Capitulo anterior:
-Peter hace
ya unas cuantas semanas que pasó esto y bueno, llevó diez días de retraso-el
color de la cara del muchacho estaba cambiando.-Aún no me he hecho el test de
embarazo, así que todavía no es seguro-hizo una pausa.-Pero, Peter necesito que
Eugenia lo sepa.
-Te he dicho
que yo me encargaba de eso. Estoy tratando de buscar las palabras indicadas
para decirle que…-se cayó.-Pero Dios mío, ¿estás completamente segura de que
tienes un retraso?
-Si, Peter.
Sé que ahora estás mejor que nunca con Eugenia pero yo en un par de días me
voy, ya te lo comente que me mudaba y quiero estar cuando le cuentes a Eugenia
que tú y yo hicimos el amor y tuvimos una noche de pasión, una noche que nunca
olvidaré…
-¿Qué qué?-preguntó
una voz femenina a espaldas del muchacho.
Peter cerró
los ojos y rogó que no fuera Eugenia quién había dicho aquello pero era
evidente que si. Su voz era inconfundible.
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Los ojos de
Eugenia empezaron a llenarse de lágrimas, no podía creer lo que acababa de
escuchar. Peter se dio la vuelta y la miró entristecido. La rubia trató de
decir algo pero en aquel momento no le salían las palabras. Estaba totalmente
aturdida, asustada, dolida…toda una serie de sentimientos a la vez. Mariana
desde un segundo plano observaba cómo las lágrimas de la muchacha empezaban a
brotar de sus ojos a gran velocidad.
-Señorita,
tome el azúcar-dijo el recepcionista acercándose a ella, ajeno a todo lo que
estaba pasando.
Eugenia miró
al hombre y negó con la cabeza mientras apretaba sus dientes con fuerza y
rabia. La rubia le dedicó una mirada de odio a Mariana y luego miró a Peter con
tristeza, con decepción…
-Eugenia,
yo…-trató de decir Peter yendo hacia ella.
-¡No te
acerques!-le gritó echándose hacia atrás lentamente.
La muchacha lo
miró durante unos segundos más y después salió corriendo todo lo rápido que
pudo. Peter sin pensarlo ni un segundo fue detrás. Eugenia salió del
restaurante y llegó a la recepción. Sin esperar a que el hombre le abriese la
puerta de salida, cogió el pomo y tiró de él con fuerza abriendo bruscamente.
Salió de aquel sitio y miró hacia un lado y hacia el otro. No sabía donde
estaba, no recordaba el camino de vuelta a casa. Miró a la gente pasar a su
lado con paraguas, ya que llovía, y mirarla con cara de asombro por la
agitación que llevaba la muchacha encima. Al escuchar su nombre salir de la
boca de Peter a sus espaldas, volvió a correr sin pensar a donde iba. Corría y corría
esquivando a la gente que caminaba por la calle mientras las gotas de la lluvia
empapaban su ropa. Peter la seguía muy de cerca, estaba a punto de conseguir
agarrarla cuando sin querer tropezó con un señor y tuvo que detenerse a
comprobar si estaba bien. Al querer volver a seguirla, miró hacia delante y no
la veía más. Pero no pensaba dejarla sola, la encontraría como fuera. Empezó a
preguntar a la gente que caminaba por la calle y todos le indicaban que se
había ido recto a toda velocidad.
Mariana se
había quedado en el hotel, no podía creer lo que había pasado y tampoco podía
ocultar la felicidad que le producía aquello. Sacó su móvil del bolso y marcó
el número de Melodi.
-Querida-dijo
al escuchar que ella había atendido.-Salió todo a la perfección-le informó con
una gran sonrisa en el rostro.-Mel, Eugenia se ha enterado de que Peter y yo
pasamos una noche de pasión.
Melodi
empezó a reírse al otro lado del móvil.
-Pero,
Mariana, recuerda que me tienes que agradecer y mucho.
-Por
supuesto. Tengo que agradecerte el plan, la idea…sin ti no hubiese salido
así-se rió.-Tengo que agradecerte que montaras una fiesta en la que no
invitaste a Eugenia, también que emborracharas a Peter hasta que estuviese tan
pero tan borracho que no supiese ni donde estaba, y bueno, lo demás fue cosa
mía. El meterle en la cama, desnudarlo y a la mañana siguiente hacerle creer
que habíamos tenido sexo aunque en realidad solo habíamos dormido juntos-se
rió.-Y esto de que posiblemente este embarazada fue lo mejor. Se lo creyó todo.
Y bueno, también tengo que decir que le he hecho sentir un poco mal porque le
he dicho que me iba a mudar en un par de días.
-¿En serio
te vas a mudar?-preguntó Melodi asombrada.
-Ni loca.
Ahora más que nunca me quedo y ten claro que la próxima vez que Peter y yo
hablemos el me rogará que me quede por el falso bebé que esperamos-se rió.
-Pero, ¿y
qué piensas hacer cuando pase el tiempo y no te crezca la barriga?
-Le diré que
lo perdí o que era una falsa alarma, no sé. Me inventaré cualquier cosa-se volvió
a reír.
Eugenia
seguía corriendo y poco a poco fue parando. Se sentía cansada, sentía que su
corazón iba a mil por hora, sentía que ya no podía más con ese malestar que
llevaba dentro. Miró a su alrededor, no reconocía nada. Se había adentrado en
un parque que era desconocido para ella. Con el cansancio de correr, decidió
tirarse encima del césped y dejar que el agua de la lluvia siguiese mezclándose
con sus lágrimas. Se tumbó bocarriba y cerró los ojos. Respiraba hondo tratando
de calmarse, tratando de borrar de su cabeza las palabras de Mariana, tratando
de olvidarse por un instante de Peter. Estaba apunto de conseguirlo cuando oyó
una voz decir su nombre. De inmediato se levantó y lo miró. Allí estaba él, la
había encontrado. El muchacho tenía la intención de ir hacia ella, cuando la
rubia se echó hacia atrás y le repitió como en el hotel:
-No te
acerques.
Él se
detuvo.
-Está bien,
no me acerco pero escúchame, por favor-el muchacho le rogó.
-No, no
quiero escucharte-le gritó.-No quiero saber nada de ti. Peter te has acostado
con Mariana estando conmigo. ¿Cuándo pensabas contármelo?
-Tenía
pensado decírtelo después de tu cumpleaños, no quería arruinarte este día tan
especial para ti-le explicó.
-¿Cuándo
ocurrió?-preguntó mirándole con odio.
-En la
fiesta que organizó Melodi hace unas semanas; a finales de febrero.
-En la
fiesta dónde yo no fui invitada ¿verdad?
-Si, yo te
pregunté si querías venir así mismo y como me dijiste que no. Creí que no te
importaría si iba solo. De hecho nosotros no somos de ese tipo de parejas que
no van sin el otro a ningún lado.
-Éramos-le
corrigió.
-Bueno,
éramos…-vocalizó el muchacho.
-¿Cómo
pasó?-preguntó aguantando las ganas de ir hacia Peter y pegarle por lo que
había hecho.
-Fui a la
fiesta y pasé todo el rato con mis amigos bebiendo alcohol. Llegó un punto en
que bebí tanto alcohol que no recuerdo lo que pasó después. Solo sé que al día
siguiente me desperté en la habitación de Mariana desnudo y con ella a mi lado,
también, desnuda-hizo una pausa.-Pero no era seguro que hubiese pasado nada
entre ella y yo.
-¿Qué no era
seguro?-preguntó Eugenia, que después rió de una forma sarcástica.-Claro, es
muy normal despertarse desnudo en una cama ajena y que la noche anterior solo
hubieseis estado charlando-habló irónicamente.
-Eugenia, habló
en serio. No era seguro hasta que…
-¿Hasta que
qué?-preguntó Eugenia acercándose un poco para escucharlo.
-Hasta que
hoy Mariana me dijo que posiblemente este embarazada.
Eugenia
abrió los ojos de par en par, no podía creer lo que escuchaba.
-Así que
ahora vas a ser papá. Felicidades, Bedoya-hablaba irónicamente.-Te felicito.
-Eugenia,
entiéndeme. Estaba borracho, no sabía lo que hacía. Sabes de sobra que yo solo…
-¡No lo
digas!-lo interrumpió.- ¿Qué insinúas? ¿Qué por el simple hecho de que
estuvieses borracho yo debería perdonar que te hayas acostado con la persona
que más odiaba sobre la faz de esta tierra? No, Bedoya, estás muy equivocado.
-Eugenia, sé
que me equivoque, se que metí la pata haciendo lo que hice, sé que no me
perdonarás nunca y también, sé que no querrás volver a verme pero hay algo que
quiero que sepas y es que yo nunca querré a otra que no seas tú.
-Mira,
Peter, hazme un favor-se cayó y rectificó.-No, mejor me voy y ¡no me
sigas!-dijo la muchacha empezando a caminar hacia la salida del parque.
Peter se
quedó allí plantado mientras la veía irse. Quería ir detrás de ella pero sabía
que la muchacha saldría corriendo. Ignorando la idea de que ella huyera, fue
hacia Eugenia y la agarró del brazo, la giró y antes de que la rubia pudiera reaccionar,
la besó. Eso era lo único que Peter deseaba hacer en aquel momento. Sentir sus
labios contra los de ella, sentir como su corazón se aceleraba ante el miedo de
recibir una respuesta agresiva por parte de la muchacha, sentir la felicidad de
averiguar que Eugenia también deseaba besarlo a pesar de todo, sentir las manos
de la rubia en su nuca en señal de que no quería que se separase de ella,
sentir tantas cosas a la vez que no saber si sonreír, llorar, desesperarse…no
saber nada. Solo tener claro que ella era lo que él quería y no estaba
dispuesto a perderla tan fácilmente.
-Perdóname,
por favor-dijo Peter nada más separar sus labios de los de ella.
-Peter, es
lo que más deseo, perdonarte. Pero no puedo. Me has engañado con Mariana y no
puedo aceptarlo. He intentado ser fuerte pero no sé serlo contigo porque quiero
estar contigo pero…algo me dice que no-lo miró con los ojos llorosos.-Y por
favor, no me sigas, deja que me vaya.
Necesito estar lejos de ti.
Eugenia se
quedó unos minutos mirándolo bajo la lluvia. Ambos se miraban fijamente hasta
que la rubia se dio la vuelta y salió del parque. Mantenía la cabeza baja,
estaba triste y confundida. Cruzó la calle y de repente empezó a sentir cómo
dos focos de luz iban hacia ella. Miró hacia el lado por donde venían y se
quedó quieta en el sitio, asustada. Cerró los ojos de inmediato y escuchó a
Peter gritar su nombre con todas sus fuerzas. Sintió un fuerte golpe contra su
cuerpo y después cayó al suelo unos metros más lejos de donde estaba.
Peter que lo
había visto todo, se quedó unos segundos en shock, no podía creerlo. Un coche
acababa de atropellar a Eugenia. Salió corriendo hacia donde estaba el cuerpo
de la rubia. Se agachó en el suelo, no sabía si tocarla o no. El conductor del
coche bajó de inmediato y empezó a preguntar como estaba. Peter no le
contestaba. Tenía pánico. El hombre empezó a marcar el número de una
ambulancia. Peter con cuidado abrazó a Eugenia mientras empezaba a llorar. La
muchacha tenía los ojos abiertos, aún estaba consciente pero no se movía.
-Euge,
tranquila, todo va a estar bien-le decía Peter.
El muchacho
agarró la cabeza de Eugenia por detrás y juntó su frente con la de ella. Cerró
los ojos con fuerza. No creía lo que estaba ocurriendo, pensaba que todo era un
sueño.
Eugenia
trató de decir algo pero le era totalmente imposible. Lentamente fue cerrando
los ojos. Lo último que vio fue el hermoso rostro de Peter, lo último que olió
fue el asfalto mojado a causa de la lluvia, lo último que sintió fueron las
lágrimas de Peter mezclada con el agua de la lluvia caer sobre su mejilla, lo
último que escuchó fue un te quiero en su oído y lo último que saboreo fueron
los labios de Peter sobre los suyos, antes de dejarse llevar. Antes de dejarse
ir.
[Mirad el título: "No todo es lo que parece" & ahí lo dejo caer jajajajjaja xD]
no termina!!!! ahh que mala eres jaja pero me encanta tu nove
ResponderEliminarnooo porfavor que no le pase nada a euge
ResponderEliminarmas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove mas nove
ResponderEliminaryo tambien la leo!!!! me mueto por saber que paso con Euge :( ...SIGUELA PORFA
ResponderEliminarPT:a veces no comento. por tiempo,pero 100pre entro a leer ;)