JF2. Capitulo 12: El reencuentro

Capitulo anterior:

Pulsó el botón del ascensor y lo esperó. Al entrar, pulsó el botón de la tercera planta y esperó a que se cerrasen las puertas para mirarse en el espejo. Se arregló la camisa, se quitó las gafas de sol y se pasó la mano por el pelo mojado. Al llegar a la planta, salió del ascensor, buscó la puerta que era y llamó al timbre. Nadie abrió. Volvió a llamar un par de veces más.

Eugenia estaba cantando mientras se duchaba y no oía nada de lo que estaba pasando fuera.

Peter estaba por irse cuando decidió llamar una vez más. En ese momento, Eugenia acababa de cerrar el grifo y había dejado de cantar, así que escuchó el timbre.

-¡Mierda! El amigo de Agustín.

Salió del baño con una toalla enrollada al cuerpo y fue a su cuarto a vestirse a toda velocidad. Cuando estaba por quitarse la toalla, vio que Patrick se había olvidado la cartera y las llaves de casa.

-Oh, es Patrick, se ha dejado eso-se dijo a sí misma muy convencida.

La muchacha se agarró bien la toalla al cuerpo y fue a abrir la puerta.

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Cuando Eugenia abrió la puerta, no vio a nadie. Extrañada, se asomó miró hacia un lado y luego al otro. Vio a un chico yendo hacia el ascensor, se quedó quieta mirándolo. El muchacho entró en el ascensor y se dio la vuelta para pulsar el botón de la planta baja, cuando miró hacia el frente, la vio. Allí estaba ella, paralizada en medio del pasillo tapándose la boca con la mano. No podía creer lo que estaba viendo.

-Eugenia-vocalizó Peter antes de que las puertas del aparato se cerrasen.

La muchacha corrió hacia el ascensor y empezó a pulsar con desesperación el  botón para que regresara.

-Vamos, cacharro, vuelve-decía Eugenia golpeando las puertas de metal del aparato.

Ella trataba por todos los medios que el ascensor volviese a subir hasta que, por fin, las puertas volvieron a abrirse. Una gran sonrisa se dibujó en su cara pero se borró al ver que no había nadie en el interior del ascensor.

-¿Peter?-se preguntó así misma sin comprender dónde se había metido.

-Dime-dijo una voz a su espalda, agitada de haber subido corriendo las escaleras.

Eugenia se giró y allí estaba él. Tan guapo y tan perfecto como ella lo recordaba. También había que admitir que había cambiado un poco, ahora estaba más alto y más fuerte que hacia cinco años. La muchacha, no aguantando más las ganas, fue hacia él y lo abrazó con todas sus fuerzas. Peter, le rodeo el cuerpo con sus brazos y la aferró a él mientras la levantaba del suelo. Los ojos de Eugenia se inundaron en un mar de lágrimas, mientras sentía la emoción de volver a verlo. Ambos se separaron y se miraron con una gran sonrisa en sus rostros.

-Peter, ¿eres tú?-preguntó ella aún sin creer lo que estaba pasando.

El muchacho asintió con la cabeza.

-Pero, Eugenia, ¿qué te has hecho en el pelo?-preguntó acariciándole el cabello.

-Me he teñido-contestó mirándolo de arriba a bajo.- ¡Uau! ¡Cómo has cambiado! Ahora estas más…-se quedó callada mirándole los brazos a Peter.-En serio, has cambiado-sonrió.

En ese momento, Eugenia sintió que alguien le tocaba el culo, asustada miró hacia atrás y vio a Patrick.

-Pero, ¿qué haces?-preguntó ella mirándole.

-Hola, mi amor-saludó Patrick agarrando a Eugenia por la barbilla y besándola.

Peter se sorprendió ante tal saludo y se cruzó de brazos mientras esperaba a que terminasen. La muchacha se separó de inmediato y le preguntó:

-Patrick, pero ¿qué te pasa?

-Nada, acaso no puedo saludar a mi novia.

-¿Novia?-preguntó Peter mirando a Eugenia.- ¿Tienes novio?

-Si, es mi novia-contestó Patrick mirando al muchacho.-Oh, pero mira a quién tenemos aquí, si es el que encontró el móvil-comentó haciendo creer que no lo había visto hasta entonces.

-¡No!-exclamó Eugenia.-No es mi novio. Mira, ¿por qué no entramos y te lo explico dentro más tranquilos?-le sugirió a Peter.

-Pero mi amor, ¿qué le tienes que explicar?

-Patrick, ¡ya!-exclamó la muchacha mirando a su amigo con cara de enfadada.

-Bueno, está bien. Yo me voy, venía a por…-le quitó su cartera y sus llaves de la mano.-Esto. Nos vemos, adiós-se fue.

Eugenia esperó a que Patrick entrase en el ascensor para decirle a Peter:

-¿Entramos?

El muchacho la miró y asintió sin borrar la sonrisa.

Al cabo de unos minutos, Eugenia ya se había vestido la ropa que Patrick le había dejado encima de la cama. La muchacha fue al salón y lo vio sentado en el sofá.

-¿Quieres tomar algo?-preguntó mirándolo.

-No, gracias-la miró.

-¿Seguro?

-Si-le sonrió.- ¿Quién me lo iba a decir? Así que resulta que tú eras la chica del vestido rojo.

-¿La chica del vestido rojo?-preguntó ella sentándose en el sofá al lado de él.

-Si, verás un día tú y yo nos chocamos cuando yo entraba y tu salías de un bar; que fue el mismo día en que tú perdiste tu móvil y yo lo encontré-le explicó.-Y bueno, tú llevabas un vestido rojo. Yo juré y perjuré que eras tú y Candela no me creía…

-¿Candela?-le interrumpió.- ¿Sigues en contacto con ella?

-Si, claro. Hasta hace poco vivíamos juntos hasta que me mudé porque sentía que sobraba porque Luca también vivía con nosotros y…

-¿Luca y Candela siguen juntos?-volvió a interrumpirle.

-Si, bueno, cuando tú te fuiste-la miró y se quedó así un instante hasta que continuó.-Ellos decidieron cortar hasta que hace unas semanas atrás volvió a surgir la chispa y están otra vez juntos.

-¿En serio? ¡Qué bien! Siempre me gustó la pareja que hacían. Ella tan loca y él tan centrado. Eran tal para cual.

-Ni que lo digas-la miró.

-Bueno, cuéntame. ¿Qué es de tu hermano, de tu madre, de tu…-se quedó callada.-De tu padre…?

-Darío se fue a estudiar al extranjero y bueno, según sé le va bien; y mi madre y mi padre siguen juntos viviendo en la misma casa de antes y en resumen, están todos bien, sanos y felices.

-Me alegro-le sonrió.- ¿Y tú?-lo miró a los ojos.- ¿Cómo estas?

-Yo, bien, trabajo de ingeniero junto con Agustín y con Luca; vivo solo en mi propia casa…-hizo una pausa.-Pero, ahora cuéntame tú.

-Te hago un resumen, trabajo como guía turística, vivo en este piso junto con el idiota de Patrick, que por cierto quiero que quede claro que no es mi novio.

-Está bien, no me tienes que explicar nada, en todo caso las explicaciones se las tienes que dar a Agustín-comentó Peter.

-Bueno, pero tú eres amigo de Agus y quiero que sepas que Patrick no es mi novio. Él es un amigo que no se atreve a decirle a los padres que…-se quedó callada pensando si debía contárselo.-Que no le van las chicas, dicho de otra forma, que es gay. Pero por favor júrame que no le vas a contar a Patrick que te lo he dicho porque sino me mata.

-Tranquila, no diré nada.

-Gracias.-le sonrió.

-Oye-vocalizó Peter.-Ahora que lo pienso, tú hoy has estado en mi…-rectificó.-En casa de Agustín ¿verdad?

-Si, ¿cómo lo sabes?-preguntó asustada.

“Lo sabía, sabía que era su voz”-pensó Peter.

-Soy amigo de Agus, me cuenta todo.

-¿Todo? ¿Todo lo que es todo?

-¡Todo!-contestó el muchacho sonriendo por la cara que Eugenia había puesto.-Me contó que está enamoradísimo y que solo sabe pensar en ti, día y noche.

-¿En serio? ¡Qué divino!

Eugenia quería preguntarle algo a Peter, pero no sabía si debía aunque deseaba saber la respuesta. Se quedó unos segundos callada, pensando cómo realizar la pregunta, y optó por la forma más fácil y directa.

-Peter, ¿puedo hacerte una pregunta?

La muchacha posó su mano sobre el brazo del chico. Peter le miró la mano y sonrió. Se estaba dando cuenta de todo lo que la echaba de menos. Esa forma de hablar, de expresarse, de gesticular mientras hablaba. La miraba y no podía creer que la estuviera viendo de verdad, pensaba que era un sueño. Un sueño del que jamás quería despertar.

Continuará...

[El esperado reencuentro xD & yo más obvia y no os lo digo en el título jajajajaja xD En fin...ahora ya se han encontrado....aviso! Estoy un poco estanca en unos capitulos, así que en adelante no sé si subiré todos los días. Trataré de que si...xD Porque me sube el ánimo leer los comentarios qe me ponéis jijijij En fin, bsitos & gracias por todo]