se tumbó sobre su cama. Pulsó uno de los tantos botones que tenía el aparato y le salió un recuadro blanco con una palabra arriba que decía: “Contraseña”. Peter resopló al darse cuenta que no podría mirar nada de lo que contenía el celular y en aquel instante el móvil empezó a sonar. El muchacho se asustó, se quedó un instante mirando la pantalla del aparato dónde ponía: “Llamada entrante: Casa” y debajo el número de un teléfono fijo. Peter llevó su dedo al botón verde y dudando si atender o no, lo pulsó. Lentamente se acercó el móvil a la oreja y dijo:
-¿Si?
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-Hola, ¿quién eres?-preguntó la otra persona al otro lado del teléfono.
-Hola, me llamo Peter-contestó.- ¿Y tú, quién eres?
-Soy el dueño del móvil por el que estas hablando.
-¿Dueño? No, no. Creo que te equivocas. Es dueña, la persona que perdió el móvil es una chica-comentó Peter.
-¿Y cómo sabes que es una chica?-preguntó la voz masculina con la que el muchacho estaba manteniendo la conversación telefónica.
-Bueno, no importa cómo lo sé-hizo una pausa.- ¿Tú eres amigo, conocido, primo o algo relacionado con la dueña de este móvil?
-Si, soy el novio.
-¿El novio?-preguntó Peter.-Ah, bien. ¿Podría hablar con ella?
-No, ahora mismo no está aquí-mintió el hombre mirando a la muchacha que permanecía de pie a su lado.-Oye, ¿podríamos concretar un sitio donde encontrarnos para que me des el móvil?
-Si, claro. Podríamos encontrarnos en el bar donde ella estuvo y lo perdió.
-Está bien, ¿a qué hora?
-Mañana a las nueve, ¿te vendría bien?-preguntó Peter.
-Perfecto, nos vemos allí. Yo llevaré una sudadera blanca para que me reconozcas.
-Vale-hizo una pausa.-Y una pregunta, ¿cómo se llama la dueña del móvil?
El hombre permaneció en silencio un rato, le parecía demasiado extraño tanto interés por ella hasta que finalmente contestó:
-Se llama María.
-¿María?-preguntó desilusionado.- ¡Oh, gracias!
-De nada. En fin, nos vemos mañana a las nueve.
-Si, ¿y ella mañana va a venir?-Peter volvió a insistir en la dueña del móvil.
-Si, no sé, supongo. Pero, ¿se puede saber por qué tanto interés en ella?
-No, por nada-contestó Peter.-Adiós-y colgó.
El muchacho tras pulsar el botón rojo, se quedó un rato mirando el aparato que tenía en la mano. La esperanza que tenía de que fuera ella se había esfumado por completo o eso creía él.
-Definitivamente, Candela tiene razón-se decía a sí mismo.-No es Eugenia.

El hombre que había llamado al móvil y acababa de hablar con Peter, miró a la chica del vestido rojo que estaba a su lado expectante de la conversación.
-¿Y?-preguntó ella al ver que había terminado de hablar.
-Un tío ha encontrado tu móvil y hemos quedado mañana para que me lo de.
-¿En serio?-preguntó sonriendo.-Fantástico, ¿y dónde habéis quedado?
-No importa. Tú no vas a ir-le dijo.
-¿Qué? ¿Por qué no?
-Ese tío ha mostrado demasiado interés en ti, solo sabía preguntar por la dueña del móvil. Imagínate que es algún loco que quiere secuestrarte o que sé yo-hizo una pausa.-Será mejor que vaya yo solo.
-Patrick, ¿por qué eres tan exagerado?-hizo una pausa.- ¿Por qué tiene que ser un loco? Quizás me conoce.
-No creo que te conozca porque ha preguntado cómo te llamas.
-Ah, ¿y él? ¿Cómo se llama?
-No sé, creo recordar que era…
-¿Y qué?-interrumpió el padre del chico entrando en la habitación con una copa de vino en la mano.- ¿Habéis encontrado el móvil de la hermosa novia de mi hijo?-se rió pasando su brazo por encima de los hombros de la chica.
-Si, eso parece-contestó ella con una sonrisa.   

A la mañana siguiente, Peter se había levantado muy temprano, dos horas antes de las nueve. Tenía que arreglarse porque hoy tenía que ir a trabajar y entraba a las diez, así que después de devolver el móvil, no tendría tiempo de regresar a casa. Se vistió, se arregló y salió de casa. Él como siempre pasaba a recoger a un compañero de trabajo e iban los dos juntos ya que siempre entraban a la misma hora. Así que pasó a recoger a su amigo y los dos fueron al bar dónde Peter había quedado con Patrick. Llegaron media hora antes. Así que Peter y su amigo aprovecharon para desayunar allí, tranquilamente. Quién los atendió fue la camarera de la barra del día anterior que le había dado el móvil.
-Buenos días-saludó la muchacha acercándose a la mesa dónde Peter y su amigo, Agustín, estaban sentados.- ¿Qué quieren tomar?
-¿Tú estas dentro del menú de la carta?-preguntó Peter mirándola.
-¡Qué ingenioso! Es la primera vez que me lo dicen-habló irónicamente.-Ahora, en serio, ¿qué quieren?
-Quiero…quiero que me digas tu nombre y tu número.
-Cuando os decidáis, me llamas-dijo la camarera ignorando lo que el chico había dicho y yendo a atender otras mesas.
-Como te ignora, Bedoya-dijo Agustín riéndose.
-Pero solo por ahora-comentó con suma certeza con una sonrisa en la cara.

La muchacha, dueña del móvil perdido, se despertó y miró el reloj que tenía en la mesilla de noche. Eran las nueve menos diez. Se levantó de la cama y fue a buscar a su compañero de piso, o también conocido como Patrick. Se frotó los ojos y se pasó las manos por el pelo alborotándoselo más de lo que estaba mientras se desperezaba. Fue a la cocina y allí lo encontró. Estaba desayunando su típico bol de cereales. Ella llegó por detrás y le dio un beso en la mejilla.
-Buenos días-lo saludó.
-Hola, ¿qué haces despierta a estas horas si hoy no trabajas?
-No sé, no tenía ganas de dormir más-contestó la chica.
-Oye, María ¿te he dicho que hoy estás más guapa que nunca?
La muchacha lo miró extrañada y luego buscó un bol para poder desayunar cereales.
-¿Cuántas veces te he dicho que no me llames María?
-Pero, ¿por qué? Ese es tu nombre ¿o no?
-Si, me llamo María Eugenia, pero prefiero que me llames Eugenia, todo el mundo me llama así.
-Bueno, pues yo quiero ser distinto al mundo-comentó mirándola.-Y en serio, estás guapísima.
-Ya, y ahora dime; ¿a qué viene esa amabilidad mañanera?-preguntó sentándose en la mesa en frente de él.
-Nada, solo quería recordarte lo guapa, simpática y buena persona que eres-sonrió.
-Habla-le ordenó.
-¿Qué hable?-preguntó sin entender lo que quería decir.
-Si, habla. Suéltalo.
-¿Qué suelte el qué?
-No sé, lo que me vayas a decir. Te conozco de hace cuatro años y sé que cuando me vas a dar una mala noticia eres la persona más amable del mundo.
-Está bien, te lo diré-comentó Patrick.- ¿Recuerdas, hace como dos años, que yo era una persona tan pero tan cobarde que en vez de decirles a mis padre que soy gay les he dicho que estaba de novio contigo y que eso en un principio no era problema porque ellos vivían lejos hasta que hace dos semanas te comenté que repentinamente habían decidido venir a visitar a su hijo?
-Si, lo recuerdo y también recuerdo que ayer fuimos a buscarlos al aeropuerto, los trajimos a casa, se quedaron un rato y luego los llevamos al hotel porque habían hecho una reserva por internet para pasar dos días y una noche.
-¡Qué buena memoria!
-Gracias. Ahora ve al grano.
-Verás, es que…esos dos días y una noche se van a alargar un poquito más-comentó mirando el bol de cereales.
-¿Cómo?-preguntó la muchacha.- ¿Voy a tener que seguir fingiendo que soy tu novia? ¿Por cuánto tiempo?
-Una o dos…semanas-sonrió con miedo.
-¡Te mato!-exclamó la muchacha.-Pero, ¿por qué no les dices a tus padres que no te van las mujeres que a ti te gustan los hombres?
-Porque mi padre está chapado a la antigua y sé que su reacción no será la de un padre que quiere a su hijo, sino todo lo contrario.
-Patrick, eres la vergüenza de los homosexuales-le dijo mirándolo mal.-En serio, te odio.
-En realidad, me amas y bueno, me marcho porque seguramente el tío que ha encontrado tu móvil me estará esperando. Adiós, te quiero, mi amor-bromeó.
-¡Qué te den!-exclamó yendo hacia el frigorífico a por la leche.
La buscó y no la encontró. Se acercó a la basura y vio el envase en el interior.
-Hoy no es mi día, no hay más leche-suspiró.-En fin, hoy que no tenía ganas de desayunar fuera, voy a tener que salir por culpa del glotón de Patrick-se dijo así misma yendo hacia su habitación para cambiarse de ropa.

Los dos compañeros de trabajo ya habían terminado de desayunar, así que Agustín salió a fuera del bar para fumarse el cigarrillo de siempre a la misma hora cuando un hombre vestido con una sudadera blanca entró en el bar y empezó a mirar a todas las mesas buscando a algo o a alguien. Peter esperó a que mirase hacia su mesa y levantó el móvil de la muchacha del vestido rojo para que lo viera. Patrick que era quien había entrado, al darse cuenta se acercó a la mesa del muchacho y preguntó:
-¿Peter?-el muchacho asintió.- ¡Oh! Yo me llamo Patrick, creo que ayer no te lo dije. Encantado-le extendió la mano.
Peter le estrechó la mano y preguntó:
-¿Y la dueña del móvil?
-No ha podido venir-contestó Patrick.-Y bueno, me encantaría quedarme a tomar un café contigo-dijo dejando ver su lado femenino atraído por el muchacho de los ojos marrones que estaba sentado en frente de él.-Pero me tengo que ir porque tengo que estar en mi trabajo en…-miró su reloj de pulsera.-…media hora. Así que gracias por encontrar el móvil-comentó tratando de coger el aparato que Peter sujetaba en su mano.
-De nada-le devolvió el móvil.-Lo único que esperaba era un gracias de la dueña pero si no puede ser…

La conocida muchacha del vestido rojo, es decir, Eugenia había llegado al bar dónde solía desayunar con frecuencia. Estaba por abrir la puerta para entrar, cuando alguien a su espalda dijo:
-¿Eugenia?
Ella se quedó quieta sujetando el pomo de la puerta pensando de quién sería esa voz que le resultaba tan familiar.

Continuará...

3 comentarios:

  1. aaahh quiero que se reencuentren ya!!!

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  2. quiero mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove

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  3. Me muero!!!!!! Se van a encontrar B-) XD pero es con cande o peter? ...Siguel Pronto

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