-¿Qué pasa,
Darío? ¿Ahora eres tú quién la defiende?
-Si, porque
es mi cuñada-dijo el muchacho sin pensar en lo que decía.-Quiero decir…-intentó
arreglarlo al ver la cara que Peter había puesto.
-Ex…-dijo
Mariana en voz baja.
-¿Cómo?-preguntó
Darío mirándola.
-No, nada,
que está buenísima la comida. Los felicito por tener a una excelente cocinera
como esposa y madre.
-Veis, nada
que ver esta muchachita con la Eugenia esa-comentó el padre y después soltó una
carcajada.
-¡Papá!-exclamaron
los dos gemelos a la vez.
Darío, el
hermano mayor por dos minutos sonrió mirando al hermano pequeño, que bajaba la
vista hacia su plato muy pensativo.
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-¡Estoy
harta de este trabajo!-exclamó levantándose de la silla para estirar las
piernas.- ¿Qué tal si descansamos un poco?
-Si, nos
sentirá bien descansar, creo que este trabajo es el más aburrido que nos ha
podido mandar la profesora de economía-comentó Peter tumbándose en su cama.
-Estoy de
acuerdo-dijo Mariana sentándose en la cama, al lado del muchacho.
-A saber
como les irá a los demás.
-Seguro que
igual de mal pero no hablemos de otras personas, hablemos de…nosotros-dijo
Mariana apuntándolo a él y a ella misma aleatoriamente.
-¿Nosotros?-preguntó
el muchacho.
-Si. Verás,
me he dado cuenta que llevamos unos días fantásticos y no quiero que se acaben-lo
miró sonriendo.
-Ni yo
tampoco.-le sonrió.
-En serio lo
digo, me encanta estar así contigo y la verdad, Peter, yo…
Mariana se
quedó un rato mirándolo fijamente hasta que lentamente se fue acercando a él,
con la intención de besarlo. Cuando estaba a punto, Darío entró en la
habitación.
-¿Se
puede?-preguntó abriendo la puerta.- ¿Si? Genial-se contestó el solo.-
¿Interrumpí algo?-preguntó al verlos tan cerca.
-No,
nada-contestó Mariana alejándose.-Solo charlábamos.
-Oh, ya-hizo
una pausa.-No sabia que fuese tan fácil charlar con la lengua de la otra
persona metida hasta la garganta pero gracias por la información-habló con
ironía.
-Darío, ¿qué
quieres?-preguntó Peter.
-Bueno,
yo…-mientras hablaba se iba acercando lentamente al balcón con
disimulo.-Verás…es que…me voy-dijo saliendo por el balcón.
-Darío,
no…-intentó frenar a su hermano pero ya no estaba.
-¿A dónde ha
ido tu hermano?-preguntó Mariana.
-A visitar a
la vecina.
-¿Por el
balcón?
-Si,
dejémoslo. Será mejor que continuemos con lo que estábamos-se levantó de la
cama.
-Si,
estábamos a punto de besarnos-comentó la muchacha.
-Mar, me refería
al trabajo.
-Oh,
ya-vocalizó desanimada.
-¡Hola!-exclamó
Darío entrando en la habitación de Eugenia.-Aquí está tu visita de todos los
días a la misma hora.
-Ya creía yo
que hoy no vendrías-le sonrió.
-¿Y eso?
-Pues porque
he visto a Mariana entrando en tu casa, así que pensaba que los dos tortolitos
iban a cerrar la puerta con pestillo.
-¡Ajá! Así
que espías quién entra y sale de nuestra casa, eh.
-No, tonto.
Es que hoy me he retrasado en la salida del instituto y he tenido que venir
detrás de vosotros todo el tiempo.
Las horas
pasaron y eran cerca de las seis, cuando Darío le dijo a Eugenia:
-Se acerca
la hora de irme. En media hora tengo las clases particulares.
-Bueno, que
te vaya bien-le sonrió.-Pero, espera un momento-comentó la rubia mirando la
pantalla del ordenador.-No puede ser…-vocalizó muy sorprendida por lo que
acababa de encontrar.
-¿Qué
pasa?-preguntó Darío.
-Por eso
cuando la conocí su cara me sonaba familiar.
Mientras en
la casa de al lado…
-Por fin
hemos terminado-dijo Mariana con una gran sonrisa.
-Ya era
hora-vocalizo el muchacho.
-¡¡Peter!!-gritó
la madre del chico desde los pies de las escaleras.
-Dime,
mamá-le contestó abriendo la puerta de su cuarto.
-Ya esta la
merienda. Bajen al comedor.
-Ya vamos.
-Peter-dijo
Mariana mirándole.
-¿Si?-la
miró.
-¿Podemos
hablar un momento antes de bajar?
-Si, claro.
-No te
entiendo, Euge-dijo Darío.
-Mira-apuntó
la pantalla del ordenador.- ¿Sabes quién es la chica que sale en la foto?
En la foto,
a la que Eugenia hacia referencia, salía una chica de baja estatura con un
guardaespaldas cubriéndola mientras trataban de escapar de unas fans.
-¿Puede ser
que sea Mariana?
-Puede ser,
no. Es Mariana.
Eugenia puso
su nombre completo en internet y buscó información sobre ella. Abrió la primera
página que le salía, y en ella decía:
Mariana Espósito
(Salamanca, España, 10 de agosto) alias "Lali" es una reconocida
actriz, cantante y modelo española que tiene fama entre los adolescentes de
América del Sur. Nació en un pueblo de Salamanca y a sus 6 años de edad se fue
a vivir a Buenos Aires (Argentina) donde tras hacer castings consiguió un papel
que la lanzó a la fama […]
-Claro, por
eso lo de su caja llena de papeles. Son cartas que le enviaban o envían sus
fans.
-Pero, si es
famosa ¿por qué no le siguen los paparazis y eso?
-Porque es
famosa en argentina, aquí no llego a serlo y según dice aquí, ahora mismo se
encuentra en paradero desconocido tratando de alejarse de la fama-Eugenia miró
a Darío.- ¡Cómo sabía que ocultaba algo!
-Pero, ¿por qué
querrá alejarse de la fama? No lo entiendo-dijo Darío.
-No sé,
quizás en alguna de estas quinientas páginas que han salido con su nombre, diga
algo relacionado.
-Bueno, yo
ahora me tengo que ir. Si encuentras algo me lo cuentas cuando vuelva-dijo
Darío despidiéndose.
-De acuerdo.
Por la
noche, Peter deambulaba por su habitación de un lado para el otro comiéndose la
cabeza con lo que Mariana le había dicho aquella tarde. No dejaba de pensar es
las palabras y en todo lo que había pasado.
Flashback
-Peter-decía
la muchacha acercándose a él.-Tengo algo que decirte que llevo días tratando de
buscar la mejor forma para hacerlo. Verás desde que te conocí me encantaste, no
se como lo hiciste pero no podía dejar de pensar en ti, día si y día también. Y
bueno, tuve la suerte de venir a este barrio que casualmente era donde vivías y
me alegre un montón-hizo una pausa.-Peter, yo no se hablar sobre mis
sentimientos, soy muy mala a la hora de hacer eso. Así que voy al grano-respiró
hondo.-Peter, no quiero ser solo una amiga para ti, quiero ser algo más. En un
principio no me animaba a decírtelo pero desde que nos dimos el beso el día de
tu cumpleaños, me di cuenta de que tú también podrías llegar a sentir algo por
mi. Por eso hoy me estoy animando a decirte esto…-lo miró.-Peter, yo…te quiero.
Peter
se quedó mudo, no sabía que decirle sobre todo lo que ella acababa de decir.
Trató de comentar algo sobre el asunto, pero de forma espontánea le cambio de
tema.
-Mariana,
será mejor que bajemos ¿no crees?
-No,
espera-le dijo agarrándole del brazo.-Peter, perdóname. Se que ha sido una
locura por mi parte decirte esto en este momento en que te encuentras inestable
emocionalmente porque hace poco que cortaste con Eugenia, pero necesitaba
hacerlo y si hace falta te esperaré. Esperaré a que te olvides por completo de
tu ex; te juro que lo haré si tú me lo pides.
-Mariana,
el problema es que no se si…
-No,
no digas nada-lo interrumpió.- Piénsalo antes, por favor. Y bueno, para
ayudarte a pensarlo, yo…
Mariana
se acercó a él y lo besó. Peter se quedó quieto, exactamente igual a la primera
vez que ella lo besó y dejo que pasara sin más.
Findefalshback.
Continuará...
noooooo lali!!!!!!!!
ResponderEliminarquiero eugeter
ResponderEliminarMAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE
ResponderEliminarMe acabo de leer toda la historia y me encanto :) y esta demas decir que amo la pareja Eugeter...siguela pronto
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