lunes, 6 de agosto de 2012

Capítulo 61: La famosa Mariana

Capitulo anterior:

-¿Qué pasa, Darío? ¿Ahora eres tú quién la defiende?
-Si, porque es mi cuñada-dijo el muchacho sin pensar en lo que decía.-Quiero decir…-intentó arreglarlo al ver la cara que Peter había puesto.
-Ex…-dijo Mariana en voz baja.
-¿Cómo?-preguntó Darío mirándola.
-No, nada, que está buenísima la comida. Los felicito por tener a una excelente cocinera como esposa y madre.
-Veis, nada que ver esta muchachita con la Eugenia esa-comentó el padre y después soltó una carcajada.
-¡Papá!-exclamaron los dos gemelos a la vez.
Darío, el hermano mayor por dos minutos sonrió mirando al hermano pequeño, que bajaba la vista hacia su plato muy pensativo.
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 Tras terminar de comer, ayudaron a recoger la mesa y después Peter y Mariana subieron al cuarto del muchacho para empezar a hacer el trabajo. Se sentaron en el escritorio con el ordenador delante y empezaron a buscar información. Al cabo de un rato, Mariana estaba cansada de tanto buscar.
-¡Estoy harta de este trabajo!-exclamó levantándose de la silla para estirar las piernas.- ¿Qué tal si descansamos un poco?
-Si, nos sentirá bien descansar, creo que este trabajo es el más aburrido que nos ha podido mandar la profesora de economía-comentó Peter tumbándose en su cama.
-Estoy de acuerdo-dijo Mariana sentándose en la cama, al lado del muchacho.
-A saber como les irá a los demás.
-Seguro que igual de mal pero no hablemos de otras personas, hablemos de…nosotros-dijo Mariana apuntándolo a él y a ella misma aleatoriamente.
-¿Nosotros?-preguntó el muchacho.
-Si. Verás, me he dado cuenta que llevamos unos días fantásticos y no quiero que se acaben-lo miró sonriendo.
-Ni yo tampoco.-le sonrió.
-En serio lo digo, me encanta estar así contigo y la verdad, Peter, yo…
Mariana se quedó un rato mirándolo fijamente hasta que lentamente se fue acercando a él, con la intención de besarlo. Cuando estaba a punto, Darío entró en la habitación.
-¿Se puede?-preguntó abriendo la puerta.- ¿Si? Genial-se contestó el solo.- ¿Interrumpí algo?-preguntó al verlos tan cerca.
-No, nada-contestó Mariana alejándose.-Solo charlábamos.
-Oh, ya-hizo una pausa.-No sabia que fuese tan fácil charlar con la lengua de la otra persona metida hasta la garganta pero gracias por la información-habló con ironía.
-Darío, ¿qué quieres?-preguntó Peter.
-Bueno, yo…-mientras hablaba se iba acercando lentamente al balcón con disimulo.-Verás…es que…me voy-dijo saliendo por el balcón.
-Darío, no…-intentó frenar a su hermano pero ya no estaba.
-¿A dónde ha ido tu hermano?-preguntó Mariana.
-A visitar a la vecina.
-¿Por el balcón?
-Si, dejémoslo. Será mejor que continuemos con lo que estábamos-se levantó de la cama.
-Si, estábamos a punto de besarnos-comentó la muchacha.
-Mar, me refería al trabajo.
-Oh, ya-vocalizó desanimada.

-¡Hola!-exclamó Darío entrando en la habitación de Eugenia.-Aquí está tu visita de todos los días a la misma hora.
-Ya creía yo que hoy no vendrías-le sonrió.
-¿Y eso?
-Pues porque he visto a Mariana entrando en tu casa, así que pensaba que los dos tortolitos iban a cerrar la puerta con pestillo.
-¡Ajá! Así que espías quién entra y sale de nuestra casa, eh.
-No, tonto. Es que hoy me he retrasado en la salida del instituto y he tenido que venir detrás de vosotros todo el tiempo.
Las horas pasaron y eran cerca de las seis, cuando Darío le dijo a Eugenia:
-Se acerca la hora de irme. En media hora tengo las clases particulares.
-Bueno, que te vaya bien-le sonrió.-Pero, espera un momento-comentó la rubia mirando la pantalla del ordenador.-No puede ser…-vocalizó muy sorprendida por lo que acababa de encontrar.
-¿Qué pasa?-preguntó Darío.
-Por eso cuando la conocí su cara me sonaba familiar.

Mientras en la casa de al lado…
-Por fin hemos terminado-dijo Mariana con una gran sonrisa.
-Ya era hora-vocalizo el muchacho.
-¡¡Peter!!-gritó la madre del chico desde los pies de las escaleras.
-Dime, mamá-le contestó abriendo la puerta de su cuarto.
-Ya esta la merienda. Bajen al comedor.
-Ya vamos.
-Peter-dijo Mariana mirándole.
-¿Si?-la miró.
-¿Podemos hablar un momento antes de bajar?
-Si, claro.

-No te entiendo, Euge-dijo Darío.
-Mira-apuntó la pantalla del ordenador.- ¿Sabes quién es la chica que sale en la foto?
En la foto, a la que Eugenia hacia referencia, salía una chica de baja estatura con un guardaespaldas cubriéndola mientras trataban de escapar de unas fans.
-¿Puede ser que sea Mariana?
-Puede ser, no. Es Mariana.
Eugenia puso su nombre completo en internet y buscó información sobre ella. Abrió la primera página que le salía, y en ella decía:
Mariana Espósito (Salamanca, España, 10 de agosto) alias "Lali" es una reconocida actriz, cantante y modelo española que tiene fama entre los adolescentes de América del Sur. Nació en un pueblo de Salamanca y a sus 6 años de edad se fue a vivir a Buenos Aires (Argentina) donde tras hacer castings consiguió un papel que la lanzó a la fama […]
-Claro, por eso lo de su caja llena de papeles. Son cartas que le enviaban o envían sus fans.
-Pero, si es famosa ¿por qué no le siguen los paparazis y eso?
-Porque es famosa en argentina, aquí no llego a serlo y según dice aquí, ahora mismo se encuentra en paradero desconocido tratando de alejarse de la fama-Eugenia miró a Darío.- ¡Cómo sabía que ocultaba algo!
-Pero, ¿por qué querrá alejarse de la fama? No lo entiendo-dijo Darío.
-No sé, quizás en alguna de estas quinientas páginas que han salido con su nombre, diga algo relacionado.
-Bueno, yo ahora me tengo que ir. Si encuentras algo me lo cuentas cuando vuelva-dijo Darío despidiéndose.
-De acuerdo.

Por la noche, Peter deambulaba por su habitación de un lado para el otro comiéndose la cabeza con lo que Mariana le había dicho aquella tarde. No dejaba de pensar es las palabras y en todo lo que había pasado.
Flashback
-Peter-decía la muchacha acercándose a él.-Tengo algo que decirte que llevo días tratando de buscar la mejor forma para hacerlo. Verás desde que te conocí me encantaste, no se como lo hiciste pero no podía dejar de pensar en ti, día si y día también. Y bueno, tuve la suerte de venir a este barrio que casualmente era donde vivías y me alegre un montón-hizo una pausa.-Peter, yo no se hablar sobre mis sentimientos, soy muy mala a la hora de hacer eso. Así que voy al grano-respiró hondo.-Peter, no quiero ser solo una amiga para ti, quiero ser algo más. En un principio no me animaba a decírtelo pero desde que nos dimos el beso el día de tu cumpleaños, me di cuenta de que tú también podrías llegar a sentir algo por mi. Por eso hoy me estoy animando a decirte esto…-lo miró.-Peter, yo…te quiero.
Peter se quedó mudo, no sabía que decirle sobre todo lo que ella acababa de decir. Trató de comentar algo sobre el asunto, pero de forma espontánea le cambio de tema.
-Mariana, será mejor que bajemos ¿no crees?
-No, espera-le dijo agarrándole del brazo.-Peter, perdóname. Se que ha sido una locura por mi parte decirte esto en este momento en que te encuentras inestable emocionalmente porque hace poco que cortaste con Eugenia, pero necesitaba hacerlo y si hace falta te esperaré. Esperaré a que te olvides por completo de tu ex; te juro que lo haré si tú me lo pides.
-Mariana, el problema es que no se si…
-No, no digas nada-lo interrumpió.- Piénsalo antes, por favor. Y bueno, para ayudarte a pensarlo, yo…
Mariana se acercó a él y lo besó. Peter se quedó quieto, exactamente igual a la primera vez que ella lo besó y dejo que pasara sin más.
Findefalshback.

Continuará... 

4 comentarios:

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  2. Me acabo de leer toda la historia y me encanto :) y esta demas decir que amo la pareja Eugeter...siguela pronto

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