viernes, 3 de agosto de 2012

Capitulo 58: Peter x Darío

Capitulo anterior:

La rubia se quedó un rato mirando fijamente a los ojos del muchacho y ahora que lo tenía más cerca y lo miraba con más claridad, se dio cuenta de que no era Darío sino Peter.
-Será mejor que cambiemos de tema-dijo la muchacha mirando hacia otro lado.
-No, ¿por qué? Hablemos de esto.
-Mira, Darío-comentó la rubia siguiendo con la mentira y haciendo oído sordo a lo que el muchacho acababa de decir.-Se aguantar sin manos.
Eugenia lentamente separó sus manos de la barandilla y estiró el cuerpo al completo para tomar aire de la fresca brisa que corría aquella noche.
-¡Eugenia!-exclamó Peter asustándose otra vez.
La rubia por el grito perdió la estabilidad y al intentar volver agarrarse, no lo consiguió.
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Peter se apresuro y, antes de que ella pudiera caerse, la agarró por la cintura. Eugenia al sentir los brazos del muchacho rodearle el cuerpo completamente y echarla hacia atrás, respiró aliviada.
-Gracias-vocalizó la rubia mirando hacia atrás y quedando con la cara muy cerca a la de él.-Sabía que me agarrarías.
-Me parece perfecto que supieras que te iba a agarrar pero ahora será mejor que te bajes de ahí-comentó el muchacho ayudándola a bajar.
-Ahora mismo tengo el corazón a mil por horas-comentó la rubia poniéndose la mano en el corazón.
-Normal, por poco te matas-hizo una pausa.-Prométeme que no volverás a hacer esto. Es peligroso y no voy a estar siempre para agarrarte.
-Pareces mi hermano-refunfuñó la rubia.
-Y tú una niña de siete años.
-Bueno, está bien, hermanito. Te lo prometo-sonrió.
-Eso espero-la miró sonriendo.
-Creo que será mejor que nos vayamos a dormir ¿no?-comentó Eugenia frotándose los brazos para entrar en calor porque tenía un poco de frío.
-Si, nos vemos mañana.
El muchacho se dio la vuelta para marcharse pero se detuvo al escuchar a la rubia decir:
-No puede ser…
-¿Qué pasa?-preguntó Peter dándose la vuelta para mirarla.
-Pasa que soy una estúpida. Cuando he salido al balcón, he cerrado la puerta al completo y ahora no se abre-contestó tratando de abrirla.
-¿En serio?-dijo acercándose para intentarlo él.-Bueno, no pasa nada. Vayamos a mi casa y si quieres te acompaño a llamar al timbre, seguro que alguien de tu familia aún sigue despierto.
-Claro, Darío y de paso veo a tu hermano y a tu padre, que les caigo últimamente muy bien según tengo entendido.
-¿Quién te ha dicho eso?
-Tú-le contestó resoplando.
-Oh, si claro. Yo…-contestó recordando que para ella no era Peter, sino Darío.-Bueno, si quieres voy yo y te abro.
-¿En serio harías eso por mi?-preguntó la rubia.
El muchacho asintió.
-Bueno, pues te espero aquí-comentó ella.-Y por favor, no tardes que hace un poquito de frío.
Peter la miró de arriba a bajo y vio que llevaba un pijama de verano.
-Normal que tengas frío-comentó el muchacho.- ¿No crees que ya va siendo hora de sacar los pijamas de invierno?
-No me gustan. Me agobian mucho a la hora de dormir, y los calcetines ni te cuento-hizo una pausa.-Pero habló “el señorito no llevo camisa”-comentó la rubia dándole unas palmaditas en el pecho.
Peter sonrió y dijo:
-Mejor vamos a mi casa.
Ambos pasaron al otro balcón y cuando la rubia estaba por entrar en la habitación, se detuvo en la entrada.
-¿Qué te pasa?-preguntó Peter mirándola.
-No se si lo recuerdas pero te dije que no volvería a pisar nunca más la habitación de tu hermano.
-¿Por qué?
-Porque no, dije que no volvería y no volveré. Tú ve, yo te espero aquí, no pasa nada.
-Venga ya, Eugenia. La habitación no te va a hacer nada.
-La habitación, no. Pero ¿y si viene Peter?
-No vendrá.
-¿Cómo estás tan seguro?
-Si quieres luego te lo explico, pero entra.
La rubia negó con la cabeza.
-Está bien-comentó Peter acercándose a ella y cogiéndola en brazos.
-¿Qué haces?-preguntó.
-Has dicho que no volverías a pisar la habitación, pues bueno, no la estas pisando-dijo dejándola sobre la cama.-Pero si me perdonas, tus zapatillas si van a tener que tocar el suelo-dijo quitándoselas de los pies.
Eugenia tenía la cabeza apoyada en la almohada, acercó su nariz a ella y la olió.
-Huele a ti-comentó sin darse cuenta.
-¿Cómo?-preguntó Peter mirándola.
La rubia se quedó un instante en silencio pensando que decir hasta que finalmente, dijo:
-Que…que huele a…al tieso de tu hermano.
-¿Al tieso de mi hermano?-preguntó riendo.
Eugenia asintió, sentándose en la cama para no sentir más el olor de Peter aunque era inevitable, estaba en su habitación con él.
-Bueno, ahora vuelvo-comentó Peter.
El muchacho salió de su habitación y a los cinco minutos regresó por donde se había ido.
-¿Y?-preguntó Eugenia al verlo.- ¿Ya está abierta la puerta?
-No exactamente-comentó.-Fui a tu casa y tras llamar unas cuantas veces, me abrió tu hermano y por lo visto estaba enfadado porque antes de que pudiera explicarle lo que había pasado, me cerró la puerta en la cara.
-¿En serio?-preguntó la rubia riendo.
“En realidad, no”-pensó Peter recordando lo que realmente había pasado.
Flashback
Peter acababa de salir de su habitación. Bajó las escaleras y cuando estaba apunto de salir, su madre lo vio y le dijo:
-Hijo, ¿a dónde vas?
-A…-pensaba que decir.-A hablar con Mariana.
-¿A estas horas?-preguntó asombrada.
-Si, bueno, hay algo que le tengo que decir que no puede esperar ni un día más. Así que, ahora vuelvo.
-No, hijo, espera. Seguramente a estas horas ya estará dormida, será mejor que se lo digas mañana ¿no crees?
-No, ella suele dormir más tarde.
-Pero…
-Vamos, querida-dijo el padre del muchacho apareciendo por detrás de su mujer.-Deja que el chico vaya, seguramente lo que le tiene que decir esta relacionado con lo que creo saber que es.
-Exacto-dijo Peter a su padre para que lo dejarán ir.
-Está bien-comentó la madre yendo hacia el salón.-Pero no tardes.
-No, no-vocalizó el muchacho saliendo de casa.
Cuando Peter estaba por tocar el timbre de la casa de Eugenia, se detuvo y pensó en voz alta:
-¿Por qué tengo que hacer esto? ¿Por qué no aprovecho y habló con ella sobre nosotros? Aunque me tenga que hacer pasar por mi hermano. Así quizás me entere por qué Eugenia jugó a dos puntas, quizás así me entere de la verdad-hizo una pausa.-Decidido, hoy hago que duerma en mi casa.
El muchacho sin llamar al timbre, se dio la vuelta y regresó a su casa.
Findeflashback.

Continuará...

[Se viene la reconciliación xD]

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